CONTANDO LAS SEMANAS. (26 DE 52)

                     EL CIELO Y EL INFIERNO

      Cuando Armand se comprometió con Soledad, todo fueron parabienes. La familia de ella vivió unos momentos largamente  esperados , y soñados por la chica, que tocaba el cielo  con los dedos. Y la família de él no podia estar más satisfecha con el noviazgo de sus hijos. Se juntaron el hambre con las ganas de comer. Y organizaron por todo lo alto un bodorrio que hizo hablar a más de uno Y que fué la envidia de todos.
      Nada hacia presagiar, que llegaran las peleas y los piques tan pronto.Todo aquello que parecia sólido como una montaña, se vino abajo en pocos meses, como un castillo de naipes Del cielo claro y limpio de nubarrones, se pasó al más foribundo y maléfico infierno.
      Discutian por cualquier tonteria y se iban cada uno por su lado. Empezaron por no respetarse con las palabras, y enseguida pasaron a los hechos: que si tu me empujas por aquí y yo te doy un zarpazo por allà, hasta que se tiraron todos los platos de su bonita y nueva vajilla, por la cabeza y a punto estuvieron de jugar a los lanza cuchilos y al tiro al pichón.
      Tal desaguisado formaron, que nadie ni ellos mismos se podian explicar como de un cielo edulcorado y meloso su hubiera podido transformar en un horrible infierno.