Este es un sentir que nos acompañará en nuestro largo caminar por la vida.Un recorrido largo, angosto, nunca exento de peligros.
La primera luz, el momento en que todos o casi todos los padres esperan con ilusión, comenzamos a familiarizarnos con los olores suaves de las colonias especiales para bebés. Estudiadas expresamente para no irritar la piel del recién nacido. la mas popular y a la vez la que más añeja de todas es
la marca Nenuco, que se ha convertido en genérica. Su fragancia viajará nosotros mucho tiempo. Se puede decir que irá entrando y saliendo de nuestra vida y que sentiremos su perfume en diferentes etapas.
En la más tierna infancia,los aromas que se pueden percibir son muy variados según el lugar donde se vive. Un niño de cuidad no crecerá con las mismas, emanaciones, que el niño que vive en una aldea.
En la adolescencia, se siente sobre todo olor a escuela. Una mezcla de sudor, tinta, lápiz y compañerismo.
Llega la juventud, y el perfume primaveral lo impregna todo. La Naturaleza se viste de color, y los olores se renuevan siendo mas vivos y penetrantes. Es cuando comenzamos a darnos cuenta de lo importantes que llegan a ser, sus emanaciones que nos hacen descubrir los momentos placenteros porque las fragancias se han convertido en almacenes de recuerdos. El olor a tierra mojada, del trigo acabado de recolectar, o el gusto exquisito de las comidas más sencillas, como puede ser el pan recién salido del horno, el sabor de los guisados de la madre, que no desaparecen nunca.
Después de la primavera de la vida, todos los efluvios van en una sola dirección. La búsqueda y la natural atración del sexo. Y es la hora de gozar de otros placeres que llevan implícitos sus própios olores.
Hemos alcanzado la madurez, los hijos han crecido, los padres son mayores, y nos vuelve a sorprender el aroma de Nenuco,que no hacia tanto, habíamos vivido con la llegada de nuestros hijos, y ahora son los nietos que han comenzado a abrir los ojos a un nuevo viaje vital y perfumado. El de su propio caminar.