DIAS DE BALANCES Y REALIDADES. (mis pensares en castellano)

Sin poderlo evitar ni proponérmelo, estas fechas se muestran muy propicias, para reflexionar sobre todos los acontecimientos y avatares, que nos llevan a mal traer, ya hace bastante tiempo. Y piensas, y recapacitas, haces cuentas... y te llevas las manos, a la cabeza, pensando en cómo han gestionado y malbaratado, lo recursos, del estado, los cuatro politicachos de turno y te enojas y te resistes a aceptar esta total e increíble falta de escrúpolos
Luego está la familia, que crece y crece sin pedirte permiso, y que de pronto ves un dia a una chica hermosa como un ángel, sentada en el sofá del salón. y exclamas: ¿y tu quién eres? y ¿quien te ha dado vela en este entierro?,.. Pero abuela que soy yo, tu Anna, o tu Marta, o tu Txell... que mas da! sales de la estancia, sorprendida y con gesto airado, al cruzar el vestíbulo, ves una vieja que pasa por allí y piensas...Caramba cuantas visitas tenemos en el día de hoy.

El espejo, no miente jamás, refleja con fidelidad y exactitud la oportuna y punzante realidad: el otro yo, el yo presente. Y este presente no lo cambia, ni los maquillajes, i los vestidos de jovencita ni los pelos coloreados. No. O te vas haciendo a la idea de la nueva imagen, o sufres por esta constante, que no es otra que el hecho natural del envejecimiento. Y es duro, muy duro. La decrepitud, la torpeza, la demencia, que aunque sea en un porcentaje nada alarmarte, está ahí, aguardando su turno, para salir a escena, de un momento al otro. Todos estos factores juntos o mezclados, dan idea del estado en que una se puede encontrar y que es lo mas normal dentro de estas coordenadas. Cuando se pasa de uno a otro campo de batalla de tu vida, delimitado por la edad, esta vida que muchas veces te ha negado, o te ha regalado momentos sublimes de felicidad y momentos desgraciados que no se pueden ni expresar con palabras. Esa vida ya no es vida. Porque además hay que añadir a la lista, los desgastes de los huesos, de pies y manos, los mas frecuentes. Las lumbares, la espalda, y la cabeza son otros puntos que hay que tener en cuenta, se quiera a no, igual que las revisiones ginecológicas. Pasar pero ellas, con un sin novedad es todo un éxito que se tiene que celebrar sin falta.

Y una vez aceptada la realidad, vienen aún otras lindezas,que hay que soportar estoicamente. Por ejemplo: La vista; a la chita callando y de manera lógica va empeorando, y ya no se sabe, si ves mejor con gafas o sin ellas, y rápidamente te encuentras en un quirófano, con unos extraños con bata blanca que te están operando de cataratas. La boca, otro escollo insalvable. Lo más seguro, y con mucha suerte, hay que retocarla constantemente, con la subsiguiente paliza a tu depauperada economía. Y siempre dando gracias por la gran suerte que se tiene de no padecer, enfermedades más importantes o degenerativas, porque entonces tus aspiraciones de vivir muchos años, se reducen y se agravan poderosamente y solo te queda por esperar: Muchos dolores y poca calidad de vida.