EL PRINCIPE VALIENTE

Variaciones sobre un tema
En un paÍs muy lejano, de un tiempo de guerras y avatares políticos con atropellos y crímenes contra la humanidad, incluidos, habitaban en la Isla de las Brumosas el príncipe Valiente, y toda su familia.
Desde muy niño se vio atraído por las gestas de los grandes héroes, como El Rey Arturo, caballero eminente de la Mesa Redonda. Y como él y la princesa Ginebra
a los 20 años se enamoró de su reina, la bella Aleta, reina de todas las Brumosas.
y juró ante una espada muy reluciente que defendería, todos sus intereses, del honor, territoriales y amorosos.
Este conjunto de islas del Mar Mediterráneo, llamadas las islas Brumosas, fueron desposeídas de todas sus riquezas naturales por Atila, el temible Rey de los Hunos. Decíase de él, que por donde pasaba con sus caballos, y sus soldados, nunca más crecía la hierba. Y así fue. Este motivo es lo que hizo pensar a nuestro Príncipe Valiente, que debía de vengarse del malvado Atila, que había dejado en la ruina a todos los súbditos, de la reina Aleta, y a su misma familia.

Un buen dia se decidió ir a guerrear con el Rey de los Hunos. Estaba dispuesto a darle su merecido, y por ello armó hasta los dientes a un buen puñado de soldados a los que les era muy difícil avanzar por los caminos, debido a la gran cantidad de aperos para ellos y sus caballos, ademas de arrastrar pesados artilugios bélicos.

Después de unos días fatigosos de marcha, por fin otearon, el mar. Se acercaron a las playas que vieron vacías, y fue entonces cuando Valiente, y su ejército, se dieron cuenta de que necesitaban de más apoyo logístico, porque andando por el mar, les seria bastante difícil de llegar, y alcanzar su objetivo. El príncipe Valiente con su equipo de navegadores de Internet, llamó al palacio explicándoles, todas las peripecias de una expedición poco organizada. Y éstos les repondieron que cogieran el navegador de Google, que los llevaría, con toda seguridad al país que ellos eligieran. Que, les ofrecerían, además, mapas desde su Google-Eart,que estaban bien explicados, y pormenorizados.
Si, pero surgió un inconveniente. Un detalle en el que no habían pensado, y que seria definitivo para su información, y posterior marcha.

Que aún no se había inventado la electricidad. Y no podían enchufar el equipo!