EL CARRUSEL COLORISTA DE LA NAVIDAD

Ya están en marcha los reclamos de las luces de colores, de los neones más potenes, que se puedan lucir en los escaparates, y las músicas celestiales a toda potencia. Ya està aquí el Agosto de los comercios, de las administraciones de Loteria, de las compañías eléctricas, del gas, y de las de teléfonos. Todos estos estamentos ya se están frotando las manos, porque ha llegado su hora. La hora de la verdad.
Después de un año duro y de escasas ganancias, por fin podrán resarcirse i vender a tope, porque nadie en Navidad es pobre.
Los pequeños comercios, pondrán sus mejores galas y su más rutilantes rebajas, porqué la cuestión es vender, vender y vender.
Los consumidores, que también, hemos estado padeciendo esta escasez de medios económicos, nos tiraremos a la calle, como corre el perro detrás de su presa, igual que no hubiéramos comido ni vestido en el resto del año.

Que lejos quedan los años en que la Navidad tenia otros sabores, otros mensajes menos consumistas y muchas más familias unidas alrededor de una mesa con pocas “delicatessen”. pero con mucho amor compartir los turrones, que era lo único extraordinario que había.
El consumismo, era una uptopía. Una cosa irreal que se veia solamente en las películas
americanas en technicolor. Pero era menos irreal de lo que pensábamos. Y menos lejano. Llegó su hora también en nuestros hogares, pero con tanto que compramos y regalammos y comemos, ¿Somos más felices?, ¿Somos mejores personas? Habría que replantearse el futuro, y volver a creer que el espíritu navideño, no son los regalos ni los manjares mas caros del mercado. ES algo completamente diferente que ahora no se da.