
Jamás llegué a pensar que un dia a iba entrevistar a mi personaje favorito de todos los tiempos. El encargo me ha llegado de mano de nuestra compañera del blog “Divagaciones Nocturnas”.Gracias amiga por la bonita deferencia que me concedes,
El personaje en cuestión es famoso, inteligente y ostenta títulos de tanto peso como el de ser mejor médico de todos los tiempos. El más afamado arquitecto desde hace siglos, el mejor y más considerado urbanista, el más valorado de todos los pintores, y el inventor e ingeniero, más brillante que ha contemplado la humanidad. Una artista total y único: LEONARDO DA VINCI.
Lo encuentro en el castillo de Chambord, en el midi fracés, donde se aloja por la voluntad de un gentil-hombre de aquel país. Lo veo huraño y cansado.
M.Sala: ¿Está usted satisfecho con todo lo que ha conseguido en la vida?
Si le digo la verdad, no. En aquellos años para poder ejercer la medicina tenia que robar los cadáveres, con el peligro que esto suponía. Para poder investigar sobre los vuelos de los pájaros tenia que hacer yo mismo las prácticas y me pegaba cada morrazo de miedo. Cuando sacaba los pinceles. se hacia una multitud a mi lado que no podía ni ver la paleta ni los colores.
M.Sala: ¿Y porque se dedicó a tantos oficios y carreras diferentes?
Por eso mismo que le digo. Los turistas no me dejaban en paz ni un minuto y tenia que cambiar de planes a cada momento. Figúrese Vd. que cuando ejercía de matemático, tenia que rectificar mis cálculos tres o cuatro veces, y no olvide que no tenía ni una triste calculadora. No podía concentrarme, por más que lo intentaba.
M. Sala: Qué me dice de la Gioconda?
¿Ve usted?, la gente cansa y cansa siempre con lo mismo. La tuve que guardar debajo de la cama, hasta que sobornaron a un criado que la vendió y se hizo rico.
M.Sala: Comprendo su enojo y le ruego me disculpe. Hasta la eternidad sr. D.Vinci.