RELATOS JUEVEROS

 UN NIÑO PESADO

        Julia tenia un niño de dos y medio, y una niña de seis meses. El niño era muy guapo, ocurrente y cariñoso  y muy observador. Tanto que no dejaba de preguntar y preguntar a su mamá por todo aquello que se movia o nó. La cocina de su casa, sin ir mas lejos, era para él una cosa tan intersante

que acribillaba a su madre con tantas preguntas, que por la noche tenia un dolor de cabeza ,impresionante. Pero Julia tenia paciencia, y sabia que esto no era malo, e iba contestando como podia a todos sus requerimientos.Si salian de paseo la cosa iba a más, y no digamos si entraban a un supermercado. Sencillamente agotador.
El niño creció, estudió y aprendió muchas cosas, pero aún su curiosidad no se habia saciado del todo, y leia todo lo que le caí en sus manos. O en sus piés. Porqué si encotraba tirado en el suelo un papel impreso allà que iban sus ojos a escudriñar y leer de lo que se trataba. Podia incluso agacharse para no recoger un papel sucio. Y así se convirtió en un sabio  despistado.
Después de mucho tiempo cuando su madre ya peinaba canas, fue ella la que le preguntó:
-- Hijo mio; que mas quieres saber, con tanto empeño?
-- Madre todo. Porqué he apredido una sola cosa: yo solo sé que no sé nada.
A la madre le dió una lipotímia, que no murio de milagro