divendres, 4 de juny del 2010

UN CURA DE PUEBLO. UNA HISTORIA SINGULAR

Entrega nº4)
En aquella época de mucha miseria, de mucho dolor por las pérdidas tan grandes que sufrieron todas las familias, materiales y humanas. Rencilas entre vecinos, odios que nunca se apagaron, y gente refugiada per todos aquellos parajes solitarios, Mi tio, por sus obligaciones pastorales, se movía por aquellos desérticos caminos a caballo de una yegüa. Llevaba consiguo una escopeta con la escusa de que ere cazador. He pensado muchas veces si la llevaba tambien por seguridad. Pasó miedos, porque los bosques en aquellos dias, eran los lugares mas inseguros, donde podias ser víctima de un robo de una gran susto o si me apuran de un balazo. Pero ocurrió lo contrario: ayudó a maquis que sin su compasión hubieran fenecido de hambre y sed. (cuidado que hablo de sus enemigos de hacia muy poco tiempo).
Pues en estas estábamos, pero que para mí fueron unos años maravillosos, en los que me sentia muchas veces en el centro de la atención. Explicaré el porqué.
Era obligatorio para todos los curas, en aquellos tiempos de hacer sus rezos en latín, y todos los dias sin escepción. Mosén Joan que era más agricultor, padre adoptivo, y pastor, se le hacia la noche y aùn tenia su abligación por cumplir. así que al atardecer del verano, cogía su breviario, i se iba al “castellot” una montañita delate de la Iglesia, donde le dejaban tranquilo para lo que tenia que hacer. Yo siempre iba con él. Pedia a mi madre un”escriu” (trozo de lapiz que escribiera) i me sentaba junto a él encima de un pedrusco, muy callada, mirando de reojo, si habia que escribir o nó y seguramente o le molestaria demasiado porque podia ir siempre que me apetecia. Si venian los hermanos, ya no le complacía tanto porque nos poníamos a jugar y se le habia acabado la tranquilidad. entonces nos echaba o simplemente nos mandaba para casa.

11 comentaris:

L. Gispert ha dit...

Sigo con mucho interés tu relato, amiga Montserrat. Tu tío fue una persona excepcional, muy humana y llena de bondad.

Un abrazo.
Luis.

Jota Ele ha dit...

Es una historia fascinante y llena de humanidad, Montserrat.

Tu tío era un gran hombre que supo discernir entre colores políticos y seres humanos a los que ayudar.

Se podría hacer una gran libro de relatos históricos con su vida.

Saludos.

Estela ha dit...

Pienso que tu tio era una persona con unos valores muy grandes ojala y hubiera en el mundo muchos como el, tuviste mucha suerte de compartir su compañia.

Un abrazo!!

Sor.Cecilia Codina Masachs ha dit...

¡Hola Montserrat! Paso a saludar-la, que tingui un feliç día de Corpus
Una abraçada
Sor.Cecilia

Eastriver ha dit...

Qué relato tan bonito... y tan visual. Lo cuentas a golpe de imagen: puedo verte, de niña, sentada en el "castellot" y con toda la curiosidad del mundo.

Eastriver ha dit...

Sí, en aquests temps de descrèdit de le'sglésia e´s veritat que convé no perdre les coses de vista i saber que hi ha gent d'Església, i en el passat n'hi ha hagut també, que han estat grans persones. Ara he rellegit totes les entrades anteriors. El que passa, i és una cosa molt personal, que jo estic molt decebut de la jerarquia catòlia, no necessàriament de la gent bona i humil que de vegades fa una feina excelsa. Petons.

Montserrat Sala ha dit...

Gracias Luis G. por el seguimiento que haces de mis reportajes, de gente de montaña en situaciones extremas. Tu con lo que conoces del campo, las podrás comprendrer mas que nadie.
Un saludo muy cordial.

Montserrat Sala ha dit...

Buenos dias Jota, Gracias por leermem y por dejar comentarios tan interesantes. Es verdad que tengo un montón de historias para contar i espero que cando acabe on esta película, vuelva a mis reflecxiones habituales.

Montserrat Sala ha dit...

Gracies Germana Cecília, per tornar-la a sentir tan aprop. Que gaudeixi del dia.

Montserrat Sala ha dit...

Estela: Veo que has vuelto de verdad al mundo de la globosfera, i me alegro un montón, amiga. Agradecida por tus palabras.

Montserrat Sala ha dit...

EastRiver: Per sort a l'Esglesia de tots el temps, hi ha hagut persones fidels, bones per naturalesa, de un cor tan gran que no els hi cap al pit. Sants de veritat, que han estat per tot i amb tots al costat de la gent, no pas per fer sermons, sinó per ajudar en el que calgués. En puc donar fé.