dijous, 27 de setembre del 2012

LOS JUEVES. UN RELATO



     ¿Qué elijo? 
             
Tanto si giro la vista hacia la derecha como hacia la izquierda. Lo mismo si levanto la mirada hacia el cielo, o la arrastro al nivel de mis zapatos, allí también surgen recuerdos y escenas de todas las calidades posibles. De todas las calideces y de muchas y diferentes cuadraturas.
Como reza el refrán: mas sabe el diablo por viejo que por diablo. Los recuerdos, se van acumulando, las vivencias, pugnan por salir del olvido, y los momentos vividos intensamente, reclaman a gritos, que no se les silencie. En este estado de cosas, de ebullición de ideas y de experiencias habidas y dignas de ser contadas, habrán por lo bajini.. Tropecientas!!!mucho para explicar o para escribir. Entonces,¿cual es el problema? No no hay ningún problema, salvo el de la elección. Quiero participar con los jueveros y lo voy hacer. La pista de lo que voy a escoger me la ha dado, el calendario.
Hoy es 27 de Septiembre,si viviera mi madre cumpliría en este jueves 98 años. A modo de homenaje voy relatar como eran de sabrosos sus deliciosos guisos.
Nadie la enseño a cocinar. Poseía aquel don natural de convertir en trocitos de cielo, aquellos ingredientes más sencillos. Los lavaba los cocía les añadía, especias, los mecía suavemente por la panza del recipiente, les contaba secretos antiguos, ancestrales quizás y ellos la premiaban siempre, con lo mejor que podían dar de sí. Unas lentejas, un bacalao, unas  torrijas, o una sencilla tortilla de patatas, eran salidos de sus manos, un bocado de dioses. Dicen que los sabores tienen memoria. Y ya lo creo que la tienen!!! Recuerdo vivamente aquellos gustos únicos que ella sabia darle a todos sus platos, y que en nada se parecen a los insípidos sabores que degustamos hoy en día,

40 comentaris:

Anònim ha dit...

Montserrat, dicen que el secreto de la felicidad se fragua en la cocina del estómago. Nuestras madres sabían mucho de eso. No necesitaban de caros ingredientes para elaborar platos deliciosos y únicos. Pienso que eran hechos con mucho amor y ese era el mayor de sus secretos, lo que hacía que muchos años después aún recordemos sus sabores y olores.
Gracias por participar.
Un abrazo.

Enry Baskerville ha dit...

Montserrat, tu participación es estupenda pues allá donde vas, se ve lo buena gente que eres, directa, llana, sincera, calida; me gustan tus escritos familiares cercanos, caseros,y hoy me uno a tu recuerdo de una madre, que siempre está y estará presente en el pensamiento, a través de algo tan cotidiano como el buen comer...
Sigo desperezandome del letargo veraniego.
Muchos besos
Anna J.R.

José Vte. ha dit...

Que buena participación Montserrat, el recuerdo de los sabores y los olores que nos dejaban aquellos estupendos guisos de nuestras madres es algo que nuestros sentidos y nuestra memoria se niegan a olvidar.
Estoy seguro que disfrutabas enormemente con aquellas comidas que vuestra madre os hacía con el mayor de los amores porque estaban hechos para las personas mas importantes para ella. Dignos del mejor gourmet.

Un abrazo grande Montserrat

Pedro Ojeda Escudero ha dit...

la mayor parte de la memoria es sabor y olor. Algunas veces, caricias.

Pluvisca ha dit...

Que hermosa entrada Montserrat!!! has hecho que evocara a mi madre, que igual que la tuya tení aun don para cocinar y si, por supuesto que se recuerdan aquellos aromas y los sabores...y tantas cosas...

La mia cumpliria en diciembre 89

Una abraçáda forta

Neogeminis Mónica Frau ha dit...

¡qué bueno, Monserrat, que te hayas sumado!...y de la mano de los sabores de la cocina de tu madre!, algo tan intrínseco a nuestra identidad como nuestro nombre y que logramos preservar pese al paso del tiempo!.
Me encantó tu mirada retrospectiva, con nostalgia pero con el mismo amor vigente que siempre sentiste hacia ella!

Un abrazo

Montserrat Sala ha dit...

Hola Pepe: Yo tambien he oido en alguna parte, que Ol corazón de los hombres los conquista, la mujer que Mejor cocina. O dicho de otra manera: el amor empieza por el estómago.jajaja

Bromas aparte,solo el recordar aquellos sabores de antaño, a mi, se me llena la boca de agua.
Gracias por comentar, amigo.

Montserrat Sala ha dit...

Hola Anna: ¿que tal tus vacaciones?, Celebro mucho de que ya estés de vuelta; tu sabes bien que te hecho de menos. Y es natural,nadie como tu me ensalza mi blog patatero de andar por casa. y que quieres: a nadie le amarga un dulce. jajajaj!!!
Muchas gracias por tus lisonjas, que mucho aprecio, y te mando un abrazo del oso.
Y desperézate ya!!!

Montserrat Sala ha dit...

Hola José Vicente: Yo me niego a olvidarme de esos sabores. todo al contrario, comida sana cada dia, pero con aquel punto dulce-amargo-agrio-ácido,que sabian darle nuestras progenitoras. Aunque reconozco que no me sale igual pero lo voy intentando.

Gracias por pasarte amigo José Vte.
Saludos para tus mujercitas

Montserrat Sala ha dit...

Hola profesor: como me ha gustado tu comentario. Gracias! las caricias de las madres que se han ido, también forman parte del lote. Desde luego.

Mar ha dit...

No hay nada como las comidas de las madres y tambien de las abuelas. Una comida cocinada con tiempo, nada tiene que ver con lo se echa hoy día en la sartén y se hace a toda prisa.

Saludos!

Encarni ha dit...

La cocina con amor es la que mejor sabe, y si esta viene de la mano de tu madre nunca sabrá mejor otra comida.
Pienso que desde la cocina se comienza a socializar la familia, ese es el verdadero poder, luego nos quedarán sus sabores llenos de nostalgia.

Un beso de otoño.

Montserrat Sala ha dit...

Como lo sabes Mar!!!, pero son otros tiempos. No se porqué razón, simpre nos quedamos sin lo mejor. Es como decir que a cada mudanza perdemos una sábana.
Me ah gustado tu visita amiga. Gracias!

Montserrat Sala ha dit...

Es una gran verdad. todos lo sabemos.
Pero luego están las prisas, el no poder disponer de als mismas materias de antaño...
Me ha encanatado tu definición de socializar a la familia desde la cocina. Muy bueno. tengo un yerno que le gusta estar en al cocina, porque según el, allí es donde está la vida de la casa. Allí se cuece todo. jajaja.
gracias Encarni, por tus palabras.

CARMEN ANDÚJAR ha dit...

Es cierto, los sabores y los olores quedan impregnados en nuestro cerebro y si cerramos los ojos nos traen gratos recuerdos, más inclusoque otros sentidos; y las comidas son algo que te influyen muchísimo en tu vida.
Un bonito recuerdo de tu madre
Un abrazo

casss ha dit...

Recordé la película Como agua para chocolate... Me dieron ganas de comer alguno de esos pedacitos de cielo. Las torrijas (que en casa llamabamos torrejas y untabamos con dulce de leche...). Los sabores como los olores, tienen la virtud de remontarnos a esos momentos gloriosos que la memoria atesora.

Entrañable tu aportación juevera. Muchas Gracias y besos.

Pepi ha dit...

Hola Montserrat, estoy totalmente de acuerdo contigo, los recuerdos tienen sabores y olores, yo siempre los recuerdo así. Tu mirada es preciosa, nos traes la forma de cocinar de tu
madre, y eso te aseguro que no se olvida, al llegar la navidad yo siempre veo a la mía, rodillo en mano, preparando la masa de las empanadillas dulces, que en mi tierra llamamos truchas, te aseguro que no solo la veo, me llega su rico aroma. Encantada de conocerte. Besitos.

mariajesusparadela ha dit...

Maravilloso recuerdo de la cocina de antes. Donde, a la sabiduría de nuestras madres se unía que los frutos no sabían a pesticidas.

Montserrat Sala ha dit...

Carmen Andujar, los olores y los sabores de la infancia quedan por simpre gravados en nuestro cerebro. Y por mucho timepo que pase, no se van.
es como la propia vida, que a fin de cuentas, es eso.
Muy amable, al entrar i comentar, amiga. Gracias!

Montserrat Sala ha dit...

Hola Cass: celebro no haberte decepcionado con esta nueva aportación a vuestros jueves, y a la qeu me estoy enganchando.
verdad es que la memória atesora estos recuerdos de las cocinas de antaño, con todo su soboroso potencial
Ha sido un placer y un honor recibirte en mi blog.
Gracias por el comentario.

Montserrat Sala ha dit...

Hola Pepi: a mi también me ha encantado conocerte.
Por supuesto que el recuerdo de las madres i las abuelas está intimamente, ligado a los sabores y olores de sus estupendos guisos. Yo diria mejor que nos ayudan cada dia a recordarlas.
Te agradezco de veras tu visita y tu opinión.
Un beso

Montserrat Sala ha dit...

Mariajesús: Desde luego que no sabian a pesticidas. Pero como tu sabes mi marido es huertero, y tampoco usa nigún inseticida químico. Pero no saben lo mismo, nuestros potajes de ahora. Yo creo que le ponian mas tiempo, mejor lumbre, y sobretodo,
mucho sacrificio y amor.

Agradezco tu comentario, en lo que vale. Besitos.

Encarna Gómez ha dit...

Ciertamente, nuestras madres tenían un aprendizaje natural y los sabores de sus guisos uno lo recuerda de forma especial y con mucha añoranza. La verdad es que la cocina requiere un tiempo que hoy en día no tenemos la mayoría de las mujeres, pero como yo bien digo a las amigas que todavía les viven sus mamis y pueden disfrutar de sus comidas, hechas con tanto mimo, que no saben el gran tesoro que tienen.
Yo, a falta de la mía, nadie puede imaginar cuánto agradezco tus conservas y tus cosechas regaladas con tanto amor y las cuales recibo con el mismo cariño que si vinieran directamente de esa madre que ya no tengo a mi lado.
Un besazo y todo mi agradecimiento y cariño.

Montserrat Sala ha dit...

Hola Encarna: ciertamente la mujer trabajadora, que tiene una madre, que le suavice un poco su quehacer diario, tiene como tu dices, un tesoro que no sabrá apreciar, en su justa medida, hasta el momento que le falte. Lo digo por experiencia.
Entonces recordarà los sabores, los olores, y hasta los colores!!!
Gracias por tus amables palabras, Encarna. Un beso.

tereoteo ha dit...

Hola Montserrat!
Ay! esos recuerdos de los olores de la comida, yo recuerdo el olor en casa de mi abuela, siempre había algo haciéndose en la cocina, y qué rico estaba todo!
Bueno, mis hijos también dicen que la comida más rica es la de su abuela.
Un beso.

Sindel Avefénix ha dit...

Que agradable que hayas elegido mirar hacia atrás y encontrarte con tu madre, con su cocina, con esos platos que te quedaron en la memoria y jamás olvidarás.
Un lindo relato, lleno de cosas ricas, que tal como vos lo decís, ya no se comen en esta época actual.
Un abrazo.

Juan Carlos Celorio ha dit...

Es muy muy cierto, los sabores traen recuerdos.

Montserrat Sala ha dit...

Teresa Oteo: por lo que explicas, deduzco que eres muy joven.
Cuando seas abuela como yó, todavía van a crecer más en tu memoria, estos sabores, estos gustos de los que hablamos hoy.
Que sepas que tu comentario, ha sido muy bién recibido. Gracias.

Montserrat Sala ha dit...

Sindel: todo lo que nos recuerde, a nuestras madres, es como un pequeño guiño, que le hacemos, a su memoria.

Me gusta que em trates de "vos", como buena argentina. Aquí en Cataluña, y en los ámbitos rurales, o en los centros de gobierno, y elitistas, se ha descartado el "usted" por completo.

Gracias por comentar.

Montserrat Sala ha dit...

Juan Carlos: te agradezco muy de veras, el que me hayas dejado tu parecer sobre el tema.

Un saludo muy cordial

Conxa ha dit...

Cuando recobro sabores de antes y olores tambien, me traslado al momento y por unos segundos alcanzo el pasado con todo lo que ello supone, siento a la iaia a mi lado... por ejemplo.

Es tan dificil de explicar....

Continuas como siemmpre, tierna,tierna...

besos

Montserrat Sala ha dit...

Conxaaaaa!!! que tal guapa? com estás??? todo bién? vuelves al blog?
Escríbeme un poquito, mujer; que tengo ganas de saber de tí...!
que amable que eres amiga. Celebro que ta haya gustado. MI última reflexión.
Un beso para tí, y para todos tus hombres. (para el perro, también)

Anònim ha dit...

Estimada amiga...l'altre día pensava en aquest tema...què faré jo quan la mare ja no estiga?
El seu menjar és especial...jo no sóc mala cuinera...però ella és la mare...i una mare porta sempre al darrere la olor y desperta els sentits.

Estimada Montserrat, ja estic de bell nou als blogs...milloreta i amb ganes.

Rep una forta abraçada amiga.

Sor.Cecilia Codina Masachs ha dit...

Hola mi querida Montserrat, me alegra que haya hablado de su madre, de sus cualidades culinarias y tantas otras que de cierto debía de tener.
Mi blog cumple 3 años, les doy un premio y buenas noticias.
Con ternura
Sor.Cecilia

Montserrat Sala ha dit...

Remei: Extic contenta de que ja estiguis millor. També trobava a faltar el teu blog. M'agrada molt i tu ja ho saps.


T'encvio una abraçada i molts petonets.

Montserrat Sala ha dit...

Hola Sor Cecilia: me alegra mucho verla por aquí, Gracias! ahora mismo voy a visitarla, para saber la buena noticia. Porque esto, es una cosa excepcional, y no me lo quiero perder.
Reciba un abrazo grande y cálido

San ha dit...

Juraria Montserrat que habia pasado por tu casa y que habia dejado un comentario...en fin, menos mal que regresé y de nuevo huelo esos guisos de tu madre. Que recuerdos ¿verdad?. Nada como el mismo de sus platos.
Un abrazo.

Montserrat Sala ha dit...

Gracias San: Muy bello tu comentario. Te agradezco tu opinión y te mando un abrazo muy fuerte, amiga.

Yo también he vuelto a pasar de casualidad.

Montserrat Llagostera Vilaró ha dit...

Hola Montserrat
Ay la teva mareta, quins guisadets més bond.
Segur que el flaire quan tornaves a casa s´oloraría desde el carrer.
Un abraçada i bon cap de setmana, Montserrat

Sara O. Durán ha dit...

Qué delicia poder disfrutar junto contigo de la cocina de tu madre. Son de los recuerdos más bellos que nos dejan las mamás, esos aromas de las cocinas en que nos trasmitieron sus procedimientos de manera natural. Me encanta la cocina!
Besos.