Nuestra amiga Mónica, nos invita a escribir o inventar un relato basado,en el título que nosotras hemos de poner con las palabras que nos deja en un puzle. Como es proverbial en ella le gusta hacernos cavilar a tope. Bueno, se ha intentado.
El camino silencioso de una gran aventura.
el amigo Fermín, nunca pensó en que su odisea se convertiría en una extraña aventura. Y un día de Julio de 1939, una vez acabada la guerra, él que era rojo como el carmín decidió que antes que lo pasaran por el garrote vil, como alguno de sus amigos, se fugaría. Y una noche oscura sin decir nada a nadie empezó su caminata por las montañas de los Pirineos y acto seguido se fué internando en territorio francés. Solo y por la noche. Siempre vigilando y en silencio. De día dormía en el campo y como era verano se alimentaba de hortalizas y frutas. Si la ocasión se presentaba cogía aves de corral de alguna granja. si no habia nadie.
Día tras día, siguió caminando, y atravesando ríos y montañas hasta que perdió los rótulos escritos en francés, y además oía que la gente diferente, supo entonces que se hallaba en Alemania. El día se hacia mas corto, la ropa estaba completamente destrozada y los zapatos hechos añicos. Sin afeitar y sin ducharse, parecía mas bien un viejo pordiosero, un trotamundos de los muchos que, pululaban por aquel país,que también había entrado en la contienda de la II Guerra Mundial.
Pero a Fermín empezó a entrarle la morriña, por su tierra. Y emprendió la vuelta ya al descubierto. En unos tendederos, encontró ropa de abrigo, y cuando intuyó que hallaba mas cerca de la frontera, se dijo que no podía más que iba a rendirse en el primer puesto de carabineros que encontrase. El azar quiso que viese antes unas luces que venían de una casa de campo. Conforme se iba acercando oía jugar a dos chavales un poco más jóvenes que él. Y lo hacían en catalán. Había tenido mucha suerte. La finca en questión era propiedad de su tío Angel que había desertado antes del Alzamiento y se estableció en Francia, donde las libertades, y su forma de vida eran sustancialmente más vetajosas.
Una aventura que afortunadamente terminó bien para tu protagonista, aunque por lo visto no le atinaba a las distancias jeje. Muchas gracias por sumarte con esta historia Montse. Un abrazo
ResponEliminaFormidable. Ese español, catalán de hecho, acabó volviendo, pero qué odisea. Hubo miles de republicanos en la huida y qué mal lo pasaron luego, con la segunda Guerra mundial.
ResponEliminaMuy bueno, podía ser autentico, ya lo creo. Un abrazo
Una aventura que no dista mucho de lo que fue o pudo haber sido.
ResponEliminaMuy buena aportación. Un placer leerte.
Abrazos, y feliz día 💙
Da repelús pensar que eso que cuentas como relato ha pasado hace poco en nuestro país, se pone el vello de punta con sóo leerlo.
ResponEliminaUn texto cargado de realidad.
Montse te mando un abrazo muy fuerte y mis deseos que todos los tuyos estén bien con la que está cayendo.
Un besazo, amiga.
La morriña de la tierra hizo que regresara a ese hogar. La guerra marcó mucho a personas que abandonaron su hogar y su país. Un buen relato. Besos y feliz semana.
ResponEliminadespués de ir y venir termino en terreno familiar y territorio en guerra. Una buena odisea. Abrazos
ResponEliminaMontse , adivino que tienes muchas tablas en esto de escribir. Esa soltura , ese relatar como si nada, pero con la intensidad que un relato necesita.
ResponEliminaY si me equivoco y no tienes muchas tablas en esto de escribir, no importa, el relato me ha gustado muchísimo. "Un retazo de una vida".
Abrazos y feliz fin de semana.😏✔
Tuvo suerte de no llevar un mapa. Por otro lado, buena suerte la suya. Desgraciadamente, no todos la tuvieron.
ResponEliminaBesos.
Al final regresó a donde pertenece; ya su añoranza lo indicaba
ResponEliminaAbrazo
Todos tenemos una guía dentro de nosotros. Unos lo llaman instinto, otros intuición pero no es algo casual.
ResponEliminaUn placer poder leerte, Montse.
Un beso muy grande y a cuidarse.
Púes caminando, caminando fue a caer al peor lugar que podía caer un rojo en aquellos años. Suerte de la morriña que le puso mejor luz al camino de vuelta. Muy bueno Montse. Besos.
ResponEliminaVaya aventura con final. feliz pero feliz feliz.. esas casualidades son difíciles de encontrar
ResponEliminaBesoss. montse
Me supogo que alguien le orientaria cómo y por donde tenía que pasar. O que con las prisas y con las armas pisánodole los talones, echó a correr, correr y correr.
ResponEliminaGRacias Neo por comentar. un codazo que es el abrazo que se lleva ahora
Pues sí una odisea para recordar toda la vida y para explcar a lso nietos. GRacias por pasarte, amiga Aldaba Dos. Te deseo una feliz semana.
ResponEliminaGinebra Blonde: NO sé si dista muncho de lo que pudo haber sido, pero esta aventura está inspirada en un hecho real. gracias amiga pasarte y cometar. que disfrutes de la semana.
ResponEliminaSi TRAcy, los pelos de punta depensar en ello. NO creo que la juventud de ahora resistien una situación como la qeu vivió Fermin.
ResponEliminaGRacias por tus palabra siempre tan acertadas. UN codazo suavecito
Hola CAmpiela: Aprovecho después ds agradecerte el comentario, para darte un fuerte abrazo, y un beso enorm.
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