SEMANA DE OTOÑO

De cuando se acaba el verano.

Nuestra amiga Inma nos invita a escribir sobre esta época tan temida por todos. Generalmente decir adiós a las  vacaciones, el mar, la luz, las noches alegres y los viajes, produce a mucha  gente pequeñas depresiones o estados de  tristeza, que por suerte se desvanecen cuando llega Navidad.A  mí que también soy asidua a las vacaciones y todo lo que conllevan, tengo otro punto de vista. Porque pienso lo que voy a disfrutar con los  frutos de la  nueva estación.
A finales de agosto ya empieza la temporada de las setas; maravillosas, y  de un sabor único e incomparable. ¿Y ir  al monte a recogerlas? todavía mejor. En la montaña húmeda de buena mañana las ves tan hermosas y estiradas, levantando solo el ala del sombrero, debajo de la maleza, del bosque, es sencillamente  una gozada.
Enseguida vienen los membrillos,  que perfuman toda la casa.También las granadas que cuando las abro y veo aquella organización tan perfecta, me hace pensar en que la Naturaleza es algo divino. El otoño nos lleva asimismo los placeres de una carne hasta estos días prohibida. es la caza. SE ha abierto la veda y se encuentran perdices  conejos, faisanes. Etc. Etc. Aquí es cuando una buena cocinera puede lucirse, porque es de lo mas exquisito que se puede poner en una mesa. No olvidemos todos los dulces tan variados que se pueden elaborar con las almendras recién cosechadas.  Y las uvas? todas sus variedades están en pleno apogeo. Las castañas asadas, otro placer de dioses. Están como no, los palosantos o kakis rojos y brillantes que te dicen muerdeme!
Ya no sigo más, no quisiera hacer otro viaje a la nevera.
Quién se acuerda ahora  de las pizzas 4 quesos y de los bocadillos de tortilla  y demás fas-foots precocinados que dejamos ,en la playa y que por no perder la plaza de nuestra toalla, ni nos levantamos para comer? Tomamos  cualquier cosa como  por ejemplo  un helado y un café con hielo