dimecres, 5 d’octubre del 2016

JUEVES Y RELATOS

Historias de médicos.

Yo solo tengo que agradecer a todos los médico y auxilires que me ha tratado de maravilla y son tantos que no acabaria. Gracais Drs. Jaumà Cleasens, Kulisevki, Pascual, Segundin, Morros etc.etc. mi reconocimiento a vuestros méritos, y celo prefesional.

El Dr. Sabino Bontraza  y Gabriel, tenia fama de ser el mejor especialista en Traumatología de la ciudad. Habia acumuladoia una larga y dilatada experiencia con formación en el extranjero. y su trabajo era muy bien valorado. Tanto así que solicitaron sus servicios algunos clubes de futbol, que es donde casi siempre están  los dineros Era el médico ideal. Conocía a la perfección,  todos los huesos, ligamentos, músculos y arterias. y les ponía remedio enseguida porque a simple vista, o tras un examen visual o auscultación, daba su veredicto que siempre era el  correcto y acertado.
Su fama crecía y crecía y su cuenta corriente también. hasta que tanta lisonja le hizo perder la visión de las cosas sencillas y perdió el contacto con la realidad. Sus largas horas de consulta le privaban de estar con su familia, que acabó abandonándolo, porque estaba  siempre ausente de su domicilio.
El siguió con sus visitas a los futbolistas y demás directivos que le llamaban cuando uno de sus hijos se había roto  un  dedo meñique. Estaba completamente volcado en su profesión. Pero salió malparado de su total entrega. A los sesenta años le fue diagnosticada una enfermedad neurodegenerativa. que lo sumió en una grave depresión de la que ya no pudo salir. A los pocos meses falleció solo en una residencia de lujo para enfermos de Alzheimer

22 comentaris:

Ester ha dit...

Los médicos tambien enferman y mueren y cuando confunden el diagnostico tambien les pasa con sus seres queridos. También lloran y es triste su final pero como el de otras muchas personas. Un abrazo

Leonor ha dit...

Hay una cosa que un profesional de la medicina nunca debe olvidar y es el trato humanitario con las personas que piden su ayuda y sobre todo anteponer su juramento a las ansias de riqueza que a todo el mundo tienta, pero que se debe desear con moderación. Y ya como personas jamás anteponer el trabajo y la fama en perjuicio de su familia. Todos los egoístas y egocéntricos acaban solos porque poco a poco van perdiendo el cariño de los demás y al final y si tienen todavía dinero pueden ser acogidos en una institución que les cuide decentemente.

Un abrazo y gracias por tu comentario.

CARMEN ANDÚJAR ha dit...

Muy triste. Yo pienso que la profesión es muy importante, pero si por culpa de ella descuidas a tu familia, malo.
Un abrazo

Juan L. Trujillo ha dit...

Es que no hay medicina que cure la insensatez y el orgullo.
Y lo peor es que, en este caso, la familia no puede pedir opinión a otro medico para la enfermedad que sufre.
Un beso.

Sindel Avefénix ha dit...

Es una carrera que requiere pasar mucho tiempo fuera de casa, además de pasar mucho stress y emociones de todo tipo, creo que hay que tener una personalidad muy fuerte para poder soportarlo. Me da pena el pobre doctor, pero así es la vida a veces.
Un beso.

Tracy ha dit...

Tremendo final.

MOLÍ DEL CANYER ha dit...

Con tu relato has puesto el dedo en la llaga, hay medicos excelentes como medicos y como personas y hay medicos excelentes dentro de personas mediocres. Parece que tu doctor es de los segundos, fantastico relato, besos.

MOLÍ DEL CANYER ha dit...

Con tu relato has puesto el dedo en la llaga, hay medicos excelentes como medicos y como personas y hay medicos excelentes dentro de personas mediocres. Parece que tu doctor es de los segundos, fantastico relato, besos.

Neogeminis Mónica Frau ha dit...

Es que de tanto volcarse en su profesión a veces hasta se olvidan que son solo personas tan vulnerables como el resto. A veces lo recuerdan demasiado tarde.un beso

Neogeminis Mónica Frau ha dit...

Es que de tanto volcarse en su profesión a veces hasta se olvidan que son solo personas tan vulnerables como el resto. A veces lo recuerdan demasiado tarde.un beso

Juan Carlos Celorio ha dit...

Estoy muy de acuerdo con el mensaje de tu relato, me parece que esos médicos que se dedican a esas cuestiones superfluas y se hinchan a ganar dinero me parecen talentos desaprovechados.
No sé que sentirán al ver a algunos colegas trabajando altruistamente en lugares donde apenas les pagan para subsistir.
Pero, como dijo el torero, hay gente para todo...
Un cariñoso abrazo, amiga, otro para Jaume.

yessykan ha dit...

Triste final del relato. Pasa que la avaricia del dinero hace cambiar las personas. Un pecado que no respeta la inteligencia ni la ignorancia.
Beso

Mag ha dit...

Solo somos humanos y eso nos hace ser débiles, egoístas...
No todo está en nuestras manos pero no valoramos lo que somos ni lo que significamos.
Es triste concluir los días solo después de estar toda la vida rodeado de personas y entregarte a ellas...
En fin...

Un beso grande.

Charo ha dit...

Tu relato me ha hecho pensar en un médico al que yo le tengo mucha admiración aunque no lo conozco personalmente.Se trata del caso contrario. El doctor Cavadas es un eminente cirujano plástico que tenía mucho éxito y solo se preocupaba de ganar dinero y gastarlo sin privarse de ningún lujo. Según cuenta él mismo en entrevistas, cuando murió su hermano en un accidente de coche se replanteó su vida, se olvidó de los lujos y se fue a África donde preside una fundación para operar a personas que no tienen recursos.Esto si es digno de admiración.
Un beso

Campirela_ ha dit...

Buenas tardes , muy emotivo tú relato , y triste a la vez que una persona pase su último viaje solo , pero así es la vida ¿quién dijo que fura justa? nos quedamos por todo el cariño que dio y cuido a sus enfermos un fuerte saludo .

Pepe ha dit...

Ninguna profesión, por muy vocacional que sea, debe absorbernos hasta el punto de hacernos olvidar el resto de nuestra vida. La familia ha de ocupar un lugar de privilegio en nuestra escala de valores.
Un fuerte abrazo.

AlmaBaires ha dit...

Como siempre mi querida Montserrat, haces reflexionar... te felicito.

Un beso.

Montserrat Sala ha dit...

Hola Ester: es verda qeu el final de la vida siempre es triste y desolador, pero mucho más si no tienes quién te coja de la mano y llore pero ti, ni que sea un poquito. Gracias ESTER,
un saludo desde Viena.

Montserrat Sala ha dit...

Por supuesto que el trato personal es lo mejor de los médicos, su comprension y su interés por el enfermo, cura muchos males.
Gracais por pasarte y disculpa que te haya contestado tan tarde.Es que no estoy en casa. Saludos desde Viena.

Montserrat Sala ha dit...

Hola Carmen: como les digo a los demas comentaristas, estoy en Viena,y entre la família y otras historias, no me da tiempo de nada.
Me acuerdo de vosotros. Un beso.

Montserrat Sala ha dit...

J.L Trujillo,Sindel, Tracy,
Molí del Canyer, Neogéminis, Juan Carlos Celorio, Yessy Kan, Charo,
Mag, Campirela, Pepe y Alma Baires: Como la mayoria sabeis, tengo família directa en Austria, y que suelo visitarles un par de veces al año. En primavera y en otoño. Ya podeis figuraros que aquí el tiempo se me hace simpre corto, es por eso, que aún no he podido, dar acuse de recibo a vuestros comentarios, que tanto me complacen.
Quiero que sepais que desde este bello pais os reuerdo, con cariño. abrazos para todos. Y hasta la vuelta.

rosa_desastre ha dit...

Hasta las "eminencias" no pueden desprenderse de su condición humana, de su corazón parcelado para que cada cosa ocupe su lugar, cuando eso falla y al puzzle le falta la pieza mas importante, la humanidad... mal vamos.
Besos