Un relato para los amigos del jueves
Aquel chaval odiava la ventana de su casa. Sus amigos al salir del cole por la mañana y por la tarde, se juntaban en aquella plazoleta, que era la preferida de todos. Tenia soportales, escaleras y grandes árboles. Pero para Juanito tenia un gran inconveniente. Allí estaba su casa y la ventana desde al cual su madre le llamaba cuarenta veces diarias interrumpiendo todas sus correrias. Y allí se jutaban todos, para jugar a lo que era moda en aquel momento. Habia dias que tocaban las canicas y permanecian todos hasta bien entrada la noche si el frio, no los echaba antes. No se cansaban de jugara a guerra o al escondite
Pero él indefectiblemente oia abrise la ventana y a su madre, que le ordenababa ir a por leña en la cochera.Y algunas veces habia que cortarla. Al rato: Juanitooo! sube que hay que ir a por la leche. Y al rato otra vez: Juanitooo...
Aquella ventana le tenia amargado. No podia estar con sus amigos, porqué no le dejaban tranquilo ni media hora.
Un buén dia se le ocurrió como solucionar su problema. Pasando delante del herrero, vió un clavo de herrar caballos, que estaba tirado por la acera. Lo cogió, le pidió permiso al dueño para llevárselo, y una vez en la casa y mientras su madre hacia la cena, cogíó el clavo y atrancó el cierre de la ventana.
Pero el asunto no acabó así. Su padre al dia siguiente por la mañana temprano, cuando quiso saber como se levantaba el dia, se dirigió a la ventana y se encontró con la travesura de su hijo, que al levantarse, encontró a su padre esperándolo y le propinó un buen tirón de orejas. Al preguntarle porqué lo habia hecho, el chico le explicó la razón, y sin saber porqué su madre dejó de llamarlo por la ventana y cuando necesitaba alguna cosa, bajaba a la calle y le decia todo de una vez, y el chiquillo podia jugar tranquilo el resto del tiempo. Se habian acabado las interrupciones y las voces.
Muy listo el chaval, se ha merecido el final feliz. Un abrazo
ResponEliminaQue molestas esas interrupciones.
ResponEliminaque bien que el chico haya podido mejorar la comunicación con sus padres, hay quienes no lo logran. Muy buen desarrollo, contenido y final el de tu relato amiga!
ResponEliminaMuchas veces en la vida nos gustaría poder hacer como Juanito.
ResponEliminaPrecioso relato, vengo del blog de Gaby y ha sido un placer leerte, Montserrat.
Un abrazo.
Lola Barea.
Pues no hay mal que por bien no venga, y una travesura sirvió para acabar con la actitud de su madre.
ResponEliminaUna graciosa historia.
Un abrazo
Esas ventanas a pie de calle y esas madres que no ven que sus hijos necesitan su espacio. Muy bien contado.
ResponEliminaBesos.
Me encanta tu creacion. Esa clase de ventana suele estar en la vida real. Me recuerda un poco a la de mi infancia. Muy pronta la solucion con la ayuda de su padre.
ResponEliminaUn beso
jajajajaja me ha recordado otra ventana en un pueblo del sur, otra plaza, otros niños y otra madre ensayando el incordio, aaaiiissss.
ResponEliminaUn beso
Uyyyyyyyyy, cómo me has recordado la historia real de un amigo mío en eso de que la madre no paraba de llamarlo desde la ventana mientras jugaba en la calle.
ResponEliminaYo tambien lo pienso querida Ester. Gracias pero tu
ResponEliminaVisita. Mil besos y. Abrazos
Ja, ja...muy buena historia. Al final no le quedó más remedio que hacer la travesura...menos mal que su madre se dio cuanta que lo que quería el chaval.
ResponEliminaUn beso
TU personaje es un chiquillo muy listo que encuentra solución a lo que le molesta, es recursivo y eso está muy bien para los tiempos que corren en que la creatividad es importante.
ResponEliminaBesos, Monsterrat, he vuelto a los blogs, juego de esta ausencia.
Espero que te encuentres bien, cariños a J.
Una travesura que le trajo un castigo, pero a la vez también la solución a su problema.
ResponEliminaMuy original este relato!
Un beso.
Qué relato tan entrañable, con ese toque picaresco de la infancia, y ese abuso que a veces tienen algunas madres que demandan mucho sin pensar en lo lindo que es disfrutar de juegos y amigos. Me ha encantado!
ResponEliminaGracias Montserrat por tu presencia en este jueves y tan linda historia!
Besos y lindo fin de semana!
Gaby*
jeje hablando se entiende la gente, incluidos las madres con sus hijos!
ResponEliminaUn abrazo
Un relato muy bien narrado y entrañable.
ResponEliminaUn beso.
Me ha gustado mucho el relato y ese tono amable con el que lo cuentas Montserat. Creo que todos nos hemos sentido identificados con Juanito. Sin duda esas llamadas desde la ventana (en mi caso era desde el balcón) de nuestras madres para ir a algún recado y porque había que ir a cenar o comer todos las recordamos como momentos de fastidio de aquellas infancias.
ResponEliminaMe gusto epecialmente que tuviera un buen final feliz.
Un abrazo
DEMIURGO: A mi que como chica y con mis amigas jugaba a la calle, saltando a la comba, también tenia que ir a casa muy pronto para ayudar a mi madre. Era la mayor de 5 hermanos varones, figúrate el poco tiempo que tenia para jugar.
ResponEliminaUn abrazo y gracias.
Cómo entiendo al pobre Juanito!!! Seguro yo hubiera hecho lo mismo, jajaja.
ResponEliminaMe ha gustado tu relato y esa anécdota infantil tan divertida.
Un beso!
Lao Paunero: Sí que lo fué, si. Arregló dos problemas a la vez con la ayuda de su padre, que también hizo lo justo.
ResponEliminaGracias por venir a mi espacio y comentar. Te deso mucha salud y un cambio de estación liviano.
Lola Barea: has venido a mi blog justamente este fin de semana que he estado fuera.
ResponEliminaGracias por comentar y hasta luego que pasaré a verte. Salud amiga.
P.D. Una buena amiga GABY*, ¿verdad?
Carmen Andújar: Así fué,como pudo solucioar el problema.
ResponEliminaMUchas gracias por tu visita, que siempre me hace feliz. Un abrazo
Carmen Andújar: Así fué,como pudo solucioar el problema.
ResponEliminaMUchas gracias por tu visita, que siempre me hace feliz. Un abrazo
Hola SAN: me agrada saber que mi relato te haya gustado. Por eso precisamente lo he escrito. Gracias por venir a decírmelo. UN fortísimo abrazo, amiga.
ResponEliminaYessy kan: todos hemos pasado momentos que nos disgusta que nos
ResponEliminamanden salir del juego en que estamos metidos. Ya sea dando voces por la ventana o desde la cocina.
El chico del relato fué ingenioso y sincero y esto le valió el feliz desenlace.
Gracias y un beso.
Rosa Desastre. Tu si que me has hecho reir con tus palabras "incordiosas"
ResponEliminaGracias por tu estupendo comentario, y te deseo una feliz entrada a la primavera.
Si TRACY: por lo que veo he recordado
ResponEliminaun montón de situaciones parejas a mi relato. Debe de ser una cosa muy corriente.
Gracias por comuicármelo, y recibe todo mi cariño.
O de cómo jugar a la vista de tu casa, se puede convertir en un problema insalvable. Pobre Juanito, por qué no se le ocurriría lo del clavo antes.
ResponEliminaTodos tenemos un clavo en nuestra vida. Algunos incluso una segunda plaza más lejos desde la que no se nos veía.
Besos
Querida Charo: Si tu has encontrado que es una buena historia, me basta con tu palabra, que és sentencia de una entendida. Muchas gracias y mucha salud.
ResponEliminaQuerida amiga Myriam: Me alegro de tu vuelta a los blogs. Yo te echaba de menos, no hay opiniones como la tuya tan fiable, oportuna y eficiente.Se trate de lo que se trate
ResponEliminaPaso a ver que es lo que has escrito esta semana, y te mando un montón de besos.
Por el momento todo bién. Saludos de Jaime.
Querida amiga Myriam: Me alegro de tu vuelta a los blogs. Yo te echaba de menos, no hay opiniones como la tuya tan fiable, oportuna y eficiente.Se trate de lo que se trate
ResponEliminaPaso a ver que es lo que has escrito esta semana, y te mando un montón de besos.
Por el momento todo bién. Saludos de Jaime.
Tienes toda la razón Sindel. El chico fué muy listo. Premio para él.
ResponEliminaGracias y recibe un abrazo del oso.
Tienes toda la razón Sindel. El chico fué muy listo. Premio para él.
ResponEliminaGracias y recibe un abrazo del oso.
Hola G A B Y* Tu siempre tan amble conmigo. Me gustan mucho tus comentarios, que te agradezco en el alma, de veras.
ResponEliminaEsta semana nos has brindado un tema que ha sido fácil e inspirador. tu trabajo perfecto.
Abundantes besos y abrazos.
Hola G A B Y* Tu siempre tan amble conmigo. Me gustan mucho tus comentarios, que te agradezco en el alma, de veras.
ResponEliminaEsta semana nos has brindado un tema que ha sido fácil e inspirador. tu trabajo perfecto.
Abundantes besos y abrazos.
Mónica Frau: Como lo sabes! amiga: Hablando se entiende la gente. Y en este caso fué decisivo.
ResponEliminaRecibe mis saludos más efusivos. y gracias por pasarte.
Muchas gracias por venir a mi blog y te mando mi deseo de una entrada en primavera, feliz y provechosa en escritura y lectura.
ResponEliminaHola José Vicente: gracias por tu cariñoso comentario. Eres muy amable amigo. Celebroq ue las aventuras de Juanito te hayan recordado momentos felices de la infancia. Abrazos y besos en cantidad para ti y familia.
ResponEliminaLoquita diplomada: Pues si hubieras hecho lo mismo que Juanito, seguro que habrias a certado. Todos estan de acuerdo que era un chico listo.
ResponEliminaSaludos y muchas gracias por comentar.
Alfredo: desde luego que sí que es un rollo jugar cerca de casa, lo mismo qur trabajar al lado de donde uno vive.
ResponEliminaY tal como dices estoy de acuerdo en que todos tenemos un clavo que nos salva en algún momento.
Saludos y muchas graias por entrar.
Jajaja, que buen relato, ¡me ha encantado!, siempre he odiado a las madres que gritaban por las ventanas, incluso cuando yo era madre y jamás lo hice, el chiquillo muy ingenioso, pero lo mismo aprendió que hablando se entiende la gente, jejeje, miles de besosssssssssssssss.
ResponEliminaJajaja, que buen relato, ¡me ha encantado!, siempre he odiado a las madres que gritaban por las ventanas, incluso cuando yo era madre y jamás lo hice, el chiquillo muy ingenioso, pero lo mismo aprendió que hablando se entiende la gente, jejeje, miles de besosssssssssssssss.
ResponEliminaSusurros de tinta: era en eso soy igual que tu, querida amiga.A mi tampoco me ha gustado nunca dar veces a los chiquillos y ens aún por la vetana. jamás lo hice.
ResponEliminaGracias por tu comentario y te envio un fuerte abrazo.
Un beso.