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dimecres, 25 de març del 2015
PALABRAS PALÍNDROMAS
Relatos de los jueves, para los jueveros
Toda al pandilla de la clase se apuntó a la excusión. Eramos unos veinte alumnos más dos profesores. con las mochilas bien cargadas de frutos secos agua y chocolate,y las acabamos de llenar con nuestras ganas de bulla y nuestro optimismo. Estábamos en primavera, salíamos de los duros axámenes y todo hacia presagiar que seria un dia inolvidable.Y lo fué.
Fuimos en coche hasta el pié mismo de la montaña de Montserrat Empezamos cuesta arriba para alcanzar el Santuario. Llegamos 3 horas después cansados y sedientos. Bebimos agua con azucar, tomamos unas almendras y reemprendimos la marcha. Todo bién. Pero nuestros planes se vinieron abajo, cuando una nube negra se posó encima de nuestras cabezas. Nunca supimos de donde salió la maldita nube, pero alli estaba a punto de darnos un buen baño.
De eso nos salvamos; peor fué, la neblina que vino luego que casi no nos veíamos el uno al otro. Perdimos de vista, todo lo que habíamos dejado atrás, y empezamso a juntarnos por el miedo de perdernos.
Un profesor se le ocurrió, hacer un nudo en cada orilla transversal de sus pañuelos de
boys-scouts, y dar uno al de delante y coger el de atrás: andar despacio toda juntos en fila india para no perdernos. Así dimos la vuelta a la montaña y la ruta nos aportó otro paso natural: el de la luz solar que recuperamos en el lado sur. Después de un buén susto, pudimos acabar con nuestro plan feilzmente.
Un relato muy entretenido, donde por suerte se logra salir de las dificultades y que sean solamente una anécdota. Me gustó como aplicaste la frase dada. Muy bueno.
ResponEliminaUn beso :)
Gran narración que nos lleva hasta ese final, donde naturalmente surge el camino natural que encontraste para adentrarte en los palíndromos!!!!
ResponEliminaBesos Monte, muy prontito de verdad!!!
Te lo has puesto fácil con un solo palíndromo.
ResponEliminaYo no hubiera sido capaz...
Bueno, al final acabó bien la cosa, apesar de la tormenta.
ResponEliminaUn abrazo
Muy buen relato. Nos vas llevando a la aventura junto a los personajes, permitiéndonos vivenciar cada momento a través de una descripción amena y detallada... Hasta la densa neblina pareció empañar mis ojos, pero afortunadamente, lo sellas con un final feliz. :) El palíndromo, encajó a la perfección en la historia!
ResponEliminaBesos!
Gaby*
El palíndromo es compatible con la anecdota.
ResponEliminaSin duda una excursión infantil que afortunadamente acabó bien. Has encajado perfectamente el palíndromo Montserrat, y el relato es un encanto.
ResponEliminaUn abrazo
Sindel: Creo que se me escapó el relato, allá por los Cerros de Übeda. Pocos palíndromos y mucha excursión. Pero mas que un ejercicio de palaablras yo siempre pensé que era un blog de narraciones.
ResponEliminaGracias por tu comentario.
Muchos besos.
Parece el palíndromo hecho para la ocasión.
ResponEliminaUn beso.
Hola Casss. Demasiada narración. le sobra la mitad. Gracias de todos modos por entrar y comentar.
ResponEliminaUn fuerte abrazo virtual,en espera del otro.
Mariajesús. soy de la misma opinión.
ResponEliminaGracias por comentar.
Un abrazo
Sí Carmen; a pesar de la tormenta y la neblina tan densa, todo acabó bién
ResponEliminate mando un saludo, esperando darte un fuerte abrazo.
Hola G A B Y* Celebro que el relato te haya parecido ameno. Yo en cambio creo que me he pasado en los detalles.
ResponEliminaTe agradezco infinito que me hayas leido, y comentado.
TE mando muchos besos, amiga.
Demiurgo: acepto tu criterio sin rechistar. Gracias Y te mando un saludo afectuoso.
ResponEliminaHola José Vicente: Me gusta mucho que me comentes, tus palabras son certeras y amables siempre.
ResponEliminaGracias y saludos.
Fabian Madrid: TE agradezco tu opinión, que valoro mucho, y te mando un abrazo fuerte.
ResponEliminaAventura y sorpresa bien coordinadas.
ResponEliminaUna abraçada.
Gràcies.
Gracias por verlo así. Os envio mil besos.
ResponEliminaBuena idea la del profesor de atar los pañuelos...sin eso tal vez la bonita excursión podría haber derivado en desgracia!
ResponEliminaMuchas gracias por participar.
Un beso
Muy bien encajado ese palíndrmo Montserrat, completando esa excursión primaveral.
ResponEliminaUn abrazo.
Me has agobiado en la montaña, pero al final descansé con la salida que le diste al relato.
ResponEliminaCreo que te ha salido un magnífico relato rematado con ese palíndromo que ofrece una salida afortunada a tus excursionistas. Me ha encantado, Montserrat.
ResponEliminaUn fuerte abrazo.
El palíndromo anudado perfectamente a la historia, como los pañuelos que guiaron a los excursionistas en la niebla.
ResponEliminaUn beso
Me imagino el espectáculo de andar todos bajo los pañuelos anudados! jejeje
ResponEliminaUn abrazo
Precioso relato con ese palindromo que resena una anecdota. Genial, Montse.
ResponEliminaUn beso