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dijous, 6 de juny del 2013
RELATO JUEVERO; HOY: LEYENDAS URBANAS
Una desazón total; un nerviosismo insólito, la acompañaban entre las sábanas de aquella noche cálida de verano. Sentía su cuerpo empapado de un sudor frio, y la sensación de su boca seca y pastosa, la hacia dar vueltas y más vueltas sin poder relajarse ni descansar que era lo preceptivo. Abría la luz de la mesita, volvía a cerrarla después de comprobar que no había nadie en su habitación, o éso le parecía. Volvía a mirar el despertador de luz fluorescente, sin acertar ni hacerse capaz de la hora. La almohada le parecía de piedra, i el colchón de cemento. Y más vueltas. Estaba al borde del colapso. Cuando amaneció, dio un grito y salió de un salto de la cama. Corriendo fué al servicio, donde había dejado su reloj antes de acostarse. eran las 7.30. UUFFF!!! que alivio!!! se había librado de aquella horrible pesadilla. respiró hondo, se duchó, se preparó un ligero desayuno, a base de café con tostadas i mermelada, salió a la calle y echó a andar en dirección al bus, que la llevaría a su nuevo trabajo, después de 10 años!!! Estaba feliz, y andaba con paso apresurado. porqué tenia unas ganas enormes de empezar el curro. Había soñado, que en aquel su primer día de empleo, se había... dormido!!!
un relato que puede ser verdad pues a más de uno nos ha pasado.
ResponEliminaUn abrazo.
La mar de realista y muy muy urbano. Uff, qué stress de sueño. Bsss.
ResponEliminaY bueno, ya te digo yo que eso está muy próximo a la realidad. O por ir al curro o alguna cosa que tengas importante. Vamos, que sueñas que te duermes y cuando te despiertas crees que todavía sueñas.
ResponEliminaUn beso
Un joc de paraules àgil y despert que et fa seguir el fil de la narració sense saber preveure el final. Curt y bo Montserrat.
ResponEliminaUna braçada
No sabes las veces que me ha pasado algo parecido, una pesadilla horrible de la que da gusto despertar.
ResponEliminaBesos
Asfixiant amiga, quin patiment!
ResponEliminaM'encanta com escrius!
Un bes enorme.
Qué bien lo has descrito...
ResponEliminauhhhhh eso sí quesería terrible!...desear trabajar con tanto ardor, un derecho que pasa a ser un privilegio!
ResponEliminaufffff...qué tiempos!
=(
Un abrazo
Es terrible vivir una noche como la qu nos relatas, sobre todo cuando el trabajo pende de un hilo, dormirse ese día creo que es de lo peor que nos puede pasar.
ResponEliminaMuy bueno y real tu relato amiga.
Besos
No puede haber peor pesadilla que la de perder el trabajo.
ResponEliminaEs como volver al no ser, como saberse un apestado de la sociedad, un don nadie.
Me explico esa mala noche.
Un abrazo.
Mas que leyenda urbana: lo has bordado.
ResponEliminaAngustiosa pesadilla, de leyenda pasa la más cruel realidad. A más de uno y una le habra sonado y mucho.
ResponEliminaUn abrazo.
Llegar tarde a cualquier sitio, es de mala educación, sobretodo si sabes que te esperan. Pero en el trabajo, ya es una cosa seria. A pesar que muchos empleados de la Administración tengan esta costumbre.
ResponEliminaGracias Pakiba por tu visita, Un beso.
Me recuerda, cuando cursaba el secundario soñaba que me despertaba tarde, y la desesperación era terrible, porque no me gustaba faltar a clase. Y solo había sido un sueño cuando veía que la hora era la propicia para llegar a tiempo.
ResponEliminaMe gusto
Un abrazo :)
Si, querida Eme: muy urbano, pero que muy urbano.
ResponEliminaUn saludito y mi habitual agradecimiento, por dejar aquí tu comentario.
Desde luego Valaf, que de vueltas dan las cosas. Quien nos iba a decir que soñaríamos con tener un trabajo!!!
ResponEliminaY una pesadilla horrible, ver que no llegas a tiempo.
¡¡¡VIVIR PARA VER!!!
Gracias por comentar. Un saludo cordial.
Hola Jan: celebro que t'hagi complagut. A mi m'agradat que m'ho, viguèssis a dir.
ResponEliminaUna abraçada.
Leonor: cuando se és puntual o muy cumplido, si que es verdad, que te despiertas por la noche, pensando en la hora, con un duermevela, que no se puede evitar. Ahora, de esto le llaman estrés.
ResponEliminaDebe quedar mejor. Gracias por tu comentario, querida amiga, de las fotos.
(por cierto: por dos veces he querido dejar unas palabras en tu blog, y no me deja.) ¿..,?
jajaja!!!Remei. Si que es pateix, sí.
ResponEliminaMoltes mercés, per ser tan amable, Records a la family, al gosset, i per tu molt de cariño
Tracy: me alegro, que pienses así, querida amiga. Un bonito halago, que me gustaría poder aceptar.
ResponEliminaGracias por entrar. Un besote grande.
Neo: como tu bien dices, el mas grande castigo del hombre, desde que el mundo es mundo, se ha convertido de la noche a la mañana, en el mayor privilegio y el mejor de los regalos.
ResponEliminaQuién lo hubiera imaginado! Santo Diós!
Gracias por pasarte i dejarme tu opinión. Besos.
Lucia M. Escribano: Veo que también eres de las responsables. Y me alegro.
ResponEliminaYo también soy del mismo pelaje.
Gracias amiga por venir, y comentar.
Recibe todo cuanto quieras de mi, te lo regalo de corazón
Juan L. Trujillo: por tus palabras deduzco que en alguna ocasión, habrás pasado por la experiencia de no tener trabajo. A mi no me ha ocurrido nunca, pero me pongo en la piel, del que lo sufre o lo ha padecido.
ResponEliminaGracias por tu entrañable comentario.
Saludos!!!
Mariajesús: Gracias por tu amable comentario. Un abrazo
ResponEliminaBuenas noches San: yo creo que sí, que a más de uno le habrà pasado algo por el estilo, y claro se pasa fatal.
ResponEliminaGracias, por venir y comentar. Te envio un abrazo virtual y grandote.
CECY: la misma historia, solo que es por el estudio. Da lo mismo. Demasiada
ResponEliminaresponsabilidad. Serias una estudiante. ¡Seguro!
Te agradezco tu visita, y te mando un cordial saludo, amiga.
Con la que está cayendo y después de diez años con la oportunidad de un nuevo trabajo, como para quedarse dormido. Es un auténtico cuento de terror, una terrible pesadilla, así que entiendo la desazón de tu protagonista.
ResponEliminaMe ha gustado mucho esta versión de leyenda urbana.
Un fuerte abrazo.
Hola Pepe. Se podría llamar tambián pesadilla actual, porqué, en estos casos, da lo mismo estar en la ciudad que en el campo. igual de acuciante i necesario.
ResponEliminaMuchas gracias amigo pero darme tu parecer. Te mando un abrazo.
La propia ansiedad que nos lleva a querer cumplir, en este caso el madrugón para estar en hora, a veces nos juega malas pasadas. Yo soy las que terminan por no dormir nada hasta que la hora llega, nada saludable por cierto. Buen relato, con el que me vinieron a la mente, ciertas noches de insomnio desesperado entre vuelta y vuelta.
ResponEliminaBesos!
Gaby*
pd: Quería agradecerte en especial, las palabras que has dejado en mi blog. Sería, por un lado, lindo que visitaras mi país, y ante todo, te dieras el gusto de conocer al Pepe, quien no sería raro lo encontraras almorzando como cualquier ciudadano en algún bolichito de barrio junto a su esposa.
Uffff!!!!Me ha dado angustia al recordar tantas noches así...menos mal que acaba bien!
ResponEliminaBesos
No debe haber situación peor aunque sea un sueño, en que uno pierde la oportunidad de su vida, al menos en ese momento. La idea es muy buena, y de la forma que lo has expresado mejor. Un relato, angustioso con final felíz "i" para colmo de males, tan real, como la vida misma...
ResponEliminabesos y abrazos mil
Es tanta la ansiedad de estas cosas nuevas que nos pasamos de cansancio, y suele pasar esto de quedarnos dormidos o llegar tarde, calcular mal el viaje, en fin. Pero lo importante es llegar.
ResponEliminaTe dejé un premio en mi blog Montserrat.
Un besote.
Esto del paro, tiene estas cosas. Ojalá existan muchos que no puedan dormir porque tienen de nuevo un trabajo.
ResponEliminaUn abrazo
A veces el deseo es tan fuerte que nos llena de temores la cabeza y nuestros sueños. Pobre chica, que descanso al despertar. Muy buen. Un beso
ResponEliminaHola G A B Y*. Ayer te dejé un mensaje, pero veo que no entró. Repito un poco resumido, lo que te decía en el:lo que me gustaría visitar Montevideo, sobretodo porqué allí conocería y a lo mejor podría hablar, con mi ídolo. Osea vuestro PEPE.
ResponEliminaCuantos Pepes crees tú que nos harían falta en nuestro país de ladrones y corruptos???
Un abrazo y gracias por pasarte.
Hola Charo: ¿quién no ah pasado una noche como la que describo? Pienso que nadie se puede librar de ella, por un motivo u por otro. Y mira si acaba bien. pues ya no duele tanto, ¿Verdad? gracias por tu comentario.
ResponEliminaMuchos besos y abrazos.
Hoy los regalo.
Hola Casss: Si que es verdad. Soñar con que se escapa una oportunidad de trabajo, en estos difíciles tiempos que vivimos, debed e ser una auténtica pesadilla.
ResponEliminaMenos mal que la del relato despertó en un buen momento.
gracias por tus palabras elogiosas y por comentar.
Recibe un fuerte abrazo.
Hola Sindel: Realmente, si no se duerme por la noche, durante el día tienes un mal cuerpo y si puedes echar una cabezadita, tiene un pase, pero, no siempre se puede.
ResponEliminaUn premio?? Que bién muchas gracias! Si puedo lo subiré, pero no te extrañes si no lo ves: Sin ir más lejos, esta semana no he podido colgar
el anagrama de Judith para el relato. con el ordenador soy malísima.
Agradecida, pero, soy un rato largo. No olvidaré este detalle, amiga mía. Te mando todo mi reonocimmiento, y admiración.Un beso
Carmen Andújsr: pues mira, tu lo has visto muy claro, y te tendré que dar la razón. Que haya mucha gente que tenga estos sueños. Sí señora, porqué si al final terminan bien....
ResponEliminaUN abrazo prieto y cariñoso.
M.J.Moreno: Desde luego que al desperar,tendría una buena alegría. Y no era para menos!!!
ResponEliminaMuchas gracias por tu comentario, amiga.. Recibe a cambio, un montón de abrazos cariñosos.
Veo que todos, toditos, todos podemos ser los protagonistas de esta leyenda urbana que nos dejas. Angustiosa y real.
ResponEliminaUn beso
Es muy cierto, querida Rosa no desastre. y lo recalco: rosa no desastre. Mira, que quieres. Una chica que escribe y comenta como tú, de ninguna manera puede ser ni llamarse desastre.
ResponEliminagracias guapa! Un besito.
Es muy cierto, querida Rosa no desastre. y lo recalco: rosa no desastre. Mira, que quieres. Una chica que escribe y comenta como tú, de ninguna manera puede ser ni llamarse desastre.
ResponEliminagracias guapa! Un besito.
has aceleardo tanto el texto o lo ques lo mismo, da impresión de aceleramiento...ello produce la sensación de angustia, LA MISMA QUE SUFRE LA NUEVA TRABAJADORA...
ResponEliminacasi casi que me has acabado de despertar.
medio beso.
Es justamente, la impresión que quería transmitir, amigo Juliano. No hace tanto tiempo que había personas que tenían gusto por el trabajo. que lo que hacían lo hacían bien, y que miraban, su curro, como si fuera una cosa suya. Esta clase de personas, cuando se encontraban sin trabajo, que pasaba muy pocas veces, se encontraban angustiados y perdidos.
ResponEliminaDe ahí que mi texto, rezume mucha preocupación y llegue a producir
insomnio.
Gracias por tu comentario, amigo.
Acabo de escribir mi nuevo post, y te emplazo a que lo leas. Seguro que tampoco lo vas a entender.
Para tí un beso entero y entrañable.