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dimarts, 23 d’agost del 2011
FINESTRES CURIOSES
Sempre he tingut a sensació de que les finestres són mot xafarderes. Que portser que nó. Però a mi em done aquesta sensació. I si al aiexcar la vista, veig unes cortines que es belluguen, penso. ja hi som!!! I si continuo amb la vista fixada en aquel punt, hi veig mes coses, un o dos caps, mes movimentents de visillos tancar els porticons, etc.
Sempre m'havia pensat que les finestres eren unes obertures naturals de neixien amb l'edifici, per donar claror i per airejar un espai. peró no, no. Son fetes només per espiar al veí i a tot bitxo vivent. Fixeu-vos sinó en els nostres pobles, els carrers son buits, no circule ni una ánima, peró les cortines es mouen com per art de magia. Porqué..? Ah!
Aquí es el misteri.
I el caminant, quand s'he sent assatjat per questes mirades furtives, l'hi venen ganes de fer ruqueries i de possaar-se a cantar i ballar, o simplement de treure-ls'hi la llegua. ES merixen aixó i més, tots els qui no els agrada de donar la cara, i de amagar el tipo al darrere d'un visillo. Ho trobo patètic. Però es real com la mateixa vida.
Mis ventanas tienen contraventanas, además de cortinas. Cuando los perros ladran insistentemente, abro la ventana de par en par y miro por si alguien se ha perdido...o me busca. Casi siempre, allí enfrente, asomada al balcón, está mi vecina, haciendo lo mismo que yo.
ResponEliminaNinguna de las dos escondida, las dos a cara descubierta.
Porque también en los pueblos hay de todo.
MªJesús, ¿como te las arreglas, para se la primera en comentar?
ResponEliminaSupogo que esto es del dominio del medio. Y como ya sabes lo que lo domino yó...
Me alegro que en Paradela seais tan normales en este aspecto. Por aquí, aunque cada vez menos, persisten las costumbres de toda la vida.
UN Abrazo
A mí me gustan mucho las ventanas, fijarme en su hechura, sus adornos, sus plantas... Y en cuanto al cotilleo, qué decirte. De todo hay: los que curiosean, los que se entretienen, los que sueñan...
ResponEliminaUn abrazo, Monserrat.
Las ventanas, en efecto, dicen mucho de la persona que vive en la casa...
ResponEliminaM'agraden tant les finestres, sobretot les dels pobles, com aquesta tan maca que ens portes... Jo també vaig dedicar una entrada a les finestres. Ens connecten amb el món, Montserrat. I ens permeten resguardar-nos del fred.
ResponEliminaHola Isabel: mí también me gustan ls ventanas. sobretodo verlas desde fuera. ESta que he fotografiado para la entrada de hoy, está justo encima de un arco romano, que se encuentra cerca de las excavaciones del foro y del circo romanos de Tarragona. aproveché un momento la señora que asomaba, entró en interior de de la casa. Gracias nuevamente por tu opinión. saludos!!!
ResponEliminaBona tarda Ramón: No sabia que haguessis escrit sobre aqueste tema. Ya deu fer temps oi? Si que ens connecten, amb el món. lo de reguardarnos del fred, tinc els meus dubtes.
Reb una forta abraçada de la teva amgiga
Hola profesor: Hacia mucho tiempo que no venia a comentar. Estoy contenta de saberle otra vez por aquí, y le doy las gracias. Le echaba de menos.
ResponEliminaEstas ventanas virtuales no tienen cortinillas, pero a veces venimos a la tuya para ver ese bonito rosal :)
ResponEliminaY ni se te ocurra ponerle cortinas que está bonita así.
Un abrazo.
Ya, ya... Gracias de todos modos por el piropo. cuando me adulaís a sabiendas de que tengo un blog patatero que no sé manejar. pues... pues
ResponEliminahasta otro dia!!!
Las ventanas son los ojos de las casas... y como en todas ellas, hay curiosidad sana e insana, para cotillear o para matar la soledad, que de todo hay. Pero -en esencia- tienes razón, también me fastidia sentirme observada tras unas cortinas :)
ResponEliminaun abrazo
DE acuerdo en todo contigo Mariluz. completamente. has sintetizado perfectamente mi sentir.
ResponEliminacomo simepre te adradezco tu opinión.
Un abrazo
quise decir siempre. Por mucho que me esfuerzo siempre, van un montón de gazapos en cada respuesta. Mis lectores entre los que estás tú, ya me dán por caso perdido. Esto no lo arreglan los correctores. Gracias por tu comprensión
ResponEliminaQue bonita entrada, Montserrat. Me encantan las ventanas y si están cargadas de años mejor. Verlas en los pueblos, añosas, con la madera, recalentada por el sol y fría cuando hiela, pero están ahí, con su gran ojo atisbando el día a día. Si hablaran!!!
ResponEliminaUn abrazo,
Luis.
Pues allá ellos, Montserrat, yo seguiré usando mis ventanas para asomarme hasta la cintura y ver amanecer y anochecer, y saludar con una sonrisa a quien pase por mi calle.
ResponEliminaUn abrazo.
Hola Mercedes: y haras muy bien. no hay que confundir el asomarse a la ventana, con el esconderse tras los visillos. Que quede muy claro.
ResponEliminaTe deseo unos dias livianos, y todo lo frescos que puedas. Un beso.
Saps? Aquesta primavera vaig descobrir l'única finestra que queda amb reixa, per a no veure el seu interior, a Barcelona. es troba al carrer Montcada, on comença el primer palauet del museu Picasso. Val la pena fer una passejada i veure-la.
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