El silencio:
No descubro nada nuevo si afirmo que el silencio es de una importancia enorme. Sabed que es una manera sutil de castigo, y de tortura. Solo hay que pensar en los delincuentes y a los que cierran en un zulo completamente insonorizado y oscuro. Salen casi muertos. Eso los que pueden resistirlo. Porque el bullicio es para estos casos signo de vida y la certeza de que existe un mundo, en movimiento, que no están solos ya que la soledad en como el silencio: una mala compañera de viaje.
En cambio está otro silencio que todavía es más inquietante, pero que se nos hace muy necesario. Aquel que no podemos evitar, porque es el que nos da el pan de cada dia. El ruido que nos viene con el trabajo, y la diversión. Con salir fuera de tu ambiente en un lugar bullicioso y de parrandeo. un trabajador pongamos de una discoteca. u otro de una industria metalúrgica. incluyo también a los profesores de un Instituto. Estos són supuestos, que todavía resultan más dañosos y sus defectos ya no se pueden curar. -es la sordera parcial o absoluta.- Hay trabajos como prensas, chapistas, mineros, aeropuertos, hacen unos ruidos que alteran la salud de manera incontestable. Eso la Oms tendría que decir algo al respecto.
Y ya que hablamos de ruidos y silencios hace falta hacer una seria advertencia, a los jóvenes que con sus estridentes músicas se pasean por las calles de la ciudad con todos los decibelios que son capaces de arrancar de los grandes altavoces y que hacen caminar el coche sin gasolina. Jóvenes que ademas ponen en peligro su salud, pasan por las noches solo para despertar todo el vecindario, y esto es molesto.
Lo mejor de los sonidos es que por otro lado, nos brindan la oportunidad de gozar del silencio. y este es un disfrute que no es para desperdiciarlo. Porqué da reposo y total relajación a todos los sentidos. Hay que salir de la ciudad, y caminar un poco por le campo. La vida ya no se oye igual.
2ªparte:
Ayer tuve la suerte de comprobar una cosa bien distinta, a lo que he dicho hasta ahora. Rompí el silencio que tanto me agrada. Asistí a un concierto en el Auditorio de Barcelona que me fascinó. Un director que también es solista de violín, y sus 90 músicos hicieron las delicias del público que no le dejaba marchar, a pesar de habernos regalado unos vises fantásticos.
Esos jóvenes que van con las ventanillas abiertas del coche y con los "bafles" a todo trapo,no los entendemos, es que pretenden socializar la música, que sea para todos.
ResponEliminaTampoco es malo el silencio de una playa en el mes de Noviembre, solo roto por la repetida cadencia de las pequeñas olas en la arena.
Besos.
Qué maravilla esa audición. Seguro que la música no puede confundirse con el ruido jamás, salvo algunas cosas estridentes que salen por algunas ventanillas de coche :-).
ResponEliminaPor el silencio sanador, y los sonidos melodiosos. Un abrazo
Que buen exposición nos has hecho del silencio , desde luego cuantas formas y maneras tiene y cada una nos deja una buena o mala relación con él ..Me alegra que te gustará ese concierto y lo disfrutarás .
ResponEliminaAbrazos !!.
Me gusta el bullicio, las risas de los niños, la voz de mi hija cantando... y adoro el silencio en la naturaleza, en mi casa, me relaja y muchos ratos me hace compañia. felicidades por ese concierto, Abrazo
ResponEliminaHay ruidos y ruidos, los hay armoniosos, como esos violines y los músicos tocando, o ese ruido de las olas en los meses carentes de bullicio, luego está el otro ruido, el que te deja sordo bien voluntariamente poniendo los auriculares a toda pastilla o la música de una discoteca o bien el del trabajo, es aquí donde la OMS da respuestas a las empresas, exigiendo la utilización de equipos, llamados EPIS (equipos de protección individual) para evitar todo aquello que pueda afectar a la salud del trabajador, bien es verdad que la falta de inspectores hace que los empresarios se pasen esto por el forro de los coj**es, desde la crisis, las enfermedades laborales y los accidentes de trabajo se han multiplicado.
ResponEliminaSaludos
Montse gracias por tu silencio.
ResponEliminaTe llamo cuando esté preparada para echar un ratito.
Gracias por tODO, AMIGA.
Tanto el silencio como el sonido, en su justa medida y en momento oportuno pueden ser enormemente sanadores. Bien lo has ejemplificado, Montse. Un abrazo
ResponEliminaAhhhhh!!! Sera eso. Con la buena intención que llevan y yo encima los critico. Ciertamente el ambiente gris y húmedo de una playa en invierNo,es un silencio reparador y sentarse a contemplar las olas como van y vienen en su contínuo devenir, es otro bálsamo para el alma.
ResponEliminaAyer me acordé de tí Juan, pero me hallaba fuera de lso largos hilos de Internet.
Si te vale hoy:w MIL FFELICIDADES!!!
Albada Dos: Claro que el ruido no se puede confundir con la cadencia y el sonido de una buena oroquesta. y con la que yo fuí a escuchar aún menos. Son dso polos opuessto. Te agradezco el comentario. y te envio unas sonrisas
ResponEliminaBuenas CAmpirela:
ResponEliminaGraias por tu comentario amiga. Si hicéramos un análisis mas profundo, todavia encontraríamos nuevos, inventos para hacer o deshancer el silencio.
Besucos grandotes.
ESter: a mi me gusta mas el silencio, pero si he de aguantar el bullicio de los niños o el berrear de los animales, lo soporto bién
ResponEliminagracias por tus palabras, queirda amiga. BEsos
Hola Emilio Manuel:he de darte toda la razón porque la tienes. Lo reconzco. Menuda didfencia hay entre oir una melodia armoniosa y bién interpretada a otro ruido cualquiera de lso muchos que se escuchan por ahí. LO primero es un placer lo segunto un martirio.
ResponEliminaGRacias por comentar,que tengas un buén fin desemana
GRacias a tí por comprenderme. Guardate del calor porque aprieta de verdad.
ResponEliminaMuchos, besos y abrazos
Buenas Neo: Tu si que lo dices corto y claro Amig.Gracias por ser tan efectiva.
ResponEliminaUN abrazo caluroso que no quiere decir sudado eh?
Hace un par de dias pude ver en una television a una chica joven que era sordo-ciega, una chica muy guapa que luchaba dia a dia para superar su (dis)capacidad, era modelo en la pasarela de Madrid.
ResponEliminaUnos quieren ruido, otros el silencio y hay unos pocos que ni oyen ni ven porque no pueden aunque les gustaria.
Saludos
La vida es así mi querido amigo. Lo que unos desprecian lo quieren los otros. Con lo bién que estaríamos todos si tuviéramso setido practico de lo que es un termino medio
ResponEliminaSaludos muy afectuosos y que tengas un buén verano. (Y veraneo)