Por recomendacion de Sindel escribimos en la semana 40 de 53
Desde hace 15 años estoy tan acustumbrada a las despedidas que me parecen la cosa más natural del mundo. Teniendo un hijo con toda su famíla, en el extranjero a dos horas y media de avión, una sabe que cuatro o cinco veces al año, toca la alegria del reencuentro y la pena de la despedida poco después. Y a base de años el cuerpo se va acostumbrando a esta dinamica, y no pasa nada. Afecta, pero menos.
Existen otra clase de despedidas que esas sí que dejan huella perene. Són los adioses definitivos, de los familiares más próximos. aquellos que te dejan el alma rota y el corazón malherido. En estas circuntáncias, el sufrimiento es tan grande, que la tristeza te invade durante mucho tiempo y no se reacciona hasta pasados bastantes meses, años, e incluso nunca. Y estas separaciones, impuestas por ley natural, són en la vida de una persona corriente hechos inevitables, por desgràcia.
Es una grave lesión y jamás sana del todo.
No todas las despedidas son iguales, algunas anuncian un regreso, otras son heridas de vida. Un abrazo grandeeee
ResponEliminaHay despedidas que son crueles, las de los seres queridos que pierden la memoria para no recuperarla jamás.
ResponEliminaUn abrazo.
No me gustan las despedidas. He tenido muchas y aún me duelen.
ResponEliminaPero bueno, no a todos nos pasa lo mismo.
Te dejo mi cariño y muchos besos.
Cuando se sabe que las despedidas son definitivas, una especie de tajo nos raja el alma y nada vuelve a ser igual. Muy buenas tus reflexiones, Montse.
ResponEliminaUn fuerte abrazo
Esas últimas son muy tristes porque sabemos que son definitivas. Las otras son más amenas, ya que siempre hay un nuevo encuentro. Pero igual todas las despedidas son un poco tristes.
ResponEliminaBesitos.
En las despedidas irreversibles , ni pienso. ¡Cómo se sufre!
ResponEliminaLas definitivas nunca se superan, uno se acostumbra a ella, pero sigue doliendo...las otras son más llevaderas. Siempre es un placer leerte.
ResponEliminaBesos
Si es verdad toda despedida deja un sabor amargo, sea en lo que sea porque no se volverá a ese momento de la misma manera, me encanto leerte.
ResponEliminaUn beso Marta
Este: A esas me referia en mi entrada, las demás son circunstanciales y pasajeras. Aunque las amorosas duelen mucho también.
ResponEliminaUn besito
Esther Planelles: si que tienes razón. Estas despedidas en vida de los seres queridos.levantan ampollas que ya no curan. Gracias por comentar. Un beso
ResponEliminaMaria del CArmen Nazer: Cierto és que las despedidas no gustan a nadie. Pero al igual que en todas las cosas,las hay mas fuertes y desgraciadas que otras. GRAcaispro entrar y dejarme tu opinión. Besos naturales sin conservantes ni edulcorantes artificiales.
ResponEliminaSí,neo: ES verdad. La herida es muy profunda en estos casos. Pero tarde o temprano llegan. Un fuerte abrazo y gracias!
ResponEliminaSindel:esmy ciertoque las despedidas entere amigos o parientes lejanos son distridas y no duelen.Pero están las otras que Diós nos libre!!!
ResponEliminaUN abrazo y gracias!
TRacy:TE puedo asegurar que se sufre como con nada más en la vida.
ResponEliminaGRacias y saludos
No,queida amigaMusa,las definitivas no se llegan a superar nunca.
ResponEliminaUn abrazo y mil gracias por tu comentario.
Maria Lidia noele: un sabor que es hiel pura. Nunca mas desaparece.
ResponEliminaGRacias por entrar y dejarme tus bonitas palabras Un beso.
Has hecho una buena reflexión con la palabra de esta semana. No es lo mismo despedirse de alguien a quien vas a volver a ver que saber que ese ser amado se va para siempre. Eso es un dolor que no tiene cura.Nos vamos acostumbrando a la vida sin su presencia pero jamás sale de nuestro pensamiento y con cada recuerdo vuelve a atravesarnos el corazón.
ResponEliminaUn beso.
Muy lindo texto, reflexionando con esa palabra. Comprendo lo que sientes al despedirte de tu hijo. También mi familia pasa por lo mismo. Mi hermano se casó con una chica holandesa, y decidió residir en ese país. Pero vienen de visita solamente para las navidades, un viaje anual de 16 horas (vivimos en New York) que jamás ha fallado, pero da igual al llegar la despedida duele muy fuerte, más a mis padres.
ResponEliminaBeso
Leonor: una reflexion que es un pensamiento de sentido común. nada más. Lo que la vida y los años nos va enseñando.
ResponEliminaAprovecho para mandarte un abrazo grandote.
y te recuerdo que se acerca al temporda de las agujas. Tendras que preparar y reponer tus exitencias.
Hola Yessy kan:siendo que también sois una familia internacional, ya sabeis lo que són las despedidas. Pero en este caso mejor pensar en los reencuentros que son maravillosos.
ResponEliminaGracias por contarme, todos estos detalles de tu familia. A tí y a ellos os mando un fortísimo abrazo.
Bonito texto Montserrat.
ResponEliminaConozco las alegrias de las venidas y las despedidas de los familiares cuando se marchan.
Estas despedidas no me gustan, cuando marcha mi familia estoy unos dias tontorona.
Lo otra despedida, es la peor, cuando sabes que no van a volver, que estan en otra galaxia donde no podemos ir.
Emocionante tu aporte
Un beso
Isa
sabiduría real en tus palabras Monserrat....
ResponEliminaisa Iss: me imagino que conoces todos estos sentimentos, porque viviendo la familia en distintos paises, no queda otro remedio, y pco a poco se van aaceptando. Lo otro es tan doloroso como la misma muerte. Muchas fracias por entrar a comentar. Un abrazo otoñal
ResponEliminaLao: Mas sabe el diablo por viejo que por diablo. Lo sabias? Pués eso.Un abrazo y mucha salud.
ResponEliminaQué tristes son todas las despedidas... Pues, la de los hijos, cuando nos dejan... pesan mucho. Las otras... como tú dices tan bien.
ResponEliminaMuchos besos.
Hola Carmen Magia. Muchas gracias por visitarme. Tu opinión me importa mucho. Te mando un abrazo del oso. Tu sabes que es el mas grande y caliente de todos,
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