dos utilidades.
hace años fuí a saludar a la madre de de mi mejor amiga que hacia unos dias que no se encontraba bién. Un tarde fuí a visitarla, y como mandan los cánores de la buena educación y cortesia, me pasé antes por la floristeria, y compré un ramo de flores para llevarle. La mujer lo agradeció y mandó a su hija pornerlas en un jarrón con agua, y dejarlas cerca de para poder difrutar del aroma y de la vista de tan delicado regalo. Me marché de la casa, contenta por haber procedido correctamente, y de haber sentido el agradecimiento,de las dos mujeres.
A primera hora del siguiente dia, recibo una llamada, de mi amiga diciéndome, que aquella noche su madre habia fallecido inesperadamente. fuí corriendo para su casa., y vi a la difunta antes de que se la llevaran al tanatorio, y con enorme sorpresa observé que entre sus manos llevaba parte aquél ramo de flores que le habia regalado el dia anterior Me dió un vuelco el corazón. Mi amiga me dijo: Lo he colocado así porqué éstas, seran las primeras flores de su entierro y las últimas que ella amó en vida. Ante semejante planteamiento, me abracé a mi amiga y lloré con ella largamente.
Una hermosa y prolija narración. Me gustó mucho. Le diste un final precioso. Un broche de oro.
ResponEliminaTe dejo un puñado de besos de sol.
¡Feliz semana !
Hola tocaia.
ResponEliminaLes teves flors vàren adornar el final del seu camí en aquesta terra.
El seu perfum acompanyaría la seva ánima cap el cel.
Petons, Montserrat
Una historia realmente entrañable. Abrazos
ResponEliminaUna historia fuerte, llena de emociones, la verdad me ha tocado el alma.
ResponEliminaUn beso!
Tus palabras tienen una cuota reconfortante en una historia muy humana...y mucha sensibilidad!
ResponEliminabesos Montserrat.
Entrañable anécdota que te muestra como una bella persona, sensible y generosa.
ResponEliminaUn abrazo
Que entrañable. Fue lu último que vió y lo primero que se llevó al otro lugar....
ResponEliminaLas casualidades de la vida.. tús flores allí estaban.
Un beso y gracias por visitarme.
Conmovedora anécdota,
ResponEliminaque nos entrega una lección,
de como debemos actuar,
porque esas flores, no sabemos,
si son las últimas que recibirán
o las últimas que daremos...
Un comentario que me ha sonrojado querida Maria del Carmen. Te lo agradezco infinito.
ResponEliminaYo te mando muchos besos, con sabor a mermelada de fresas.
Hola Montserrat Llagostera: M'has fet un molt encertat comentari. Gracies guapa. La cosa no va ser intencionada, però va sortir bé dintre la desgràcia de la pobra dona.
ResponEliminaUna abraçada.
Gracias Ester por entrar y comentar.
ResponEliminaRecibe un fuerte y cariñoso abrazo
Muchas gracias Sindel. Celebro que la historia te haya gustado, porqué es auténtica.Pero yo esperaba una regañina por lo mal presentada que está. Lo he dicho mil veces, que a mi la informática me cogió con demasiada edad. y ayer aunque quise retificar no me fué posible. Habia añadido un ramo de flores.El título era:"regalar flores" debajo venia el consabido Contar semanas con Sindel, y por mucho que lo intenté simpre me salia este churro, que me averguenza. Y que era en principio un borrador. Cree que lo siento de veras. Muchas gracias por aguantarme y no te puedo prometer quen sigan saliendo mas churros que són completemente ajenos a mi voluntad
ResponEliminaMuchas gracias amiga Casss por entrar a mi blog, aunque esté lleno de gazapos.Un fuerte abrazo vuela por las ondas hacia ti.
ResponEliminaMuchas gracias también a tí querida Neo,que también has sabido separar el grano de la paja.
ResponEliminaTe envio un abrazo enorme y cariñoso
Sueños de sinceridad: Cierto La flores estaban ahi ya de por siempre
ResponEliminaHa sido un placer recibirte en mi blog de estar por casa.
Saludos muy cordiales y gracias.
Hola Jenofonte:Yo nunca pretendí dar una lección de comportamiento a nadie
ResponEliminasucedió todo por azar,
Gracias por pasarte amigo y cuenta siempre con mi consideración y afecto
Precioso Montserrat. Es un bello recuerdo. Las flores son símbolo de amor.
ResponEliminaUn abrazo
Hay detalles que sin nosotros saberlo llenan el alma de paz y es justo ese regalo el que nos abre la puerta de una senda sin igual. Tu gesto fue lo que ella necesitaba para hallar su paz y su hija supo leer ese mensaje que tu le entregaste lleno de amor.
ResponEliminaBesos
Una historia triste y conmovedora. A veces la vida nos guarda esas sorpresas inesperadas, que nos dejan consternados. El acto de la hija, muy significativo. Emociona.
ResponEliminaBesos amiga!
Gaby*
Tu regalo fue el último y se fue en parte con ella. Nunca debemos dar por hecho que hay un mañana. Lo que queramos decir o hacer debemos hacerlo con diligencia porque el futuro es hoy.
ResponEliminaUn beso.
Cuentas una historia muy tuya, real y que deja enseñanza. Es conmovedor, descubriese en el lugar justo sin saberlo.
ResponEliminaSean querido en ese dolor.
Un abrazo :)
Que enternecedor y que bonita historia de amistad con la presencia de las flores.
ResponEliminaFuerte y emotivo relato, un gesto de ética placentera y a la vez muy bien recibido.
ResponEliminaBesos
Conmovedora historia que, a una melancólica como yo, le viene de lujo leer.
ResponEliminaQue suerte haber encpntrado éste blog. Lo visitaré más seguido.
Pdta: Me gustaría saber tu opinión sobre el mio. No soy muy habitual pero hago mis intentos.
Gracias anticipadas.
Buenas noches Carmen: si siempre lo he oido así.Pero unas más que otras.
ResponEliminaUna rosa roja por ejemplo, se presta a esta interpretación que un gladiolo
Muchos besos y muchas gracias!!!
Ilesin: Tal como lo dices, casi me convences. Pero aquí jugó un papel importante la casualidad.
ResponEliminabonito comentario, que te agradezco en el alma. Muchos besos
Hola G A B Y*: Yo también peinso que mi amiga demostró, con este gesto todo lo que me queria.
ResponEliminaGracias por tu visita, amiga. Recibe toda mi consideración y estima
Es verdad Leonor que nunca sabemos si el mañana llegará. NI si la semana que viene serà al última de nuestra vida. hay que tenerlo en cuenta y obrar en consecuencia.
ResponEliminaMuchas gracias y muchos abrazos
si, fué una experiencia conmovedora.
ResponEliminaAdemas de saber que tengo una amiga de verdad.Gracias por pasarte amiga
CECY. Un abrazo enorme
Hola Tracy: Es un gusto saber que lo has encontrado enternecedor.
ResponEliminaGracias y mil besos para tí.
Yessy kan: Gracias amiga mia. Por supuesto, que la ética tiene siempre su recompensa. Pero yo jamas pensé en ninguna. Un abrazo y muchas gracias por tu comentario.
ResponEliminaBienvenida a mi blog de andar por casa. Puedes venir siempre que te apetezca. Yo te recibiré con los brazos abiertos.
ResponEliminaSaludos muy cordiales.
Conmovedor y tierno relato.En aquel ramo de flores dejaste amistad, dolor, solidaridad, ternura; a veces no se saben decir con palabras, y unas flores es una hermosa forma de trasmitir sentimientos.
ResponEliminaUn abrazo.
Se despidió de este mundo con el color y el aroma de tus flores, las últimos que disfrutó y las primeras que la acompañan al otro lado de la puerta. Me ha gustado mucho MOntserrat.
ResponEliminaUn fuerte abrazo.