los suspiros nos delatan, nos desnudan, nos muestran la vida en diferentes tonos, y de todos los sentimientos que podamos experimentar. La pena nos hace suspirar, la melaconlia nos hace suspirar. El aburrimiento nos hace suspirar, la alegria, nos hace suspirar, el cansancio, nos hace suspirar i por lo que suspiramos todavia más es por los males i las alegrias del amor. Por los desengaños, por las ausencias forzadas i por las voluntarias; por los celos; por el desamor. Y los suspiros más dolorosos: Los de la pérdida de un ser querido. Por estos mejor no tener que suspirar. Y rogar suspirando para que no lleguen nunca.
Cuántas clases de suspiros!!! Me quedo con los de amor, son los más lindos!!!
ResponEliminaBesitos.
Pero, dijo el poeta, son aire y van al aire.
ResponEliminaTantas razones para suspirar... es difícil que no se nos escape alguno!
ResponEliminaMuy buen recuento de suspiros has hecho Montserrat!
Besos!
Gaby*
Hola Montserrat ¿te acuerdas de aquel chiste que decía?
ResponElimina__ Suspiráis princesa
Y ella contestó:
__ No, me quedo.
Molts petons
Montserrat, los suspiros hay quien dice que son un instante entre dos eternidades. Particularmente los veo como espitas por donde escapa un poco la presión emocional que los sentimientos a veces provocan en nosotros. Son necesarios porque colaboran a restablecer el necesario equilibrio.
ResponEliminaUn abrazo.
Por desgracia esos suspiros más tarde o más temprano los tenemos que suspirar.
ResponEliminaUn abrazo Montserrat