Hablar de la fiebre del oro, es sencillamente hablar de cine. Y concretando más, hablar de un género único y bien definido: El Western. Porqué las mal llamadas películas de “indios”, nos hicieron conocer sin proponerselo unas realidades oscuras e insospechadas de lo que fué un saqueo y un expolio de los mas grandes de todos los tiempos: La conquista del Oeste ameriano por las fuerzas yankees; Comparable solo a lo que los conquistadores españoles hicieron en Sudamérica.Osea, que nos mintieron siempre, porque en realidad, los buenos, de la película, eran los más malos, de entre los malos. De aquellas historias polvorientas en Technicolor, ignoro si verdaderamente las cosas fueron, como nos las han explicado los cineastas, o la verdad está en otro sitio muy diferente. Ya fueran los valientes del 7º de Caballería, o los intrépidos buscadores de oro en Tulsa. En estas cintas los hechos resultan siempre grandilocuentes i apoteósicos, confeccionados a la medida de lo que pide el espectador. Otras veces, se disfraza la realidad con una buena dosis de arte, que es la tónica dominante de muchas películas de Clint Eastwoot, por ejemplo, y que no se parece en nada, a como nos las pintaron los grandes directores, del cine holywoodiense, de antaño. Por este motivo, las versiones que dan unos y otros, la mayoría de las veces en nada se parecen. Siempre existe un pequeño matiz, una diferencia notable, o una gran falsedad documental.
Dejadme, que os hable de los buscadores de oro actuales, porque los hay:
y que rentabilizan muy bien el tiempo que dedican a este menester. Son
los hombres y mujeres aficionados, a buscar oro y otros objetos que se
quedan olvidados o perdidos: en las playas!!! Van con detectores de
metal muy sofisticados, y logran obtener sus particulares pepitas de
oro, de las entrañas playeras.
Todos los bucadores de oro se olojan en el blog de juan Carlos. Juevero Mayor
