Velas cirios y velones
Aquel velón alto, grueso y tan bien encumbrado encima de su candelabro plateado,miraba a los otros cirios, con desprecio manifiesto. El era el mas importante de la casa y lo sabia, por esto se había vuelto orgulloso, pedante y frívolo. El caso es que no alumbraba nada,. Permanecía siempre apagado porqué su alta estatura no estaba al alcance del mayordomo que cada día, iluminaba los salones de la señora marquesa. Pretencioso como era, observaba a los otros que con las horas se iban consumiendo. Y en cambio el estaba siempre erguido y hermoso. Como un David de Miguel Ángel. Inalcanzable
Había el la casa infinidad de velas pequeñas, humildes, cirios a medio gastar que se utilizaban para cosas sencillas como bajar a la bodega, ir a las caballerizas por si todo estaba en orden, u otros menesteres más cotidianos. Para él estos otros servicios que prestaban las insignificantes velas, le parecían una simpleza, un favor menor y de poco lucimiento. Menospreciaba su suerte.
Tardó tiempo, pero al final se dio cuenta que desde aquel pedestal, no se enteraba de nada, veía pasar a la gente, con prisas de un sitio para otro, hablando comentando murmurando. Pero él a dos velas. (nunca mejor dicho).
Y tomó una decisión. Un buen día decidió dar un salto al vacío, y se hizo mil trocitos de vela. Desde aquel momento empezó a saber lo que era vivir como ellas. Y le gustó. Entraba en todas las estancias de la casa. Desde el cuarto de juegos de los niños hasta alumbrar las oscuras dependencias de los sirvientes, o asistir a los juegos de los adultos en las ardorosas y calientes noches sin luna. De los intríngulis, de las peleas, de los dimes y diretes, de las relaciones de unos con otros.Tubo que aceptar, que la uténtica vida de una vela, era dar y recibir luz, de todo lo que acontecía a su alrededor.
Casi, casi casi, el velón hizo la función que hace la buena gente, alegrar a los demás con un pequeño rayo de luz. Muy bonito.
ResponEliminaNo tengo problemas en entender el catalán, soy castellonera y valenciano parlante!!!!!
Bravo por ti que escribes igual de bien en las dos lenguas!!!
Un beso y cafelito.
De velón i espelmes va el tema.
ResponEliminaCada un ha de ser el que és, sense avassallar, amb humilitat. Ningú hauria d'estar per sobre de ningú.
El velón no hauria d'haver-se pujat a la supèrbia i per sobre de les espelmes;
només té la sort de ser més gruixut i durar més temps encès, virtut que hauria d'haver-compartit amb ellas, que son més fràgils, sense necessitat de trencar.se per entendre el que elles són.
Has escrit un conte amb moralitat "digues que presumeixes i et diré ..... que et trencaràs.
petons
Anna J R.
Incluso las cosas han de sentir el placer de servir para aquello para lo que han sido creadas.
ResponEliminaPrecioso y alecionador relato. Me ha gustado mucho.
ResponEliminaUn cuento con moraleja, al fin y al cabo también las personas somos capaces de transmitir luz. Muy bonito Monserrat.
ResponEliminaUn abrazo
Es mejor estar a la altura de los demás y así compartir la vida, en vez de quedarse en la soledad y la soberbia de un pedestal.
ResponEliminaUn relato hermoso, que deja una enseñanza.
Un beso enorme.
Una entrada llena de luz, sabiduría y bondad. Mols petonets.
ResponEliminaEntendió el sentido de la vida, para eso nacen las velas y de paso algunas buenas personas.
ResponEliminaPetons molts.
Original enfoque. La vela cobra vida, una vida que sin aparente sentido en un principio, pasa luego a develarlo (apropiada la palabrita) al cumplir un papel activo. Y es que vivir aislado y sin un fin, no es vivir! Me gustó mucho tu relato.
ResponEliminaBesitos al vuelo!
Gaby*
Encantadora metáfora Montserrat. Aplicándolo a la vida real, nos habla de todas aquellas personas importantes y fastuosas que, desde su pedestal de poder, no se enteran de las verdaderas necesidades del pueblo.
ResponEliminaLa lástima es que casi nunca se toman la molestia de "romperse" a si mismos para mezclarse entre la gente corriente. Así nos va.
Me encantó.
Un abrazo
¿qué sentido tienen una vela sino dar luz a los demás?...una lección que afortunadamente aprendemos gracias a tu texto!
ResponEliminaUn abrazo
Siempre aprendiendo con tus relatos.
ResponEliminaMe gustó mucho.
Un abrazo.
Hola Censura, Gracias pro tu comentario tan amable sobretodo, tu comprension en cuanto a mi lengua. me alegro que lo consideres como una riqueza en lugar de verlo como un punto negativo.
ResponEliminaUn abrazo cálido y sincero.
Me gustan las velas, pero sobre todo me gusta la luz.
ResponEliminaUn beso.
Me gusta el relato, querida Monserrat. Con el primer párrafo (muy bueno) me he reído, pues llevas mucha razón con esos cirios tan pagados de sí mismos. Y el final es delicioso, propio de una persona con gran sensibilidad, como la que tú atesoras.
ResponEliminaUn beso kilométrico que te llegue con todo mi cariño hacia ti, que es mucho.
Desde lo alto de un pedestal no se vive igual, bajar y ser uno más, es disfrutar de lo que realmente importa. Mucha entrega encontré en este cuento con moraleja.
ResponEliminaUn beso.
El velon dió un salto al vacio y se rompió en mil pedazos.... Me encanto esta imagen, la metáfora del hombre pagado de orgullo, que se da cuenta a tiempo, que ese no es sú destino....Una preciosa lección de vida, atesora tu relato
ResponEliminaMonserrat.
Me ha encantado conocer tus letras, te enlazo para poder volver.
Gracias por tu visita a mi rincón.
Abrazos cariñosos.
La vida humilde, pues, es la única que puede ser llamada vida. Lo demás, escaparate, normativa fría, belleza inservible.
ResponEliminaHoa Anna: Penso que ningú ha d'estar per damunt dels altres. De vegades es paga ben car.
ResponEliminaMoltes gracies per entrar a comentar. No m'esperava menys de una amiga com tú.
Una abraçada molt gran.
Por supuesto Mariajesús, cada cual a de ocupar el sitio que le corresponda por ley natural. Aunque nos e si seria justo o politicamente correcto.
ResponEliminaEs todo tan dificil de entender!!!
Saludos.
Gracias Tracy. Eres muy amable. no se si mi relato es bueno o no, pero celebro que te haya gustado.
ResponEliminaRecibe una abrazo muy cariñoso.
Hola Encarni: Supongo que la edad hace que veas las cosa con moraleja
ResponEliminaalecionadora. Y a mi me cuesta ir contra mis pricipios,. (jajaja). Muy bien organizado tu jueves.
Besos.
No hay que mirar desde las alturas, hay que bajar a la base para saber como se vive. Es una buena metáfora dados estos tiempos tan malos.
ResponEliminaUn abrazo
Por supuestísimo, Sindel. estar muy arriba es estar completamente aislado. en todos los órdenes de la vida.
ResponEliminaGracias por darme tu opinión, querida amiga. Un beso.
Hola Eme. Luz sabiduria y bondad! Demasié pal boddy!!! pero te lo agradezco mucho, querida amiga.
ResponEliminaMucha salud y buen rollo.
Gracias Nátaly. Te adradezco muy mucho tus amables palabras.
ResponEliminaUn abrazo grande y cálido.
Gaby te doy las gracias de corazón,
ResponEliminapor tu criterio que por supuesto comparto. y también por molestarte y pasar por mi blog.
Besos.
Hola Montse,
ResponEliminaSí, creo que pasa en todas -o en muchas- casas, que las mejores velas se guardan para unas grandes ocasiones que acaban por no llegar nunca.
Se usan en cambio aquellas velas sencillas, menudas, con color de vela que sí cumplen su misión, aunue cada vez menos, por cierto. Ya casi nunca se va la luz y cuando se va, acostumbra volver al cabo de poco.
El salto -el suicidio- de la vela grande es toda una metáfora... que había que inventar.
Muac.
Me alegro mucho que te haya complacido mi relato. en parte dictado por la experiencia y la observación, de todos estos temas del comportamiento del hombre
ResponEliminaGracias por pasarte José Vicente.
Un abrazo.
Me hace feliz saber que mi texto te haya servido para aprender algo.
ResponEliminaGracias Neogéminis por comentar. Besos.
Pakiba. Te mando un abrazo muy grande pero tu fidelidad y adhesión.
ResponEliminaGracias, amiga.
Pakiba. Te mando un abrazo muy grande pero tu fidelidad y adhesión.
ResponEliminaGracias, amiga.
La luz de las velas es inexplicablemente agradable y cálida. Invita a la confidencia y a la reflexión.
ResponEliminaSaludos cordiales. Fabián Madrid.
Hola isabel.De nuevo comentando cosas que me gustan, como siempre. Nunca me defraudas. eres demasiado amable. pero te lo agradezco.
ResponEliminaMuchos besos Talgueros. Que no Averos.
(queda claro supongo).
Por supuesto San. De ninguna manera,se ha de vivir al margen de los demás. ha se ser incómodo i poco `práctico.
ResponEliminaGracias por pasarte a comentar, querida juevera.
anoche, eran las 4 y aun andaba dando vueltas...y, claro, puse el despertador a las 10, por que si no, hoy, la verdad, me hubiera levantado a las tantas...eso sí, mis ojos son como platos...lunas llenas...
ResponEliminay sabes, de estas menudencias, se ha enterado toda la iluminación de mi casa menos el velón enoorme que...jaja
llevas razón, la vida está en vivirla, en compartirla, no en resguardarse para que no se me desgaste mi rica ropa, para que no me mezcle con la plebe....
me ha gustado esta idea de velones y velas...
medio beso...
Un relato precioso, a la vez que original. Esa vela se dio cuenta de que su vida era un poco aburrida y decidió cambiarla, ¡y vaya si la cambió! Ahora se entera de muchas más cosas y, de paso, conoce otras estancias de la casa. Me alegro por ella. Un beso.
ResponEliminaLucia M.Escribano. Me complace enormemente que te haya gustado la historia con moraleja incluida.
ResponEliminagracias por pasarte y con rubor te digo, que ven siempre que quieras. Espero no decepcionarte demasiado, con mi blog de andar por casa.
Un besito, guapa!
Hola Ramón. la vida sencilla y austera, puede llegar a ser de lo mas interesante y divertida. No te quepa la menor duda,. los que están lejos de estos parámetros, no saben lo que se pierden.
ResponEliminaMuchas gracias por tu comentario
Es como en una fábula, me encantó. Finalmente, cumplió su propósito, su misión. De nada sirve quedarse estático, ese salto al vacío lo terminó salvando. Saludos y muy disfrutable texto
ResponEliminaMontserrat tu relato es una hermosa metáfora de la falta de sentimiento, de la soberbia e iniquidad de los poderosos.Ellos normalmente no se rompen como la vela de tu relato, pienso que tendremos que ayudar entre todos a provocar ese rompimiento para evitar en la medida de lo posible todo el sufrimiento que están provocando ante la apatía, cuando no complicidad de nuestros gobernantes.
ResponEliminaUn abrazo.
hola Carmen Andujar: Oí una vez que entre los personajes de la realeza, se hablaba o se jugaba a saber quién era el último que habia hablado con una persona anónima, de la calle.
ResponEliminaResultado. hacía meses y meses que nadie habia hablado con personas corrientes. Supongo que és una trola, pero de verdad que lo oí así tal y como te lo explico.
Gracias por volver a comentar en mi blog de andar por casa. Besos.
Sani Girona Roig: Es muy cierto lo que cuentas. Siempre echamos mano, de lo más sencillo y de lo que resulta mas cómodo y liviano, a efectos de lo que sea. Lo mas ostentoso lo reservamos para las ocasiones de mayor relieve.
ResponEliminaGracias por comentar y bienvenido a mi casa.
Cristina Piñar: pués sí, el velón se dió cuenta que para nada le sevia tanta ostentación y tanto boato.
ResponEliminaGracias por tu comentario, querida amiga. Te mando un abrazo
Luís Rodriguez, ahoara te toca a tí. y me alegro porqué tenia prisa por decirte que tu comentario me ha gustado mucho.
ResponEliminaUn beso y un abrazo
buenas noches Pepe: has interpretado a la perfección todo lo que yo he querido transmitir con el relato.
ResponEliminaTe agradezco infinito tu participación
Y te envío un cordial saludo como testimonio de mi aprecio y mi respeto.
Muy excelente relato me ha fascinado, realmente me ha sorprendido es muy original y muy cierto... FELICITACIONES !!!!
ResponEliminaGracias Maria Liberona.tu comentarnio me llena de contento. Sobretodo viniendo de tí que eres tan buena en este género.
ResponEliminaTE mando toda mi amistat-