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dimarts, 4 d’agost del 2015

SIGUIENDO A SINDEL


                     SEMANA 32 DE 53

Felicidad, Feli como la llamaban los amigos tenia la certeza de que su marido, no la engañaba,ni la habia engañado  nunca. Y presumÍa de ello allá donde iba.Y por supuesto que la engañaba. Tanto, que era publico y notorio que se entendia con la hija del alcalde. Una muchacha libre y dicharachera que otorgaba sus favores al que se los pedia, sin ningún pudor.  Y él se hizo adicto.
La pobre Feli era el hazmereir de todo el barrio. nadie sabe si llego a descubrir la verdad, pero desde entonces la llamaron: Feli la “ certezas

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