MI PLUMA DE AVE

Semana 16 de 53, según Sindel

Ya sé que no es original, ni es la primera vez que se hace, así que no va a ser una sorpresa para nadie que  yo os de mi versión del encuentro juevero de Aranjuez. Pero eso si, voy a utilizar mi vieja pluma de ave, que hacia tiempo que no usaba. Os he de poner en antecedentes sobre esta pluma que escribe lo que le da la gana y además sin tinta en el tintero.

En mi casa, no tuve oposición alguna cuando le pedí a mi marido que me acompañara. empezamos bién pensé. Y mis hijos ni se enteraron de nuestra ausencia hasta el domingo que les llamamos desde el coche, como solemos hacer cuando vamos a la montaya. Todos están muy metidos en sus cosas, y no se acordaron de que se lo habíamos comunicado la semana anterior que habíamos compartido mesa y “mona” todos los dias de fiesta.
La ilusión por el viaje, hizo que no me sintiera cansada al llegar.Y salí de la habitación en busca de gente que pudiera reconocer. Y así fué que vi a Leonor y a su marido que estaban haciendo su check-in, en la recepción.  Yo la reconocí al instante, pero ella tuvo que bajar unas escaleras que ya habia subido al darse cuenta de quien era yo. Nos abrazamos y aquello ya fue el inicio de una amistad que perdurará. Enseguida me topé con Pepe, en la acera y nos quedamos los dos mirando, y nos reconocimos inmediatamente. Un poco más tarde llegaron los anfitriones Juan Carlos y mi choferesa, osea su mujer Cristina. Les acompañaban Natàlia  y su marido Ferrán. Nos sentamos en el patio que el Hotel dispone para sus clientes  y que es de factura antigüa. Muy bien decorado con piezas viejas pero de notable valor artístico. Salieron fotos de todas las cámaras que echaban humo.
Salimos a sentarnos en una terraza pública para tomar un refresco  y allí se unieron Camen Andújar y su marido y Charo con su chico o pareja. De allí al Restaurante donde ya teníamos mesa y menú reservado. Una maravilla de comedor, que en su tiempo habia sido las caballerizas de un pesonaje real, y que se conserva aún en muy estado. Estuvimos comiendo y charlando hasta las tantas que yo no sé cualas serian, porqué me tuve que retirar antes. El agotamiento habia hecho de las suyas y me sentia desfallecer.

Seguirà el mañana por libre.