LAS SEMANAS Y LAS CUENTAS DE SINDEL (31 de 52)

LAS MANOS

      MI madre siempre decia: Manos que trabajan no son manos; son alhajas. Yo sigo pensando lo mismo, aunque los tiempos  han cambidado, y ahora no se tiene porque lucir unas manos ajadas y estropeadas, para hacer cuaquier trabajo. No importa cual sea.
Pero, es que los conceptos y la sociedad misma han experimentado tal vuelco, que vemos las cosas desde otro ángulo. En aquellos dias lejanos de mi infancia, lo primordial era el trabajo manual en el campo, o detrás de unos telares.
Ahora afortunadamente, los cosas han variado para bién. Se vive y se piensa de otra manera. Yo creo que más que  para trabajar, nuestras manos siven para acariciar, para hablar. Para curar heridas, para dar consejos, para gesticular, para llevar las riendas de una vida. Para hacer un discurso,  dar una reprimenda, o bién para tocar un instrumento solista, como el chelo, el piano, el violín o el arpa.....y otros muchos.Y hasta para dirigir una orquesta. Cuidar de un bebé o de un anciano. Para conducir, coser, bordar. Para hacer deliciosos pasteles,o simplemete para escribir o dibujar. No me imagino, lo dificultosa que ha de ser la vida sin esta ayuda tan grande y poderosa, que casi todos tenemos y no le damos ninguna importancia. Es para pensarlo y reflexionar