HISTORIAS DEL JUEVES

  
 
                       Así empezó todo


 Juanito había  ido por enésima vez,  a pasar sus vacaciones escolares con sus abuelos maternos en el campo. y odiaba el campo con sus bichos y su siilncio. Sus padres tenían un negocio en una zona turística de la ciudad, y el niño no los dejaba libres como para sus hacer planes que eran: trabajar, trabajar y trabajar.

Lo que ocurrió después, tiene mucho que ver con el maltrato infantil y la educación de todos. Unos por querer demasiado y otros por priorizar el dinero antes que nada.
El chaval, no se cansaba de pedir a sus abuelos que se trasladaran a la capital, que tenía una casa grande y también la cama puesta. pero la abuela le decía:
—  Mira Juanito, el abuelo no puede vivir alla, tiene problemas respiratorios y el clima de allí no le sienta bién, como tu sabes.
Pero estoy muy contenta de oírte decir esto, porque significa lo mucho que nos quieres, que hasta nos ofreces tu casa.
La buena mujer abrazó al pequeño, y le dió dos sonoros besos en las mejilas. Este salió corriendo para que su abuela no viera como lloraba, tal era su desesperación.
Al siguiente día se fue muy temprano a la calle, y empezó   mover  trastos de su sito a otro, ante la sorpresa del abuelo que  que estaba cortando leña para cuando llegaran las nieves.
Una hora mas tarde vió que detras de la casa salía humo negro y espeso, que le hizo sospechar que algo no iba bien.Pero las llamas avanzaban más que sus pasos viejos y cansados. Oyó a su mujer como bajaba de la casa gritando: Fuego! Fuego! Socorro!!!
A al puertra del pajar vieron a Juanito que estaba tranquilo, por fin cambiarían sus vacaciones. Pero se dió cuenta de lo que había y empezó a correr gritando como un loco. Los vecinos acudiron y  entre todos pudieron atajar el fueg que ya había quemado una parte del comedor y la habitación principal.