JUEVES I MPRESIONISTA

 Toulouse Lautrec.

   El neo-impresionismo francés de mediados del Siglo XIX, tiene en este pintor a uno de los valores máximos de este estilo. Supo plasmar la vida de la calle como nadie.Y las bailarinas del famoso Moulin-Rouge, le Chat Noir y otros teatros de varietés parisinos de la Belle Epoque podrán agradecer por los siglos de los siglos, la publicidad que supo hacerlas y que las ha hecho inmortales Sus primera pinturas fueron sencillos panfletos de propaganda de los espectáculos que se pasaban en el  Folies Bergère, en Moulin Rouge, y otros locales de  menor rango, que él frecuentaba con asiduidad. Procedía de una familia noble del sur de Francia, pero fué rechazado por sus iguales, además de los pintores  de su generación por su aspecto físico. (Media solo metro cincuenta), se fue a vivir a Montmartre con las  prostitutas, gente alcohólica y de mala reputación que ellos si le aceptaron sin reservas y a los que él también  amó. En este ambiente tan degradado se contagió de una enfermedad venérea que le llevo a la tumba, siendo aún muy joven.

Sus trazos de dibujo, diferentes  de los de pintores conocidos, nunca fueron bien vistos ni recibidos por los impresionistas antecesores y él los consideraba caducos. Porqué los paisajes le aburrían  y  los bodegones también. Solo le interesaba la vida y lo que en ella ocurría ya fuera bueno o malo. Estampó su firma en cuadros de personajes anónimos aunque feos  y deformes, gordos y desnudos cuyas líneas redondas, eran escarnecidas por él mismo que disfrutaba haciendo de sus telas una mofa constante, de la sociedad, pero el asombroso dinamismo de sus escenas y personajes, hacen de  sus dibujos, excelentes composiciones de lo era natural en aquel sórdido mundo.