Erase una vez…
Ërase una vez un un país, muy muy lejano. donde vivían mucho niños buenos, y que todos tenian la misma suerte. Era una particularidad bién especial Todos sin escepciónn tenian unas abuelas que a todas les gustaba inventar cuentos para sus nietos. Y aquel país se convirtió en una fiesta perrmanaente. Por las mañanas todos iban al patio de Manolo, que la abuela de éste contaba unos cuentoss sobre gnomos unas hitórias fantásticas que los entretenia hasta la hora de comer. Por la tarde irian al garage de Guillelrmo, se sentarian encima de una cocha vieja que siempre usaban en aquella casa. La abuelita de Guille era una mujer muy menuda y nerviosa y les explicaba divertidas historias que tenían mucho que ver con los animales de la selva. Tambien les interpretaba, el papel de un mono y hasta habia puesto unas tirolinas que y subian y bajaban con ella como si de un chinpancé se tratara. con sus lianas La abuelita de Concha,muy dicharachera ella,les explicaba los secretos d los numeros primos y los números sobrinos Otra abuela que en su juventud, había jugado con dinosaurios y les referia con todo lujo de detalles como se las habian apañado para pasear juntos con unos cuerpos tan dispares,,.
Aquellos niños vivieron una infancia feliz y tiempo tuvieron mas tarde de aprender leyes, medicina ingenieria y demás, para vivir estresados, cansados y hasta alguanas veces desgraciasdos. pero nunca olvidarian a quella niñez de cuento de hadas
Para educar hombres felices hay que empezar desde la infancia, tu cuento debería servir de ejemplo. abrazucos
ResponEliminaEse parece un sitio genial en el que criarte y vivir. Yo quiero la dirección de ese lugar. Me ha encantado lo.de los números sobrinos...
ResponEliminaUn saludo.
Los cuentos de los abuelos siembran buena semilla de fantasía en las mentes infantiles. Además cariño y calidez. Puro oro.
ResponEliminaUn abrazo
Eso tiene la niñez, que nunca se olvida para bien o para mal.
ResponEliminaL'autor ha eliminat aquest comentari.
ResponEliminaPrecioso cuento donde los niños marcan la diferencia , no se cansan jamás de jugar y sobre todo les encantan que les cuenten cuentos , y pq no decirlo lo felices que nos hacen , viendo las caritas que ponen .
ResponEliminaTe deseo una feliz mes y que disfrutes de todos ellos un fuerte abrazo.
Y lo mejor desarrollar la imaginación es lo que ese necesita para crecer y desarrollar una vida adulta.
ResponEliminaSaludos.
Es que lo mejor de la infancia son los abuelos, yo que tuve un abuelo cuantacuentos tengo en el mis mejores recuerdos. Tu historia me ha encantado, es una cántico a la alegría de la infancia. Besos.
ResponEliminaCuántos buenos recuerdos tenemos de nuestras abuelas. Ahora somos nosotras las que tenemos el testigo y debemos dejar esos recuerdos en nuestros nietos. Yo lo intento y espero que el día de mañana sea recordada con cariño.
ResponEliminaUn beso.
Un lugar lleno de abuelitas que cuentan cuentos...qué maravilla! Lástima que haya que crecer y estudiar para vivir la realidad!
ResponEliminaYo me acuerdo mucho de las historias que me contaba mi abuela pero creo que esa tradición se va perdiendo poco a poco...es una pena.
Un beso
Que mágico y hermoso lugar, el perfecto de toda niñez. El mundo de las abuelitas y sus cuentos tan maravillos. Son tan fundamentales para nuestro crecimiento, tan especiales. Al crecer no sabemos si la felicidad será tan brillante como en nuestros primeros años.
ResponEliminaBeso y feliz fin de semana.
Es mágico inspirar a un niño, sean con cuentos o con historias de lo vivido en otros tiempos. L@s abuel@s son grandes narradores porque están deseosos de que se les escuche, y los niños son grandes oyentes porque siempre desean que un adulto pase tiempo con ellos.
ResponEliminaPreciosa natación.
Un abrazote, Montserrat
Qué bonito. A las niñas les queda la opción de que, tras vivir esa vida de estrés, convertirse en abuelas y revivir esos tiempos.
ResponEliminaMe ha hecho gracia eso de cuentos de animales de la selva, a mis hijas les contaba unos que les encantaban con una protagonista jirafa que aún recuerdan.
Muchos besos.
Hola Esther,buenos dias. Ya se que tú en domingo ni lees ni haces para que te lean, pero cada uno tiene circunstancia, y a mi me va mejor hoy que mañaña.
ResponEliminaMi cuento es solo un escrito absurdo y utópico, pero me ha gustado que tu lo califiques,de ejemplar.
MUchas gracias amiga. UN abrazo.
Hola PIkxi; Lamento no poder complacerte, en eso de la dirección, pUes ni yo misma la sé. En cuanto la averigüe te la mando. Me da gusto verte por mi blog. Gracias y mucha salud
ResponEliminaSobre todo esto: Cariño y calidez, que mucha falta hace en muchos hogares.Gracias por tu entrañable comentario. Un beso atraviesa a el Océano para ti.
ResponEliminaAsí és Tracy: para bien o para mal, que también se dá. Un abrazo y muchas gracias,por no faltar a mi blog.
ResponEliminaEs verdad Campirela. Solo peer ver aquellos ojitos ansiosos de las emocionoes, que solemos transmitir las abuelas,ya vale la pena explicar ya hasta interpetar al lobo feroz si viene al caso.
ResponEliminaGracias por comentar. Un beso
Cierto Demiurgo: El que tiene imaginación, normalmente le va bien
ResponEliminaensuvda adulta.Poreso es tan encesario despertarla. Y se consigue así exxplicando historias fantásticas.
Gracia porjarme tu opinón que valoro mucho.Beso!
Molí del Canyer: conocí muy poco poco a mis abueloA. Casi no los recuerdo. Pero tuve un tio que me mimó desde pequeñita, y no los eché de menos. Pero por supesto que me hubiera gustado concerlos. Gracais por venir a mi blog. Un abrazo.
ResponEliminaHoal Leonor:como le decia a mi anterior comentarista, yo tengo un vago recuerdo de mis abuelos. Pero por fortuna sí que he tenido y tengo 6 nietas que són la alegria de la casa y que lo llenan todo. Yo sí que me he podido entretener con ellas y explicarles historias y cuentos. Por cierto la segunda que llama Marta ha cumplido 18 años hoy. Venimos de celebrarlo
ResponEliminaGracias pro comentar y un abrazo fuerte.
Hola Charo: yo pienso lo mismo que tu: Que es una maravilla crecer entre abuelos y abuelas que sepan esplicar cuentos. Que se quiten las maquinitas donde haya nu buen contador de cuentos, te lo digo yó. Muchas veces somos los mayores que nos nos molestamos, en acunarlso y jugar con ellos.
ResponEliminaGracias por pasarte amiga. Un fuerte abrazo.
Buenas noches Yessy kan: me ha gustado mucho tu comentario. Tu visita siempre me halaga y me hace feliz, porque veo que coincidimos mucho en los gustos y en las opiniones de las cosas.
ResponEliminaQue disfrutes de la semana que empieza y gracias!
Hola Ibso: En estos tiempos,que los medios informáticos, son los que priman entre pequeños y mayores, a los abuelos que expicaban batallitas, ya les queda menos espacio para contar-las. En el caso que tengan ocasión, que en esto también tengo dudas. Gracias por tu comentario, amigo Ibso. Un fuete abrazo
ResponEliminaEs una posibilidad: Pero me gustaria que no fuera a menos. Para mí ya ha pasado mi época de cuentacuentos. (mis 6 nietas ya son mayorcitas, pero la generación que me sucede, no tengo claro que no gue no ganen las maquinitas. Un abrazo querido amigo,Juan Carlos.
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