El personaje y sus obsesiones. (Supuesta escena nº 1)
Me contaba Julián que tenia un vecino, de su mismo bloque, que ponia la música de su aparato reproductor a muy alto volumen a todas horas. Mi amigo por lo visto, ya le habia avisado de que molestaba pero el indivíduo, ni caso. Pero como se le subia la mosca a la nariz comenzó a fijarse cuando entraba y salia de casa, para ver si observaba algo extraño o tenia que avisar a la policia, sin más, Conforme iban pasando los dias, aquel tipo cambiaba de aspecto. El lo recordaba con el cabello lacio y casposo,, pantalones clásicos y americana a cuadros beiges que combinaba con diferentes camisas y sus correspondientes corbatas a juego. De golpe y porrazo, empezó a vestir tejanos cada vez más estrechos Camisetas oscuras con unos dibiujos imposibles, y unas letras indescifrables y para colmo se dejó creer el bigote. Adornaba con un chaleco raído y unos llaveros colgados del bolsillo posterior, todo el conjunto.
Adoptó finalmente unos andares especiales, y si no llega a observar su lenta y progresiva metamorfosis, se lo encuentra un dia en la tienda del pán y no le reconoce. A todas estas, el hombre seguia con su música de siempre a toda marcha. Menos mal que se trataba de The Queen, con Freddy Mercury al frente y su música era divina Pero llegó Montserrtat Caballé, que acabó subiendo lo decibelios de una forma alarmante. Mi amigo Julian decidió ir a la policia, Lo denunció. Esta con dos agentes acudió rápido a llamar la atención de su ruidoso vecino.
Julián lo vio todo. Me dijo unos dias mas tarde, que después de llegar refuerzos de la Comisaria se lo habian llevado los policias con la camisa de fuerza. Porque según él se convirtió en el malogrado Freddy Mercuri. Toda la gente del barrio contempló alucinada la escena, oyó el griterío, creyendo que tenian por vencino alguna gran celebridad que además venia del otro mundo.
Un planteo imprevisible. Y bien logrado. Tiene mucho sentido, porque Freddy Mercury cantó a dúo con Monserrat Caballé.
ResponEliminaBuen relato.
LA admirACIÓN QUE SE LLEGA A TENER POR LOS ÍDOLOS LLEGA HASTA LA LOCURA.
ResponEliminaBueno, pobre hombre, eso es que su vida no le llenaba demasiado.
ResponEliminaBuen relato.
Un abrazo
La admiración hacia un ídolo a veces raya en lo patológico...a mi en lo personal no me molestaría sufrir la metamorfosis en Beyonce jejejje....besos
ResponEliminaAhhh ese giro final no me lo esperaba!...el vecino ruidoso resultaba estar bien loquito, asimilándose al cantante de turno de sus encendidos conciertos! Muy original argumento
ResponEliminaUn fuerte abrazo
¡Pobre hombre! ¡terminó totalmente poseído pro la locura!
ResponEliminaY encima, con el calor que hace... ;-)
Besos, Montserrat.
Puede ser que Freddy Mercury sea un sustituto perfecto de Napoleón.
ResponEliminaPetonets
Maribel
Eso a mi me suena mucho el del vecino que pone a "toda pastilla" la música.
ResponEliminaUn final inesperado querida Montserrat, planteaste genial el relato.
Un beso grande.
Eso a mi me suena mucho el del vecino que pone a "toda pastilla" la música.
ResponEliminaUn final inesperado querida Montserrat, planteaste genial el relato.
Un beso grande.
Hay que cuidarse de las obsesiones.
ResponEliminaUn beso.
Me gusta el tono de humor intrigante que le has dado a tu relato. El final me parece sorprendente jajaja...no me lo esperaba.
ResponEliminaUn beso
ResponEliminaMuy bueno Monserrat. Suele haber cierto tipos de vecinos que estan más locos que una cabra.
mariarosa
Muy bueno el giro que le has dado al final, aunque a lo largo del relato ya intuyes algo misterioso en los cambios del vecino, la metamorfosis que le llevo a creerse Freddy Mercury. Un relato original, besos.
ResponEliminaMuy bueno el giro que le has dado al final, aunque a lo largo del relato ya intuyes algo misterioso en los cambios del vecino, la metamorfosis que le llevo a creerse Freddy Mercury. Un relato original, besos.
ResponElimina¡Qué interesante! Me ha gustado mucho el relato y el tema de la obsesión. Muy bien logrado.
ResponElimina¡Un abrazo!
Bye!
Un texto muy bueno. Ojalá me pusieran esa música, pero bueno... Es curioso observar la transformación de un persona de una manera paulatina, sin saber nada de su historia. Da intriga, pero también temor. Un abrazo. Pablo.
ResponEliminaMe gustó tu relato Monserrat. La obsesión puede llevarte a creer que puedes convertirte en cualquier persona, y me gustó tambien que el cambio no haya sido de un dia para el otro, como la perdida de cordura tiene un desarrollo lento
ResponEliminaUn abrazo
Son incontables las metamorfosis que sufrimos a lo largo de nuestra vida. Una de las fuentes de aprendizaje es la imitación de modelos que consideramos idóneos. Sin embargo, mimetizarnos en uno de esos modelos nos limita y puede llegar a anularnos.
ResponEliminaUn abrazo.
Hola Demiurgo: Claro que tiene sentido. Montserrat CAballé y Freddy mercuri,gravaron juntos un CD en ocasión de los JJOO de Barcelona,que por aquí tuvo bastate exito. De todas formas no pensaba en ellos cuando empece a escribir. Pensé en el momento de elegir el tema, el las quiceañeras que se vuelven locas por su ídolo de moda. Al final salió lo que salio. Gracias por la impecable conduccion del jueves.Un fuerte abrazo.
ResponEliminaSi Tracy: Existen fans jovens que solo se dedican a seguir por todo el mundo a sus ídolos. No me lo explico. Saludos!!!
ResponEliminaHola Carmen: Seguro que fera eso que tu dices, que su vida era vacia y encontró la manera de distraerse. Un beso y gracias por tu visita.
ResponEliminaSi Diva de noche: Tienes razón, adorar un ídolo de barro es peligroso y raya lo patológiico. Y todos quisiéramos ser mas guapos,también en eso te doy la razón.
ResponEliminaGracias por pasarte. Un abrazo.
Neo: Me alegra haberte sorprendido, porque a ti es difícil que se te escapa una.Te las sabes todas. Gracias por tu opinión y te envio un abrazo a través del maar Atlántico.
ResponEliminaPues si Myriam, acabó mal el pobre hombre, por la enfermiza fijacion en un cantante
ResponEliminaUna patologia nada corriente por fortuna. Gracias y guárdate del calor tan intenso que tenemos. Beso.
Maribel LIrio: Pues si se pone de moda, los enfermeros del Psiquiátrico, ponerse tapones en los oidos, en lugar de esconder la mano en la chaqueta. Ja,ja,ja,ja,
ResponEliminaGracias y muchos besitos
No sé porque pasa, pero es lo que tu dices: en todos los barrios, existe una o más personaas que les gusta molestar a los demás.
ResponEliminaGracias por comentar querida amiga Maria Perlada. Un fuerte abrazo.
Alma Baires: las absesiones son mala cosa, conozco señoras enfermas por tener la casa brillante como los chorros del oro. Besos y gracias!!!
ResponEliminaAmiga Charo: me gusta que te guste, el tono de mis escritos. Yo ni me doy cuenta. Pero te agradezco qeu me lo digas. Un besazo grande y muy especial para tí.
ResponEliminaSi que es cierto Mª Rosa. los hay que hacen cosas inexplicables dentro del razonamiento aceptable y normal. Gracias por entrar y recibe un saludo entrañable
ResponEliminaHola Molí: çSiempre pretendo que mi realato sea original, diferente. Alguanas veces lo consigo y otras muchas nó. Se trata de que haya variedad. Celebro site ah gustado. Un beso y gracias por entrar.
ResponEliminaHOla Rosana: el temadealobsesión da mucho juego para escribir, porqué todas las cosas son susceptibles de ser obsesioçnadas. Gracais por tu amabilaidad por comentar mi entrada y te mando un saludo muy cordial y afetuoso.
ResponEliminaPedro Paf: La música como en todo, la sobredosis cansa agata y hasta mata. Y hay que ir con cuidado con estas cosas porque se tornan en verdaderos escollos que se tienen que resolver.
ResponEliminaGracias por comentar. Un abrazo.
Hola Mamaceci: Es cierto qeu los procesos hacia la locura, siempre son lentos, pero muchas veces irreversibles. Y las obsesiones són una manera de llegar a este punto. GRacias por pasarte y recibes de mi parte un abrazo grande y cariñoso.
ResponEliminaBuenas noches Pepe; Un gusto leer tu ocmentario simpre tan ecertado y equilibrado.
ResponEliminaPero yo entiendo que imitar a un modelo no es mimetizarse con él, ni lleva peligro alguno, si no se sale de madre.Mucahs gracias por comentar y muchos besos
para tí y para Conchi.
la música del gran Mercury y de "la" Caballé. Jamás me cansaría de escucharlos pero hay que entender que los demás tienen vida y hay que tener cierto civismo.
ResponEliminaLastima que, al final, fuera una locura.
Me ha recordado a la historia de Weissmuller que acabó creyéndose su propio personaje.
¿Loco por creerse alguien que merece la pena? ¡Qué paradojas tiene la vida!
Un besazo.
Hola Mag: lA MUSICA COMO OTRAS COSAS DE LA VIDA, SE HA DE TOMAR A SORBOS,PARA QUE NO NOS SIENTE MAL.PASA COMO COMPRAMOS UN CD.LOS PRIMEROS DIAS LO ESCHAMOS DELIETADOS, PERO AL LO METEEMSOEN UN CAJ´ÓN FUERA DE LA VISTA, PORQUE SU PRESENCIA
ResponEliminaNOS MOLESTA.
Gracais por tu hemoso comentario y por tu fidelidad. Besos.