Eclipse Total
Eloisa bajaba las escaleras con clama. Con mucho tiento y parsimonia.
quería que todo el mundo que se había reunido allí en aquella fiesta tan fastuosa, se diera cuenta de su presencia. Era muy guapa, cierto, y muchos ojos se alzaron par ver a la moza en su espectacular llegada. No en vano se había pasado toda la mañana en un centro de belleza que la dejaron como una princesa.
Se sintió bien,
estaba pletórica de forma y con el ego muy alto. Seguramente el hijo del dueño se fijaría en ella, que es lo que pretendía al fin y al cabo. Pero hubo un calculo que le falló: Al cabo de cinco minutos se oyó un taconeo suave y apresurado. Era el de Myriam, una amiga de la familia que vivía en otra ciudad. Todas las miradas se dirigieron, hacia la puerta principal y quedaron todos sorprendidos, al ver subir ligera como una gacela a aquella niña vestida con vaporosos tules de color crema y cuerpo ceñido de satén. El OOOHHH! fue sonoro y general. No había ninguna duda. Esta nueva aparición eclipsó totalmente a Eloisa, que furiosa optó por marcharse discretamente.
Pobre Eloisa, tanto arreglo para nada. Eso pasa por depender de la mirada ajena que a veces gira hacia otros lados.
ResponEliminaExcelente enfoque le has dado a mi palabra. Un beso enorme.
Ay, como me molesta que las personas queden eclipsadas, pero supongo que es algo tan natural como esa escena que cuentas, de pronto aparece una Myriam y eclipsa a Eloisa, sus expectativas y sus esfuerzos... Tal vez ella consiga resurgir después.
ResponEliminaMe gustó la visión que diste al tema.
Besos.
Pobre Eloisa, quizá debió esperar a que Myriam hablara, quien sabe si solo era belleza y podía competir con ella en gracejo y desparpajo. Un abrazo
ResponEliminaPensé en Cenicienta logrando eclipsar a todas las doncellas, incluidas sus hermanastras malvadas.
ResponElimina=D
Un abrazo
jeee...pensé en la espuma que sube y sube...pero en algún momento baja...asi sucede cuando las personas piensan que son lo mas de mas...y siempre hay alguien que las hace aterrizar ....por eso hay que ser humilde...para no quedar eclipsadas...muaaaaa..linda tu historia
ResponElimina¡¡Pobreta!!!
ResponEliminaEloisa no confió en sí misma, en sus posibilidades. De haber sido natural, hubiera sido el centro de atención. La realidad le dió una bofetada.
ResponEliminaEn fin...
Nada mejor como ser uno mismo en cualquier momento.
Un besazo enorme.