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dilluns, 28 de març del 2016
ESTA ES LA SEMANA 13 DE 52
CIEGO. (inspirada con alpalabra de Sindel)
Samuel corría detrás de una gacela,en aquel inmenso páramo del norte de África. Lo acompañaba su hermana Haila, Pero ésta se había quedado atrás por la velocidad que Samuel hacia alcanzado corriendo por cazar aquella cría de gacela . Solo de pensar en el guisado que su madre les prepararía a toda a la familia, le hacia aumentar el ritmo, pero ya no podía más. Entonces Iincomprensiblemente la pequeña gacela tropezó y fue a caer en una trampa natural que no se veía y el chico la pudo cazar.
Fué enseguida a buscas a su hermana. para que le ayudara y darle tan estupenda notícia. En un par de semanas habria comida.de la buena para todos. y esto no pasaba desde hacia tiempo. Tan jubiloso caminaba y estaba tan feliz,cuando de pronto escuchó una gran explosión que le dejó a oscuras. Se puso la mano en la cara y no podía contener la sangre que manaba abudantemente. Su hermana lo vió todo y se fue a buscar ayuda al poblado que acudieron todos en masa a ver que le había ocurrido a Samuel. Al llegar allí el chico estaba
en el suelo con las manos tapando sus ojos para cortar la hemorrágia. Una mina antipersonas le habia dejado ciego para toda la vida. Pero él solo acertaba a decir: Mamá!!!, papá!!! He cazado una gacela y llevo comida para muchos días.!!!!
No me gusta la caza, pero cuando para abatir el hambre la soporto un poco más. La historia es muy triste, lo ha dado casi todo ese niño para poder llevar un plato de comida a la mesa.
ResponEliminaUn abrazo.
Y pensar que eso puede pasar y pasa... se pone el cuerpo malo.
ResponEliminaPobre niño...y pobre humanidad que aún pone esas trampas en donde por el deseo de cazar mutilan personas.,..desgarrador tu relato..bss
ResponEliminaTriste historia la de tu personaje, Monserrat. Que valentía la del chico, que a pesar de estar herido y sangrando aun le reboza la alegría por haber cazado comida para su familia. Que desgracia de personas aquellas ponen esas minas sabiendo que pueden causar daño a otros.
ResponEliminaBeso
aaaaaahhhh conmovedora historia que nos pinta una cruel realidad que no tiene de poética más que tu grácil relato.
ResponEliminaUn fuerte abrazo
Impresionante historia, que nos muestra una cruda realidad, que se repite día a día...Los más pobres no sólo sufren las carencias básicas, también la maldad del hombre, que siembra trampas de muerte para cazar y matar a su hermano.
ResponEliminaMi felicitación y mi abrazo por tu buen hacer, compañera.
M.Jesús
hola Sindel: esta historia es ficción, pero por desgracia nadie ignora que estas cosas sueeden. lo qeu quizas no sepan muchos, es que estos artefactos mortiferos son en su gran mayoria fabricados en España. con todo el dolor te lo digo amiga. Un besazo.
ResponEliminaTracy: si lees al respuesta que le he dado a sindel, todavia se te va a poner más malo el cuerpo.
ResponEliminaSaludos y gracias!!!
Diva de noche: Si que es desgarradora esta historia. Pero es una realidad, por desgracia. Si no se fabricaran estas bombas matapersonas, no habria tantos tullidos y desgraciados niños que no tienen la culpa de nada
ResponEliminaGracias por tu visita. Un abrazo
Hola Yessy; los que se dedican a poner la muerte escondida detrss de unos campos aparentemente de cultivo, deberian de explotarles a ellos la mortífera carga. Disculpa amiga, cuando escribo o hablo sobre este particular, siempre acabo pasándome de rosca.
ResponEliminaTe envio una cesta llena de besos
Buff, qué decir. Las palabras finales del chico me dejaron desconcertado, sinceramente. Me deja pensando, ¿en verdad se quedó ciego? Me encantó. Saludos.
ResponEliminaHola Neo; a mi me parece que de poética, esta historia, no tiene nada. Es todo un drama que aún se vive en algunas partes del mundo. Gracias por comentar y te deseo un feliz otoño.
ResponEliminaMª Jesús Muñoz: es realmente aterrdora la historia. Este chico perdió la vista, pero han habido muchos que en las mismas circunstáncias, han muerto. Y dejar en el campo esparcidos manos y piernas, es lo mas común.
ResponEliminaGracias y una abrazo bien fuerte
Querido Pablo: la mezquindad de la guerra y sus tretas son siempre de lo más sofisticado e impensable. La cuestión es anular al enemigo como sea!!!
ResponEliminaGracias por pasarte, y muchos saludos
Todo por un plato de comida... Y es que como decía Hesse: El hombre el lobo para el hombre.
ResponEliminaSe mata así mismo. Y luego se lamenta.
Triste realidad. No sé cuándo se acabará...
Un beso muy grande.
Y es que vivir en un pais como el de ese niño es sobre todo sobrevivir cada dia, si no es cazando es jugando o caminando, ahi estan las minas antipersonas que otros pusieron esperando a sus victimas. Muy bueno tu relato, nos lleva a pensar y reflexionar. Besos.
ResponEliminaUna terrible realidad lo de las minas antihombre, que los más inocentes pagan el precio... esperemos que llegue el día en que la humanidad se vuelva más humana.
ResponEliminaUn beso Montserrat.
Hola Mag: da lo mismo que sea por un plato de comida o sea jugando. Nadie tiene derecho a matar a inocentes. Y esta es la tónica ahora mismo. A mi también me gustaria saber cuando se acabará, este horror. Gracias y salud.
ResponEliminaMolï del Canyer: sí que hace pensar este relato. Esto es matar a traición o tirar la piedra y esconder la mano. Horrible!!!
ResponEliminaGracias por entrar al blog. Te deseo un estupendo fin de semana.
Alma Baires: eso es lo que hay que esperar, que la humanidad, se civilice como los animales. Por lo menos.
ResponEliminaGracias por comentar y que pases un feliz finde.
Triste historia, pero real como la vida misma.
ResponEliminaUn abrazo
Querida Musa: esto mismo pienso yo. Por eso lo escribí,inspirándome en un hcho real. Mil gracias por vistarme,amiga. Te deseo mucha salud!
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