Las maravillosas flores del almendro
Hace unos años, fuí a visitar a la madre de mi mejor amiga que estaba convaleciente de una operación, Antes de ir a su casa, me pasé por la floristeria, donde anticipadamente habia encargado un ramo de flores blancas de almendro, que sabia que eran sus preferidas. La mujer gran amante de la naturaleza, estuvo muy contenta, agradeció el detalle y sin parar de olerlas mandó a su hija dejarlas a su vera en un jarrón con agua para poder disfrutar mejor de su vista y su fragancia.
Me fuí a mi casa pensando en lo bién que habia quedado con el regalo, que la enferma festejó tanto y que mi amiga agradeció sobremanera.
Al dia siguiente a primera hora suena el teléfono, y con sorpresa oigo la voz llorosa de mi amiga, con el natural desespero de una hija que acaba de perder a su madre de forma súbita. Fuí corriendo a su casa por si podía ayudar en algo. La madre muerta todavia estaba en la casa, pero mi gran sorpresa fué, ver que en su regazo llevaba, las fores blancas que yo le habia regalado el dia anterior. Me quedé muda.
MI amiga, al verme me abrazo y me dijo entre sollozos que habia querido poner las últimas flores que tanto gozó en vida, para que que fueran las primeras que la acompañaran en su última morada.
Ante este razonamiento no tuve nada que objetar, ni supe que decirla. Nos fundimos en un abrazo, hasta que llamaron a la puerta, los hombres de los servicios funerarios, para llevarse a la difunta y dejarla en el velatorio
Qué bonito y a la vez que triste.
ResponEliminala vida da y quita. Es así pero también te deja momentos tan importantes que a pesar de todo el dolor del mundo...un detalle así no tiene precio.
ResponEliminaPreciosa historia, niña, de verdad.
Un beso.
Una entrañable historia de detalles, lo bello de la amistad.
ResponEliminaMolts petons Montserrat
Ainsss... un relato que toca seguramente.
ResponEliminaUn beso.
Un relato conmovedor que me parece recordar...lo publicaste antes? La historia es bonita, pese a lo triste, ya que la amistad ensancha su fuerza cuando más se lo necesita.
ResponEliminaUn fuerte abrazo
Una historia para recordar toda la vida y con ese dulce olor que vuelve niños los sentidos...bss
ResponEliminaUn gesto bonito y considerado que se convierte en un regalo trascendental, descrito con gran habilidad y sentimiento. Gracias por participar y un abrazo.
ResponEliminaUn regalo antes de marchar, porque la muerte en el fondo es eso irse y dejarlo todo, menos las flores que el dia anterior te trajo una amiga. Muy bonito, besos
ResponEliminaUn regalo antes de marchar, porque la muerte en el fondo es eso irse y dejarlo todo, menos las flores que el dia anterior te trajo una amiga. Muy bonito, besos
ResponEliminaUn regalo antes de marchar, porque la muerte en el fondo es eso irse y dejarlo todo, menos las flores que el dia anterior te trajo una amiga. Muy bonito, besos
ResponEliminaMe gustan tus escritos Señora Monserrat....
ResponEliminaUfff... se me ha erizado la piel... Un gran regalo para sus últimas horas de vida y un gesto bello el de que esas flores la acompañaran en su partida.
ResponEliminaUn relato conmovedor... mucho...
Besines...
Un relato duro y un gran detalle el de las flores que tanto le gustaban en vida.
ResponEliminaUn saludo.
Realmente duro y tierno a la vez. Si te digo una cosa, odio las flores en los velatorios y entierros, pero esto que cuentas me ha parecido sumamente hermoso.
ResponEliminaPrecioso y triste a la vez amiga. Sus flores preferidas, su último deseo.
ResponEliminaUn abrazo
Precioso y triste a la vez amiga. Sus flores preferidas, su último deseo.
ResponEliminaUn abrazo
Precioso y triste a la vez amiga. Sus flores preferidas, su último deseo.
ResponEliminaUn abrazo
Siempre he pensado que las flores deben regalarse mientras hay vida, porque el tributo tras la muerte se pierde en el silencio de la tumba.
ResponEliminaUn abrazo.
Son hermosas las flores de los almendros como hermoso el gesto tu amiga contigo.
ResponEliminaUn abrazo enorme.
Tracy: Acertaste. Un gesto bonito pero triste. Gracias por el comentario. Feliz fin de semana.
ResponEliminaB*. Gracias por comentar. Y te doy la razón. aquel detalle, nunca lo olvidaré. Besos y abrazos
ResponEliminaHola Anna: Sí amiga, estas son lindezas de la buena amitad.
ResponEliminaGRacias por pasarte, querida mia. Mil besos.
Alma Baires: ja lo creo que toca una cosa así. Y bién hondo. GRacias por dejarme tu opinión. Besitos.
ResponEliminaHola Neo: Este relato es real, así que puede que en su dia lo publicara, pero en catalán. ESto seguro.
ResponEliminaGracias y te mando todo mi respeto y admiración
Mirella Denegri: Dese luego que sí. Una experiencia inolvidable
ResponEliminaMuchos besos y gracias por paarte, amiga-
Dorotea: ha sido un placer. poder participar en tu convocatoria. Ademas eso me ha permitido desenpolvar, un capítulo de mi vida, que por su lejania, tenia un poc olvidado.
ResponEliminaUNn fuerte abrazo,a,amiga
Moli del canyer:a mi me parece que la muerte es la continuación de la vida. ASí pués: si las flores le gustaban en el primer período, ¿porqué rechazarlas en el segundo?. Muchas gracias por comentar. y te mando mil besos.
ResponEliminaCaballeroso Lao Paunero: Tus palabras me han llegado al alma.
ResponEliminaMuchas gracias!!! Un abrazo.
H.(Perla Gris) Si a tí se te erizaron los pelos solo con leerlo, figúrate como los tendría yo de vivirlo.
ResponEliminaMuchas gracias por dejarme tu opinón. Salud, amiga.
pikxi: Sí es un relato duro, sobretodo para los que extrañan y no aceptan la muerte, a sabiendas que les llegará tarde o temprano. Besos y gracias por comentar.
ResponEliminaEl valor de la amistad, el regalo desde el amor y desde la naturaleza, lazo bien atado a los recuerdos y al sentimiento.
ResponEliminaUn abrazo
maribel Lirio: ES verdad que aun siendo flores,parecian mejor un ramo de flores salvajes. Muy diferente de lo tradicional.
ResponEliminaAGradezco tu visita y te mando un abrazo.
Carmen Andújar: fue una cosa inexplicable. Y lo que me tocó fuerte es que fueran precisamente sus flores preferidas.
ResponEliminaUn abrazo, y gracias.
Esther Planelles: a las personas queridas siempre hay de regalarlas en vida todo lo que podamos. Las flores no són una escepcion. Muchas gracias por tus palabras y recibe un beso de cariño,
ResponEliminaHola amigo IBSO; Un detallazo de su parte, si señor! Ella y yo nos queremos un montón. y a raiz e esto, más.
ResponEliminaGRacias por comentar, abrazos.
Hola amiga Rosa tu lo has dicho muy bonito. Un lazo bién atado de recuerdos y de sentimiento. Gracias por tan bellas palabras. Beso.
ResponEliminaDelicado y etéreo. Palabras que vuelan hasta ese ser querido, que siempre permanecerá nuestro lado, como el perfume de las flores con que los agasajamos y honramos.
ResponElimina(tengo presente este relato, que siempre logra conmover desde lo más íntimo)
un fuerte abrazo
Gracias querida Casss: Tu comentario, me llena de satisfacción,al comprobar qeu sigues de cera mi blog, aún y cuando esté escrito en catalán, este idioma, que nadie reconoce ni quiere saber.
ResponEliminaMe alegro mucho se esta cotradición y te mando un fuerte abrazo.