Pepe; esta es mi aportación a tu propuesta de esta semana. Supongo que esperabas otra entrada más trascendental, porqué el tema daba para ello. Pero he vivido esta
situación. y me ha gustado recordarla.
Con un buén talante, las dos compañeras de carrera, se diponian a recoger su destino. Era el dia fijado para ello y lugar. También el pueblito que les adjudicaban, era el que se especificava en el BOE.y que les era asignado por el Ministerio de Educación No habia derecho a protestar ni al pataleo. Pasaba un momento de la dictadura franquista, (allá por los años sesenta) y habia mucho miedo a que les tocara un destino, demasiado alejado de su famílía. Ignoraban por su juventud e inexperiencia, que eran los mismos políticos los que alejaban tanto como podian a las maestr@s recién acabados los estudios. Tenían que pasar largos años para poder trabajar en una provincia cercana a la suya. Y algunos estuvieron esperando el traslado toda la vida. Muchas generaciones, de jóvenes muy bién preparados y luchadores, tuvuieron que aprenderer a emigrar sin necesidad alguna. España entera estaba llena de maestros procedentes de tierras lejanas; mucho más distantes que lo que reperesenta ahora ir de Algeriras a Grona pogamos por caso.
Aun hoy, los ministerios están llenos de funcionarios gallegos que darían mucho por volver a su tierra...
ResponEliminaCosas des destino, aunque en ese poco o mucho hemos podido influir.
ResponEliminaBesos.
Muchas horas de estudio, de agobios, de miedos y luego... tocaba marchar fuera porque nunca había una plaza cerca de la familia... Creo que eso era algo así como una prueba de fuego, algo que ya sabían que tendrían que pasar al aprobar su carrera... Cosas del la vida, del destino como dice Tracy...
ResponEliminaBesinos grandes...
Y ahora son muchos los jóvenes que han emigrado a países europeos por culpa de la puñetera crisis. Veremos cuándo pueden volver, si es que vuelven.
ResponEliminaUn relato muy realista, querida Montse.
Un beso
Es curioso lo que cuentas. Quizá el destino en esa ocasión se valió de la política...
ResponEliminaMe ha gustado muchos.
Un beso grande.
Un relato que muestra como afectan el contexto y las terceras personas en el destino de la vida.
ResponEliminaUn saludo.
Entiendo lo que queres decir, tener que emigrar a otro lugar para poder tener un trabajo y algo de estabilidad. Aquí ha pasado que muchos jóvenes se han ido precisamente a España hace unos años buscando una vida mejor.
ResponEliminaUn beso enorme.
qué injusta esa injerencia en la vida ajena!... el poder elegir el destino que uno prefiere para llevar adelante su trabajo o su vocación, debería ser un derecho inalienable.
ResponEliminaUn abrazo
Así és Mariajesus: hay muchos colectivos, que aún siguen estas leyes de alejamiento, pero yo creo que ya no son impuestas por la fuerza, sino por voluntad propia al haber fundado una familía y haber echado rices.
ResponEliminaGracias por comentar. un abrazo
Visto así, llevas mucha razón, querida Tracy. Un beso y muchas gracias!
ResponElimina(Perla Gris)... Yo creo que no era que no hubiera plaza, cerca de la casa de una, sinó que ésta estaba reservada para otro licenciado de Cadiz, digamos.
ResponEliminaGracias por comentar, y besos par tí.
(Perla Gris)... Yo creo que no era que no hubiera plaza, cerca de la casa de una, sinó que ésta estaba reservada para otro licenciado de Cadiz, digamos.
ResponEliminaGracias por comentar, y besos par tí.
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ResponEliminaHola Isabel Martínez. Si que es verdad que tqmbién existen hacia el exterior una movida de jóvenes, que como dices tu, solo Dios sabe cuando volveràn. Pero las circunstáncias son muy deferentes. Ni siquiera comparables.
ResponEliminaGracias por tu comentario. Un beso fuerte y sonoro.
HOla Carmen Magia: Seguramente en éste como en otros colectivos seria
ResponEliminala política la que influiria y mucho en el destino de estas personas. Lo mismo ocurrió con el Cuerpo de Guardia Civil. GRacias por venir y ocmentar. Besos.
Gracias amigo pikxi por tu visita. Espero que nos seguiremos leyendo.
ResponEliminaUn abrazo.
Hola Sindel: Pienso que el hecho de emigrar, ya es una forma natural de modificar el destino.Es mi humilde opinión. Gracias amiga por tu respuesta y te mando un beso y un abrazo.
ResponEliminaPienso igual que tú, amiga Neogémis. Gracias y feliz finde.
ResponEliminaIgual al destino le ayudaban a dedo unos cuantos...me callo el calificativo.
ResponEliminaUn abrazo
Situación injusta que sufrieron (y siguen sufriendo), muchos colectivos. Es eso que se ha venido en llamar movilidad geográfica solo que en esa época era siempre y por decreto. Ganas de fastidiar. No sé si el destino en este caso se sirvió de esos lacayos de la dictadura o si fueron ellos, los que se empeñaron en llevarle la contraria al destino.
ResponEliminaYo tampoco me he puesto trascendental en esta ocasión y he optado por un relato un puntito humorístico y desenfadado.
Un fuerte abrazo.
Querida Rosa no desastre: No se me habia ocurrido. Podria ser. En todo csso también esto forma parte del destino. Gracias y te mando toda las flores de la primavera!!!
ResponEliminaSituación que a mas de uno le cambió al vida para bien o para mal. Pero esto también formava parte de su destino. Gracias Pepe. Un abrazo muy grande y un recuerdo cariñoso para vosotros.
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