UN BOSQUE-JARDÍN

 HISTORIAS JUEVERAS

Conozo un jardín muy especial, enorme y que en él crecen topo tipo de flores salvajes, arbustos como los lilás, los saúcos los ybiscus etc. . . Además de varios árboles frutales y un olivo.
 De un viejo nogal en cuyas ramas, han construido una casita de madera, con su balcón sus ventanas i su terraza donde suelen jugar los niños de la casa y sus amiguitos. De una rama de este nogal y hasta el tronco de un cerezo que está al otro lado a unos veinte  metros hay suspendida una tirolina que hace las delicias de los pequeños y de los más creciditos.
Una parra vieja hace de sombrilla en verano, y aunque es muy productiva y sus frutos muy sabrosos, solo se cogen los que se comen al dia. Pero no se toca ninguno más porque han de quedar para los pajaritos en invierno. para que vuelvan  y les acompañen en los dias cortos y oscuros del otoño. Lo mismo ocurre con las manzanas que después de recoger unas cuantas para hacer mermelada, el resto también quedan allí para las ardillas. Las nueces y las avellanas sirven para lo mismo. Este jardín, no es para lucir pero si para vivirlo, según me respodieron sus dueños cuando les pregunté extrañada de no ver un solo parterre de flores, a pesar de tener un cesped verde y hermoso.  Esto es debido a que por él corren unos conejitos peludos que són las mascotas de los niños . Es una manera como otra cualquiera de ver las cosas. Y yo pienso que és ecologismo puro y duro