Aguas mansas, aguas bravas.
En lo mas recóndito del Pirineo donde solia passar algunos veranos de mi infancia, había y hay todavia, (naturalmente), el rio Flamisell, portador en aquellos dias de un agua tan cristalina y transparente que se veian correr las truchas, a diez metros de profundidad. No es que fuera un rio caudaloso pero como estava entre dos montañas altas, en su interior guardaba todos los pedruscos que se habían desprendido de ellas, en tiempos remotos y hacían las veces de pantanos dónde se juntaba gran cantidad de agua. Por lo demás era un rio tranquilo que sepenteaba rio abajo sin prisas, calmo y azul. Desde la ventana de mi abuela se oia su murmullo dulce que invitaba, sentarse a su orilla, y contemplar las piruetas y los saltos de las truchas para remontar la corriente. Lo que no se podia aceptar era su invitación a poner los pies en remojo, so pena de quedar congelados en menos que cantara un gallo.
Mis abuelos me contaban que en primavera, las aguas del Flamisell, con el deshielo, se mostraban furiosas e intratables.
Qué lindo paseo me diste por ese lugar, el sonido, el ritmo del agua y esas ganas de meter los pies aunque se me congelen! Muchas gracias por esta linda historia!
ResponEliminaUn besote.
Recuerdos bañados en aguas cristalinas. Un abrazo
ResponEliminaTu relato es casi una estampa del lugar. Una puede asomarse a tus letras, y ver el agua del río correr, cristalina, con su suave murmullo y con aire de recuerdos.
ResponEliminaBesos!
Gaby*
No creo que sea puro romanticismo querer disfrutar hoy de un paisaje asi.
ResponEliminaEs que la vida nos muestras un paisaje tan complejot, que ese río, se parece al paraíso, y allí me gustaría estar, así tal cual lo cuentas.
besos Montse
Contemplar y oír el cauce del rio desde la ventana debía de ser como estar en un paraíso, buenos recuerdos de tu infancia.
ResponEliminaSaludos.
Hola amiga Montserrat, creo que todos hemos visto con tus ojos ese riachuelo del que nos hablas. A veces, cuando se describe algo con el corazón y la añoranza, se es capaz de trasmitirlo, y lo más importante, de sentirlo.
ResponEliminaUn abrazo
Lindo paseo por tus recuerdos, que hacen que una sienta el frescor de esas aguas.
ResponEliminaUn saludo.
Finita
Los rios pirinaicos son bravos en la epoca de deshielo y serenos y.bellos el resto del año.
ResponEliminaBesos.
Tu comentario me llena de orgullo. Celebro qu ete haya gustado mi relato y te doy las gracias más efusivas, por venir a decírmelo Un beso querida anfitriona Sindel.
ResponEliminaSi Ester, tu lo has dicho. recuerdos entrañables de la niñez.
ResponEliminaGracias por comentar. Recibe un poquito de esta frescura que he intentado transmitir.
G A B Y* me gusta que te asomes a mis letras y percibas el movimiento y el murmmullo del agua de aquel lugar.
ResponEliminaUn abrazo muy muy fuerte y gracias!!!
Casss. Alli puedes estar cuando te apetezca. El rio sigue llevando sus aguas, aun bastante cristalinas Por el paisaje no debes sufrir, allà todo sigue igual. Los áboles mas grades los caminos mejores y las casas más viejas. La Vall Fosca, es de los pocos sitios del Pirineo que al no tener pistas de esquí, se conseva virgen.
ResponEliminaUn bonito comentario que te agradezco. Besos.
p.d.La Vall Fosca = El valle oscuro
Mary P-iR: justo como lo dices, para mi era como estar en el paraiso,junto a mis abuelos que me adoraban.
ResponEliminaGracias por comentnar y te mando una docena de besos
josé Vicente: que gusto me dá verte por aquí. Gracias por las bonitas palabras qei me dedicas.
ResponEliminaHace unos dias vi que ya habia salido tu libro. En cuanto hagas remesa para Barcelona,acuérdate de mí, Vale?
Un abrazo grande para ti y tus mujercitas.
Musa: Bienvenida y muchas gracias por el comentario.
ResponEliminaUn saludo cordial.
Cierto Ilesin. Són exactamente como tu dices. Conoces alguno?
ResponEliminaGracias por pasarte.
Un abrazo enorme
un relato hermoso de recuerdos de esos que quedan para siempre amiga Monserrat, me gusta leerte...
ResponEliminaUn relato hermos donde me pude dar un paseo por los bonitos pirineos.
ResponEliminaSi no te importa me quedo en tu blog
Un beso
Isa
Te dejo el enlace del mio por si quieres visitarme
http://cabalgandoporlamusica.blogspot.fr/
* hermoso ( perdon )
ResponEliminaIssa Iss: Celebro que te haya gustado mi aportación a esta semana nº 43, que tan formidablemente dirige nuestra amiga Sindel.Gracias por coementar y desde luego que no me importa en absoluto que me visites en mi blog de andar por casa.
ResponEliminaBienvenida seas amiga. Un abrazo
Hola Lao: Si que es cierto que esos recuerdos no se marchan nunca de la memoria. Sinó todo lo contrario, afortunadamente. Un abrazo y muchas gracias
ResponEliminaMontserrat, me ha encantado tu relato porque me recuerda mis baños en esos ríos del Pirineo y en los lagos de la Vall d' Aran. Helados, sí, pero ¡ tan bellos! que no resisto la tentación de mojarme, al menos los pies.
ResponEliminaUn abrazo.
Un relato encantador, ensoñador. Lindas aguas de remembranza.
ResponEliminaMe gusto leer tu relato. =)
Besos
El agua siempre presente en nuestros recuerdos infantiles, ¡qué bonito!
ResponEliminaQue bien! haber despertado tus recuerdos bonitos de la infancia. El Pirineo y sus frescas aguas, no se olvidan facilmente. Muchos besos y abrazos querida Fanny. Gracias.
ResponEliminaYessy kan: Gracias por tu amablea palabras, y me alegro que te haya gustado el texto. Un fuerte abrazo.
ResponEliminaTracy: El agua amiga incondicional de los niños. Si se está en la ciudad, el mayor placer para ellos es pasearse por los charcos.
ResponEliminaGracias amiga. Un abrazo.
Hermosos recuerdos los que hoy nos ofreces, Montserrat. Debieron ser importantes para tí por la nitidez con la que los recuerdas.
ResponEliminaUn fuerte abrazo.
Si, fueron muy buenos,la verdad pero, ya soy lo sufiente vieja para ver los recuerdos más antiguos,con absoluta nitidez.
ResponEliminaGracias Pepe. Te agradezco mucho tu visita.
Abrazos con cariño