 |
| Precioso dijujo de nuestra amiga Gaby |
Nos hallábamos de vacaciones con los chicos. Estábamos en Amsterdam acampados por dos dias, en un verde y hermoso camping, que estaba cerca del aeropuerto. Cenamos i dijimos a los chicos que salíamos hacia el centro, par visitar la famosa calle del pecado. Eran ya adolecentes i muy responsables, y les dejamos dicéndoles donde íbamos. Llevábamos, muchos años viajando por Europa en caravana. Así que muy tranquilos nos fuimos al atardecer y ellos quedaron jugando al Screable o al Parxis. Mi marido y yo libres y felices salimos hacia el destino previsto. Y pronto lo tuvimos todo visto, y valga la redundáncia. Después del paseo en el que solo oimos hablar catalán, regresamos a recoger el coche para volver a casa Y ahí empezó el calvario. Las indicaciones en holandés, nos parecian todas iguales, y de noche no acertábamos a encontrar el camino. Tampoco estábamos acostumbrados a circular por los bucles y demás salidas de las rápidas autopistas. (Aquí no las teníamos aún)
Siempre acabávamos en el parquing, del aeropuerto, y no salíamos de aquel intricado laberinto ya muy avanzada la hora dimos más vueltas que un molinete. iLlegamos al alba después de franquear riachuelos campos y otros obstáculos. Aquello fué de verdad PERDERSE EN LA NOCHE.
¿No será que os inventasteis esa excusa para que vuestros hijos no supieran que habíais pasado una noche de lujuria y pecado?
ResponEliminaNo será una buena treta, como dice la amiga Tracy?? jeje
ResponEliminaComo haya sido, perderse, no encontrar el camino de vuelta, y en la noche, es como perderse doblemente.
Gracias por acompañarme:)
Un abrazo.
ohh qué desesperación!...querer llegar y no poder...sentirse perdido sabiendo que los hijos están solos y ya se ha hecho la noche!...espantoso, me imagino lo terrible de la experiencia!
ResponEliminaun fuerte abrazo.
ya, pero ves como el personaje de mi relato no se perdió. ¿por qué? jajaja, deberíais haber entrado a pecar...ajjaajja
ResponEliminamedo beso.
Seguro que habrá sido desesperante sabiendo que los hijos estaban solos. Pero seguro ahora es una linda anécdota que tendrá sabor a aventura.
ResponEliminaCariños….
Hubiera sido más productivo perderse en la calle del "pecado": algo siempre se aprende.
ResponEliminaLas cosas del querer.
ResponEliminaUn bonito tema para contar a los hijos mayores.
Bien expresado.
Besos
Estar en otro país con un idioma que no conocemos es terrible, y esas aventuras nocturnas en el momento se tornan pesadas, aunque después queden como divertidas anécdotas.
ResponEliminaUn beso.
Bueeeeeeno. Que os perdisteis. Lo aceptamos como animal de compañía.
ResponEliminaLo sencillo que resulta la ida y lo difícil que es encontrar el camino de vuelta.
Un abrazo.
¿Fueron a pasear a la calle del pecado y no a pecar? entonces merecieron perderse...
ResponEliminaBueno, es otra visión de una ciudad desconocida...jjaa. Y sin duda una enseñanza para posteriores incursiones románticas.
ResponEliminaun beso.
Por donde fue esa pérdida por el Barrio Rojo, fué divertido o se pasó mal?. Una experiencia nueva para contar!!
ResponEliminaDesde luego.Es que a veces las indicaciones de estas grandes ciudades dejan mucho que desear, y pasan estas cosas, menos mal que todo acabó bien.
ResponEliminaUn abrazo
Literalmente perdidos! Creo que es de esas cosas a las que le temo un poco cuando ando por lugares que no conozco bien. Por suerte no estaban solos y la desesperación no les sobrepasó. Una anécdota con buen final (y un respirito también de los críos, que a veces también nos pierden, aunque de otro modo!)
ResponEliminaBesos!
Gaby*
HolaTracy: de eso nada monada. Sencillamente, salimos para ver el espectaculo, i nada. Por suerte los chicos dormian como maderos y se hartaron de reir al conocer nuestra aventura.
ResponEliminaGraciias amiga.
Me ha recordado algo parecido que me sucedió cuando regresaba de noche al hotel en la ciudad de Florencia, allí si que estuve perdida en la noche, angustiada de no dar con la dirección y muerta de miedo porque no había nadie en la calle. Un beso
ResponEliminaUna experiencia angustiosa muy bien contada, Montserrat. No me gusta la noche para conducir y menos aún si es por lugares desconocidos.
ResponEliminaUn fuerte abrazo.
Qué desesperación, en un país con un idioma que no entiendes...
ResponEliminaYo me pierdo con una facilidad pasmosa cuando voy yo sola en el coche y lo he pasado muy mal a veces y eso en España...
Literalmente os perdiste en la noche. No debió ser muy divertido pero a mí, al igual que a tus hijos, me ha resultado muy cómica la situación.
ResponEliminaUn abrazote.
Por lo que veo una noche perdida, ni siquiera el estímulo de la calle del Pacado fue suficiente. Pero también de contrariedades se hace camino.
ResponEliminaBesos
Hola Montserrat
ResponEliminaAixó es tota una aventura.
Mare meva m ´imagino, pero de totes maneres foreu privilegiats de poguer gaudir amb la vostre caravana, de poguer viatxar.
Petonets tocaia, Montserrat Ll.
ResponEliminaPues contado hoy y a la distancia es una anécdota encantadora y divertida, sobre todo porque tuvo final felíz (y tal vez algún entre acto especial.... jajaja)
besos
Cecy: te lo mismo que a nuestra amiga Tracy, nada de canitas al aire. Nos llevó allí la curiosidad, y una vez ésta satisfecha ya regresamos. O eso es lo que pretendíamos.
ResponEliminaGracias por comentar.Un abrazo
Neo: No sufríamos por los chicos. Eran trés y ya un poco creciditos y acostumbrados a viajar.Pero que fué una aventura,nada divetida puedes jurarlo.
ResponEliminaGracias por tus palabras.Un beso.
Amigo Juliano, aquel divertido barrio para nada,estimuló nuestros deseos de pecar.
ResponEliminaGracias por entrar. Saludos.
Oriana Lady S. la,verdad es que de poderlo escoger, hubiéramos
ResponEliminaestado mas tranquilos y hasta cabia la posibilidad de no equivocanos tantas veces, porque al dia siguiente,fuimos a ver por donde pasamos y estábamos a un paso del camping. Gracias por comentar.recibe un abrazo grande.
Mariajesús: Vete a saber. las mas improductivo fué salir y pasearnos toda la noche en coche. Eso seguro!
ResponEliminaSaludos
Hola Rhodea Blasón: Esta aventura mis hijos la saben de memoria y nos hemos reido de ella muchísimas veces.
ResponEliminaGracias por venir y decir la tuya.
Un abrazo.
Como has acertado Sindel: Justo lo que tu dices. Primero sofoco,rabia,miedo e impotencia.Luego risas y diversión.Gracias por tus palabras. Un beso dulce.
ResponEliminaJuan L.Trujillo:No te imaginas lo facil que es perderse en noche sin poder entender los rotulos. ni encontrar a nadie que te oriente. Uuufff!!!
ResponEliminaNo te lo deseo. UN abrazo.
Jenofonte: muy bién dicho! que para fisgonear no valia la pena perderse.
ResponEliminaHas estado muy agudo.
Gracias y saludos!!!
Tirma: DE estas cosas se aprende mucho. y sirven para después.No se olvidan.
ResponEliminaGracias por comentar.
Pakiba: Pes mira,al principio fué, de risa, luego fué cambiando. y años después, seguimos riendo. Gracias por tu comentario,.Un montón de besos.amiga.
ResponEliminaSi Carmen: Menos mal que todo acabó bien.
ResponEliminagracias por tu visita,amiga. te mando un abrazo.
Gaby. Los chicos no se enteraron de nada,afortunadamenete. Eran chicos adolescentes ,pero muy obedientes,por suerte. Educados a la antigua, se fueron a la cama a la hora que se les habia dicho.
ResponEliminaMuchos besos y un saludo.
MariaJosé; El no poder preguntar a nadie, fué desequilibrante. Puedo entender tu temor y tu enojo.
ResponEliminaGracias por contarnos tu historia. besos.
Pepe: fué, nadie lo duda, un buén susto. éramos jóvenes,y lo que nos pasó, no entraba, para nada en nuestros planes.
ResponEliminaGracias por comentar.
Charo: Fué desde luego, un mal momento el que pasamos. Lo hemos recordado siempre así, aunque,también es verdad, que nos hemos, reido mucho.
ResponEliminaSaludos
Charo: Fué desde luego, un mal momento el que pasamos. Lo hemos recordado siempre así, aunque,también es verdad, que nos hemos, reido mucho.
ResponEliminaSaludos
ibso: Fué como bién dices una situción de risa, pero por unas pocas horas lo pasamos mal.
ResponEliminaGRacias por tu comentario .
No quiero ni imaginar la angustia de la dichosa nochecita. Quizá fue el castigo por atreveros a visitar calle con semejante nombre, :)
ResponEliminaSaludos
Quizás, fuera este el motivo. No lo habia pensado. Gracias por tu cementario moralista. Un abrazo Narci
ResponEliminaM.Vetanas.