DEMASIADA CAL

Foto reciente de mi propiedad. Las Alpujarras.

Granada y Málaga.

Estos últimos días,tal  y como decía en mi entrada anterior, he tenido el inmenso placer de viajar por tierras andaluzas. algunas conocidas ya desde muchos años atrás de cuando viajábamos los cinco, en caravana. Entonces aquellas tierras nos cautivaron. Sus gentes sus pueblos blancos, sus costumbres y su luz. Aquel cielo permanentemente azul. Aquellos paisajes marinos increíbles, aquellas tabernas típicas, de Sierra Nevada tan acogedoras. Tenia un recuerdo fascinante

Y hemos vuelto, y lo hemos pasado bien, sin duda alguna. Sus habitantes siempre amables y graciosos, su luz mas intensa si cabe, pero hemos encontrado que ahora no se muestran tan receptivos con los forasteros. Permanecen en sus pueblos blancos pero con las persianas bajadas, sin ni asomar la nariz, porque se sienten invadidos. Si entras en un local, para tomar un refresco o una copa, sus dueños o son ingleses, escoceses o alemanes. Pasa lo mismo con las tiendas. Hay cantidad de ellas y de todas las ofertas de turismo y ocio, pero casi siempre regidas por extranjeros. A mí me ha faltado aquella calidez en el trato, aquella soltura en las palabras, de todos los andaluces. Ahora los que están, viven más cara al negocio, además y como no, completamente sorprendidos y preocupados, por todos los hechos recientes que avergüenzan a todo el país. Esto es muy comprensible. Pero viven tan volcados al turismo, que aquellos pueblecitos que nosotros conocimos años atrás, ya no son verdad. Y no lo son, porqué los municipios se encargan de encalar toda las casas que van quedando vacías, y que además por la zona marítima de Granada y Málaga son muchas. Igualmente lo hacen con las familias que no pueden costearse estos gastos, debido a la crisis.
De verse, se ve bien, aunque exageradamente engrandecida, Cierto. Pero solo ocupada por turistas y jubilados, en al Costa sobretodo. Para mi gusto, todo muy masificado  y con exceso de cal.