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dimecres, 7 de novembre del 2012
DOS FORMAS DE VER LA TELEVISIÓN.
Todos los jueves relato
Cuando asoma el título en la pantallita con su música pegadiza y repetitiva, se producen dos o más reacciones, en el sofá de funda desgastada de la salita. La mujer, de mediana edad, da un salto y sale corriendo hacia la cocina. Es un reto: Haber si le da tiempo de secar la vajlla y dejar la lavadora puesta. No sabe exactamente el tiempo que ha pasado, saca la cabeza y ve que la musiquilla sigue y como un rayo, se acerca a buscar la caja de costura. La bata del niño que tiene dos botones por fijar y un bolsillo descosido. Esto lo podrá hacer mientras sigue su programa favorito en el segundo paréntesis, también de 6 minutos.
Su compañero espanzurrado y vencido por el cansancio, no se ha movido. esta bostezando de sueño, Este no acaba la película, piensa ella, pero le trae una cervecita fresca de la nevera el hombre espabila. Coge el mando y empieza con el zapping. Ella llega se sienta y espera. Su programa favorito ya habrá reemprendido su emisión pero calla y espera. Pacientemente. Pero él ha encontrado algo que le interesa, y no suelta el mando. ¿como solucionamos el problema?... muy fácil: No hay problema. Se siente cansada y se ha hecho muy tarde. Sin mas se va a la cama. sin discutir, en silencio.
la bata y los botones y el bolsillo, pueden esperar.
¡Jajajajaja! Montserrat, l'etern problema dels canals i de ¨ qui té el comandament ¨ ... solucions hi han bastants però acaben en discussió; tenir dos televisors però alguns no s'ho poden permetre, i la teva protagonista opta per una submissió i un sentit practic: aquí et quedes que em vaig a dormir, demà serà un altre dia...
ResponElimina¡Deuen haver tantes així!¡quina llastima!
Petons
Podría intitulares Retrato de Familia!!
ResponEliminaLa de comidas que quemé entre tanda y tanda.
Eso sí el control remoto en ese momento tiene que estar bien mano, si Señor!!
muy bueno, que los botones, esperen.
besos
quise decir: intitularse, ;)
ResponEliminaQue me perdone, pero la culpa es de ella por darle la cervecita! jajjaaj...lo hubiera dejado dormirse y veía lo que ella quería!jajaja...y los botones,por supuesto,quedarán para otro día!
ResponEliminaUn abrazo
Jo, me da pena y todo. Debería, esta mujer, decirle a su marido que le interesa ver lo que está esperando. Hay que compartir :)
ResponEliminaBss.
Si Anna, que en hi ha moltes de dones que encara no han despertat, a la realitat dels nostres dies. No se si es que no volen veure-la. Peró que aquesta classe de dones existeix encara en els nostres dies, t'hi pots posar dempeus.
ResponEliminaGracies per la teva visita, amiga.
Hola Montserrat:
ResponEliminaEn primer lloch dirte que ja vaig passar per el blog de l´Anna quand m´ho vares dir.
Va ser casualitat que a mi amb vingués el pensamen la Joan Baez, sesen haver llegit el seu Post.
Com tu dius l´Anna va fer una tesis doctoral, ja li he comentat.
En quan aquest Post, m´agrada perque amb humor, diu una gran veritat del que passa a molts llochs.
A casa no, perque hi han dos teles.
Pero a les hores de menjar coom agafi el mando el meu marit, clic, clac a cambiar de canals.
T´envio un petó, Montserrat LL
Hola Casss: quemar comidas, dejar correr el agua por querer llenar un cubo en aquel preciso momento de los anuncios. Mil cosas que pueden pasar cuando quieres ver una película y la seccionan en partes tan cortas, que te pasas el rato viendo publicidad.
ResponEliminaPor suerte el ordenador ha suplantado, la dependencia que teníamos de la TV.
Y los botones siempre esperan!!! Gracias por tu comentario
La culpa es toda de ella. Sin lugar a dudas, querida Neogéminis. No se puede ser tan esclava, tan poca cosa.
ResponElimina¿Sumisión? si pero hasta cierto punto. La cerveza es lo de menos. Pero ¿y èl?
Un hombre tan desconsiderado, no lo aguantaría nadie.
A mi me costaría mucho poder convivir con un energúmeno, como el que describo, en el relato. Ficción total.
Un abrazo.
Mar: Jo! si que da pena sí. Pero aunque es irreal, me he inspirado, en casos reales que conozco y que casi me rozan.
ResponEliminaTe lo puedes creer. Recibe un abrazo muy cálido
Montserrat Llagostera: No se si ere un acudit, o bó he he llegit en algún lloc.
ResponEliminaQuan vas a una casa, si vols saber el que mane de debó. El que decideix totes les coses. només cal mirar qui es el que te el comandament de la Televisió. (jajajaja)
Gracies per venir a veuere'm, tocaia.
Un petó fort y apretat.
Y el marido más. El marido todavía puede esperar más.
ResponElimina¿Lo mejor del relato? Que no hablan, Montserrat. Nadie dice nada. No hay palabras. Sólo incomunicación. Muy bien trabado.
Seguro que durmiendo aprovechará mejor el tiempo.
ResponEliminaPero que mujer más santa por dios, se va a la cama después de esa espera y sin rechistar, bueno santa y boba porque lo de la cervecita ...que lo deje dormir, chitón y a ver lo oque le gusta a ella. Digo yo jejeje.
ResponEliminaMontserrat muy bueno.
Un beso
Ramon: Et puc assegurar que hi ha dones tan burres y homes tan barruts, com els que pinto al relat.
ResponEliminaa fe de Déu, que dirie, la meua mare.
(jajaja).
Hem de trobar la manera de fer plans nous.
Un abraçada,maco.
tienes mucha razón, mariajesús. Estar allado de un muermo así, aunqeu mi madre diria: Para quién es D.Juan con doña Maria basta.
ResponEliminasaludos y gracias por entrar.
Hola San: un pariente mio decía, que ser tan bueno tan bueno era ser bobo.
ResponEliminaEn catalán rima. pero se entiende.
Gracias por pasarte Y decir la tuya.
Montserrat, pienso que la sumisión y el dejarlo hacer debería estar borrado del código de conducta de las esposas, por muy condescendientes que sean. Las renuncias, si es que las hay, han de ser recíprocas porque si no es así, ya no estamos hablando de amor ni de igualdad, estamos hablando de dominación de los unos y sumisión de las otras y es hora de que esto cambie, aunque sea en cosas tan simples como la de quien maneja el mando a distancia y cuando.
ResponEliminaUn abrazo.
Si señor; eso mismo digo yo. oLo he scrito precisamente por esto. Porque hoy en dia existen todavia estos modelos de parejas, por llamarlos de alguna manera.
ResponEliminaGracias por entrar y explicar tu versión. Un abrazo.
ResponEliminaLos dos comentarios anteriores iban para tí Pepe. Otro abrazo.
ResponEliminaMOnserrat esta pareja está en blanco y negro, como cuando entró la tele a las casas, como el NO-DO. Has retratado una pareja de aquella época muy bien.
ResponEliminaUn abrazo.
I a mi que la tele no m'agarada!
ResponEliminajajajajaja...
Bon relat! Molt ingeniós!
Montserrat quina alegria veure'ns de nou!!!
Abraçades amiga!
Si Encarni, eran en blanco y negro, pero el caso es que ahora, con los televisores de color, y de plasma, siguen existiendo todavía, casos come el que cuento. Siempre se ha dicho, que mientras haya burros, los sabios irán a caballo. no hay mas.
ResponEliminarecibe un cariñoso abrazo, i mi agradecimiento por tu visita.
A mó m'agradava, peró també ha deixat deixat d'interesar-me ja fa molt temps.
ResponEliminaGracies per les teues paraules, tan carinyoses. Un petonet.
La dictadura del mando, y la mujer a lo suyo, labores del hogar, entre anuncio y anuncio, mientras él, oh señor del botón, cambia el serial por el futbol o lo que le de la gana.
ResponEliminaExiste esta opresión, que se espabile la esposa y obtenga la plaza del mando.
Abajo la dictadura del mando, y encima cervecita fresca !vamos anda!
Me gustó mucho es muyyy oportuno y da de lleno en el tema.
Petons
Si que da en la diana, sí. Hasta es provocador. Pero es la realidad de muchas familias por desgracia.
ResponEliminaEl que se dé por enterado, hará muy bien en rectificar, y que se la caiga la cara al suelo de vergüenza.
Y a ella también por supuesto.
Te mando un montón de besos, junto a mi agradecimiento por tus palabras
si estuviéramos en el siglo, creo que 18, bien que podríamos decir que esto de es de galdós...quiero decir que estamos ante un costumbrismo, quiero decir que el retrato que nos has dibujado es tal cual la costumbre de muchas casas me temo. al fin y al cabo, si bien lo mira uno, la tele bien puede ser una adormidera...
ResponEliminamedio beso.
Creo que la protagonista de tu relato debería pasar por el relato juevero de Natàlia y aprendería "como debe sentarse una mujer a mirar la tele" :)
ResponEliminaSaludos Montserrat, me ha gustado leerte!
Juliano, muchas gracias por tus comentario, que aprecio muy sinceramente. Iré a devolverte el cumplido.
ResponEliminaAbrazos:los que quieras:::!
A mi me ha gustado mucho, que me leyeras,Toni. De verdad. Iré yo también a ver lo que has escrito sobre el tema.
ResponEliminaUn saludo cordial y afectuoso.
Jajaja cuántas me pasó lo mismo, me entusiasmo con un programa y por una u otra cosa me levanto de la silla y termino sin ver el final.
ResponEliminaMuy bueno tu relato.
Un beso.
Gracias Sindel, pero tus amables palabras.
ResponEliminaTe mando un capazo llenito de besos y abrazos, querida amaiga.
Qué triste historia y es triste porque es real y abunda mucho más de lo que creemos y tu la explicas calcada a la realidad.
ResponEliminaPetons
jajajaja!!! Pues si lees los comentarios que tengo, nadie se cree que puedan existir.
ResponEliminaUna cosa es que no debieran ser ciertos, y otra muy diferente es la realidad de las cosas.
Te agradezco el comentario. Un petonet.