LOS VIEJOS VIAJES

El majestuoso Cervino, detrás de unos turistas

  

                                                       Las vacaciones de 1982. (1º parte)
 

Nuestras preferencias,aquel año, pasaban casi todas para ir a la montaña. Un deseo que nos venia dado por la meteorología. Escaparnos a la montaña,  a lugares donde  la humedad y el bochorno de Barcelona, no nos alcanzara. Y es por esta misma razón, que
en los primeros viajes siempre íbamos hacia el Norte. (Hay que tener en cuenta que por aquellos años aún nos  se  había generalizado el uso y el abuso del aire acondicionado
Que aunque se malo, todos lo sabemos, ayuda.

Una vez dejada Francia, por Grenoble, entramos en Italia por el túnel del Montblanc. Y allí mismo ya estaba el primer glaciar.  El fresquito que buscábamos allí estaba esperándonos, y nos dirigimos a Courmanyeur, que es donde se encuentran otros glaciares ademas de una estación de esquí, con todos los atractivos que comporta. Vimos el Glaciar, y lo tocamos, i medio muertos de frio, estuvimos en  un refugio, y tomamos un Suizo, de un sabor nunca mas igualado. Despues, de dos dias salimos para Cervinia, otro sitio, famoso porque desde allí se vé el monte Cervino, uno de los gigantes de los Alpes.
El Cervino, tiene su base en Suiza, pero se ve su silueta al fondo del paisaje, como si fuera una gran nube blanca, de las que vemos en el pirineo, las tardes de primavera y que no anuncian nada bueno. Una visión increïble, hermosa, que  te atrae. Allí estuvimos, todo un fin de semana, acompañados de muchos ciudadanos romanos, que llegaban como nosotros, huyendo del “ferragosto” de Roma, que es como todos llaman, al calor muy fuerte que hace por allí. Pero ademas del fresquito querían practicar su deporte favorito: Es esquí. Entonces supimos de la estación de esquí, mas alta de Europa: a 3.500 mts. El Monte Rosa. Y (alli las 12 h.mañana), que el billete era mas económico, y nos evitaríamos  las colas de los esquiadores.