LOS VIEJOS VIAJES

Los Paises Bajos. Desde el momento que emprendimos el retorno, la caravana iba mas ligera y el auto sin poner el aire acondicionado, caminaba mucho mas. Embarcamos en el estrecho de Puttgarden, cruzamos Alemania. comiendo y durmiendo en las áreas de servicio, que estaban vigiladas Y que ademas tenían, unos servicios limpios, zonas de Pic Nic, y hasta había circuitos para hacer deporte. Así que en lugar de bajar recto por el centro del mapa alemán nos echamos un poco más a la derecha, Y así hicimos nuestra entrada en los Paises Bajos. En Holanda ya cogimos una autopista que en realidad era un puente ciego. cuando salimos de esta vía y nos adentramos por el interior, vimos una cosa que nos sorprendió mucho. Atravesábamos por los verdes campos de forraje, con gran cantidad de vacas por todos lados. y a lo lejos se veía, un punto blanco que iba de la derecha hacia la izquierda, y conforme íbamos adelantando, el punto se hacia mas grande y no acertábamos adivinar de que se trataba. Y era bién sencillo. en Holanda existen muchos canales que son navegables, pero el que no sabe, es como el que no vé. La mancha blanca era la vela de un barco velero, que corría por el canal que atravesamos a los pocos minutos. Fue un visión que nos cogió desprevenidos: en medio e aquel inmenso establo de vacas. Navegaba un velero!!!. Visitamos unos molinos turísticos, estuvimos de La Haya, En Amsterdam, en Roterdam, y al final acertamos con una cosa de la que también guardamos grato recuerdo. Estuvimos en un mercado al por mayor de flores!!! Una preciosidad, el color era el dueño del ambiente, mas que los marchantes, y el perfume lo llenaba todo. Era en Alsmer.
Cinco días después, entrábamos en Belgica. Oh! Brujas, Bruselas, la Grand Place. Eramos unos huérfanos, de belleza, y alli llenamos todos nuestros bolsillos y los cajones de la caravana y el tanques, hasta los topes. Recuerdo con una sonrisa nuestro deambular por Bélgica, haciendo Kms. innecesarios, buscando Lieja. Y buscando Liège, en francés. Yo como copiloto me volvía loca, me aparecía, Liège seguia por al carretra que nos indicaba el Europa Turing, y que no llegábamos. Hasta que al entrar en una ciudad grande cuyo letrero señalaba Luïck, no caimos en la cuenta del idioma valón.(jajaja). Recuerdo que nos impresionó mucho cuando vistamos Gant, o Gantes, la catedral, que guardaba un retablo pintado por Van Eick, representando Jesús rodeado de ovejas, y cuyo descripción fué para nosotros mucho mas clara que la búsqueda de Lieja. Era el Divino Pastor. Un pintura que vale un viaje.
Ya solo nos quedaba: PARIS