(entrega nº 3)
A mi tío lo trasladaron a la Baronia de Rialp, municipio cercano a Peramola, y que a su vez, era el municipio mas extenso y despoblado de toda España. Un gran núcleo que estaba formada por 7 parroquias, masias y de muchos bosques. Cuestas, montañas, barrancos, tierras de cultivo, y ninguna carretera transitable. Solo caminos pedregosos, roidos por las lluvias y los vientos.
El resto de la película empieza justamente cuando yó vengo al mundo.
Mi padre había nacido en 1918, y fué llamado a filas varias veces, como todos sus coetáneos de la quinta del biberón. Mi madre, había dejado la Vall Fosca (Cabdella) y la casa de sus padres, para venir a la Baronia a cuidar de su hemano Mosén Joan. En aquel momento no se concebía que un cura pudiera arreglárselas solo, así que mi madre hizo de “Majordona”. Allí conoció y maridó con mi padre. De manera que nací i viví durante ocho o nueve años en una casa rectoral, con la particularidad de que mi padre venia de tanto en tanto de permiso y al poco tiempo llegaba otro hemanito, Así hasta cuatro.
Mi tio, mosén Joan, nos hizo de padre a todos pero a mí principalmente, que era la mayor i la mas rebelde. Explican todos que siempre rechacé la leche materna, i que tuvieron que comprar una vaca, para evitar que muriese de inanición. La primera leche que tomé, era leche condesada “El Castillo”, que entonces era de estraperlo. Mi Tio, ni corto ni perezoso, hacia al camino de noche hasta Peramola, que algun conocido se la guardaba por caridad. Hacía las dos horas de camino de noche, para no ser visto. Con todo lloré tanto que me salieron dos hernias inguinales de los esfuerzos del lloroteo.
Aunque era muy pequeña, de aquellos primeros tiempos, recuerdo muchísimas cosas, por ejemplo, como por las noches en la casa se hacia un silencio sepulcral, para oir las noticias de la guerra europea, que por radio y entre pitidos se podia entender alguna cosa.
Jo nací el año 1943, en el momento mas álcido de la contienda. y en plena postgerra española
Qué emotiva se pone la historia!...llena de humanidad.
ResponEliminaSigo atenta por lo que venga.
Un abrazo.
muchas gracias Noegminis. Espero que te agrade, i que yó tenga habilidad de saberla plasmar, tal y como fué en realidad. Un abrazo desde Barcelona
ResponEliminaTienes un salero para contar tus historias, que me dejan completamente feliz. Tienes una habilidad muy elegante, amiga Montserrat. Y en este emotivo pasaje relumbra el valle de Capdella, mi desconocido, con sus lagos y cumbres. Espero ir, este año no creo. Pero es mi objetivo prioritario.
ResponEliminaUn beso.
Luis.
Muy buena la historia, te diré que naciste el mismo año que mi marido, él vivía en Las Bordas y allí se crió, seguiré pero no se cuando querida amiga, me voy por unos días.
ResponEliminaUn abrazo y ruego perdones mis malas formas.
Emotivo homenaje el que haces a tu tío, un cura de pueblo de los de antaño.
ResponEliminaTienes razón. La Iglesia debiera replantearse muchos postulados si quiere sobrevivir. Los últimos acontecimientos contribuyen mucho a desprestigiar su labor de apostolado, si bien se magnifican los sucesos.
No sabía yo que eras tan rebelde desde el mismo momento de tu nacimiento.
¡Toda una guerrillera!
Saludos cordiales.
Vida en una casa rectoral de las de antes. Qué interesante esa infancia.
ResponEliminaSaludos.
Hogorca, si te vas de vacaciones, te deseo que las difrutes al màximo. olvídate de mis hitorias y desconeta. Vá bien para las neuronas. y para la epidermis!! Abrazos grades y cariñosos!
ResponEliminaEso me gustaria, amigo Jota Ele, pero no sé si conseguiré darle todo el énfasis que se merece.
ResponEliminaRecordando aquellos dias me doy cuenta del gran cambio que hemos experimentado todos. Increible!!
Hola profesor: Me he empeñado en contar mis "batallitas" y me parece que son cosas demasiado cotidians para que, a personas como Vd. les llegue a interesar. Gracias por su paso por este rincón de la globosfera.
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