dimecres, 22 de juliol del 2020

MÁS RELATOS PARA LOS JUEVEROS

En un lugar recóndito.
  1. Tampoco es necesario eu sea demasiado escondido. La personas (generalmente mujeres de todas las edades) les importa un bledo que las vean las reconozcan y adivinen  a lo  que se dedican. Total que se trata del oficio mas antiguo del mundo. Y una cosa tan importante, no se la puede criticar tan fácilmente y así de golpe, menos.  Hay que tener en cuenta muchos condicionantes,  y seria bueno tenerlos en la memoria para que se entienda bien todo su cargamento emocional.
Allí sentadas las fresco del atardecer, o al de media mañana, frente a ellas para un camión enorme, reciben un cliente muy conocido, que les sonríe y sin mediar palabra las sigue detrás de unos matorrales y cuando sale de allí se siente por fin aliviado, contento. Después de una discusión con sus hijos y un duro día de trabajo, y muchos Kms.  a .la espalda y de ver que en su casa siguen los problemas con su mujer e hijos que solo sirven para  pedirle dinero. Conchita le escucha con atención mientas él va buscando los caminos del placer. La chica le ha comprendido y le ha acariciado la sién y toda la cara.
  2. El se siente yá un poco mejor. la chica le ha hecho un favor impagable. Sin duda alguna. Porque no era sexo lo que necesitaba. solo quería amor  y comprensión, y allí en aquel lugar reoondito los ha encontrado en abundancia.
  3. Y sí durante todo la tarde se se van sucediendo los casos y las caridades compartidas. ¿Hay alguien que tenga  algo que objetar?

5 comentaris:

Campirela_ ha dit...

Nada que objetar, pues deberían tenerlas más en consideración ya que ofrecen un trabajo impagable . Me ha gustado tu relato pq reivindica muchas cosas.
Un fuerte abrazo

Neogeminis Mónica Frau ha dit...

Cada uno sabrá qué vende y qué compra. Mientras lo haga libremente...
=)

Albada Dos ha dit...

También me parecieron sillas para mujeres de vida libertina, que es horrible, me parece, y de libre...poquito.

Muy bueno. Por las sillas, así, solitarias. Un abrazo

Myriam ha dit...

¿Objetar? como decir OBJETAR, no. Quizás que sea un poco embarrado en los días de lluvia :-)

Besos, Montserrat

El Demiurgo de Hurlingham ha dit...

No tengo nada que objetar. Un relato reinvindicatorio.
Saludos.