dilluns, 22 de febrer del 2016

SUMANDO SEMANAS CON SINDEL (8 de 52")


 Viento.

  Loa amigos de Guille lo esperaban desde hacía días, O  mejor, todos  tenían muchas ganas de reencontrarse. Ello significaba sobretodo la llegada de las vacaciones, los días largos de calle y juegos. en aquel pueblito perdido  de la sierra. Allí Guille pasaba mas de dos  meses con sus abuelos maternos debido al agobiante trabajo turístico de sus padres, que se agudizaba en verano. Guille era un muchacho despierto y alegre, al  que sus compañeros de batallas y canicas esperaban con ganas igual que sus abuelos.
 Allí se sentía muy feliz. y las horas transcurrían para él plácidamente.  Solo existía una pequeña dificultad. Una cosa que temia.
 Había días que no podía  salir de casa. Ni quería moverse de la cama. Su abuela, le tomaba la fiebre, y no le encontraba, había dormido bien, y comía con apetito Ni tos, ni constipado, nada de nada. Los amigos iban a  por él, y les daba cualquier excusa para no salir de casa. Y es que en aquel caserón oscuro y húmedo estaba tan viejo que hacia frío incluso en verano. Las ventanas y puertas dejaban pasar el aire libremente, y en los días de tormenta se oían los silbidos del viento pasar furioso por las estrías y hendiduras. Hacían un ruido ensordecedor y terrorífico. No sabia porque, pero esto chillido penetrante le punzaba las entrañas y le asustaba mucho. Se tenia que colocar entero dentro de las sábanas y no se movía hasta que todo estaba en calma. El miedo lo paralizaba.

31 comentaris:

Tracy ha dit...

El viento puede llegar a dar pánico, yo lo he experimentado conduciendo y no me quiero acordar.

Anònim ha dit...

Hola describes perfectamente bien lo que se siente en día de rabioso viento dentro de un viejo caserón, y a veces también de los nuevos.
Es un ruido que impresiona y suena como el aullido de un lobo.
Un abrazo.
Ambar

María ha dit...

Que bonito lo has descrito Monserrat, he sentido con tus palabras ese chillido penetrante.

Un placer leerte.

Un beso.

Ester ha dit...

Haces que queramos al niño, que deseemos ir a acurrucarle, a contarle que el viento asusta y que no pasa nada. Un abrazo

Sindel Avefénix ha dit...

Pobrecito! Lo entiendo, esos ruidos que hace el viento de noche dan miedo. Pero son solo eso, viento y hay que enfrentarlo.
Un beso enorme.

AlmaBaires ha dit...

A mí no me ha pasado, pero conozco quien se ha sentido vientos tan fuertes de causarles terror.

Un beso.

Neogeminis Mónica Frau ha dit...

Es que ese silbido que tantas veces alcanza es como para aterrorizar, pobre!
Un abrazo

CARMEN ANDÚJAR ha dit...

Desde luego que el miedo nos paraliza, y esos silvidos sobre todo para un niño, facilmente les pueden parecer monstruos que vienen a devorarlos.
Un abrazo

Mª Jesús Muñoz ha dit...

Monserrat, nos dejas una historia entrañable, amiga...El viento nunca nos deja indiferentes y este caso es ejemplo de ello...El viento nos habla de muchas formas y a veces nos hace pensar en otras dimensiones y realidades.
Mi felicitación y mi abrazo por tu claridad y cercanía.
M.Jesús

Ilesin ha dit...

A veces el viento muestra su fuerza y es justo entonces que te puede dar un cierto pavor.
Besos

ɱağ ha dit...

En mayor medida o menor grado, tod@s tenemos algún tipo de fobia más o menos visible... pero esos sonidos, en la mente de un niño, y con la imaginación... es mortal de necesidad.

Pero el miedo también es una oportunidad para hacernos más bravos y sacar pecho.

Un beso enorme.

Montserrat Sala ha dit...

TRacy, peus entonces ya sabes de lo que hablo. Muchas gracias por tu comentairo y un fuetrte abrazo.

Montserrat Sala ha dit...

Es verdad Ambar. Cuando el viento sopla fuerte, asusta y mucho. Sus silbidos son desgarradores. Gracias por darme tu opinón.
Un abrazo y un beso.

Montserrat Sala ha dit...

Maria perlada. Un chillido fuerte que viene por varios frentes. y no todos suenan igual. Gracias por tus palabras y te mando una docena de rosas rojas virtuales y todo mi cariño.

Montserrat Sala ha dit...

Ester: de buena gana lo cogeríamos y lo arrullaríamos con amarrucos para que le pasara el miedo. Gracias por tu comentario,amiga.Te deseo mucha salud.

Montserrat Sala ha dit...

Alma Baires: si los vientos son muy fuertes degeneran en huracanes que se llevan todo por delante. Una desgracia para los que los sufren. No es broma.
Greacias por pasarte. Un beso.

Rosana Martí ha dit...

Cuando el viento...zozobra de esa forma, es tremendo y la verdad que da miedo. Bonito relato te felicito.

Un abrazo inmenso.

Montserrat Sala ha dit...

Hola Sindel: ya sabemos que solo es viento. Pero a un niño de corta edad
¿que le exiplicas? aparte que si és huacanado, puede hacer mucho mal. Desde llevarse el techo de tu casa de campo,hasta arrancar de cuajo árboles bien grandes que se caen encima de los coches, alguna vez con alguien dentro.
Una curiosidad. ¿Sabias que Viena es viento? (Wien)
Saludos amiga!

Montserrat Sala ha dit...

Desde luego: a mi no me asusta, pero tampoco me agrada demasiado, y si viene con lluvia o nieve....ya ni te cuento.

Gracias y un abrazo amiga Noegéminis.

Montserrat Sala ha dit...

El viento da miedo a un gato a un perro y al canario si lo tienes.
Solo le veo una gracia. Y es que se lleva la polución. Contenta de tu vista Carmen. Un abrazo.

yessykan ha dit...

Qué bonita narración la que nos cuentas sobre el viento. Pobre chiquillo si fuese yo también me sentiría como el, así como lo has descrito sin estar presente horroriza.
Te envió un abrazo

Montserrat Sala ha dit...

Mª Jesús Muñoz: Es verdad amiga que el viento nunca nos deja indiferentes. Por H o por B. Es un fenómeno meteorológico mas incómodo que otra cosa. Sin embargo una brisa marinera una noche clara de verano, se agradece y mucho. Gracias por tus palabras amiga. Me gusta que me sientas cercana, porque lo estoy.
Un fuerte abrazo.

Montserrat Sala ha dit...

Ilesin: Cuando el viento sopla fuerte, hace un ruido que estremece. No es raro que asuste a un niño.
Gracias por entrar y dejarme tu opinión. UN beso muy dulce.

Montserrat Sala ha dit...

Hola Mag: ya se sabe que todos tenemos nuestras fobias, nuestas manias y un montón de defectos.Pero el niño tenia miedo y con razón.

Te agradezco el comentarios y te envio un abrazo del oso

Montserrat Sala ha dit...

Gracias por tus palabras Rosana Martí, y como creo que eres nueva en esta plaza, te pongo en antecedentes,de que siempre serás bienvenida.

Te mando un abrazo enorme.

Montserrat Sala ha dit...

Mi querida Yessy: Celebro que estés de acuerdo conmigo. Ya sabía yo qeu tu no me fallarias.

Un besote mas grande que el del último dia. Y muchas gracias!!!

Musa ha dit...

El viento libre y juguetón no piensa en las consecuencias de su eco.
Bella historia.

MOLÍ DEL CANYER ha dit...

A mi tambien hay dias de viento que me ponen los pelos de punta, con tantos silbidos y ruidos alrededor tambien me cuesta salir de la cama. Un escrito bello y tierno, besos.

MOLÍ DEL CANYER ha dit...

A mi tambien hay dias de viento que me ponen los pelos de punta, con tantos silbidos y ruidos alrededor tambien me cuesta salir de la cama. Un escrito bello y tierno, besos.

Montserrat Sala ha dit...

Musa: Te agradezco mucho el comentario amig. Yo te mando todos mi respetos y mucho cariño.
Un abrazo enorme.

Montserrat Sala ha dit...

Hola Molí: me gusta que me digas que te gusta. (jajajaja)
Gracias por acercarte a contármelo.
Te deseo un feliz y largo fin de semana